Diez / Especial 2/2.

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Capítulo diez. 

Andy me abrazo en cuanto el taxi aparco al frente de mi casa, intenté sonreír pero fallé. Baje del auto y camine por el caminito de piedras que llegaba a la puerta. Al llegar giré hacia la callé y alcé mi mano en forma de saludo. Entre y subí a mi habitación.

Decidí darme una ducha a pesar del horario, la verdad es que apestaba. Sudaba y el olor a alcohol y humo del lugar se pegó a mi cuerpo y ropa.

Entré a la ducha y sentí un escalofrío cuando las gotas de agua fría impactaron sobre mi piel. Al principio temblé un poco, pero después me acostumbre y disfrute del ambiente. La ducha siempre me aliviaba, podía durar horas y horas dentro de ella. Pero este no era el caso, pues ya pasaban de las tres y media de la mañana y moría por acostarme y acogerme entre las sábanas.

Por otro lado también quería pensar, ¿qué fue eso? Jake me besó, por primera vez en mucho tiempo volví a besar a un chico. Y no fue de mi agrado, es decir, ¿por qué tenía que cagar todo? ¿acaso no estábamos bien como amigos? Estaba confundida, muy confundida, pero de algo estaba segura: jamás volvería a acercarme a un chico en la vida. Claramente siempre hay una doble intención por parte de ellos. Y si, dirán que soy una antisocial que morirá virgen, pero no me importa, jamás volveré a confiar en nadie puesto que cuando lo haces solo te lastiman. Y prefiero morir sola a sufrir nuevamente.

Mi corazón roto apenas y comenzaba a sanar, no quería sufrir otra vez, no una vez más.

Termine de ducharme y me vestí, salí del baño con el cabello aún mojado y me tumbé en mi cama. Tome mis audífonos y “A little too much” comenzó a sonar a través de estos.

 

Recordé.

Recordé todo aquello, recordé cuando los vi, cuando ambos se besaban, recordé cuando sentí un puñal en mi espalda, recordé cuando escuché mi corazón quebrarse. También recordé cuando lloré tanto que me quedé sin lágrimas, cuando sufrí y sentía que ya nada valía en la vida, cuando intenté olvidarlo y no pude.

Recordé también que me odie por no ser lo que él esperaba, cuando me culpaba por no ser lo suficiente,  por no ser como ella

Recordé cuando me autolesione a mí misma.

 

Confié, me enamore, y salí lastimada.

Y eso jamás volvería a suceder, porque jamás volvería a confiar en nadie.

 

Las lágrimas comenzaron a salir, la música y la voz de Shawn seguían impactando de manera suave contra mis oídos.

Y ahí aparece la mejor parte, cuando creía que jamás saldría del encierro, de las autolesiones y la depresión, llego él.

Su voz, sus letras, él

Porqué el me hizo sonreír cuando nadie más logro hacerlo,  porque él estuvo ahí a pesar de la distancia, me apoyo, me abrazo y me cuido. Me fue sanando con sus palabras, me salvó.

Salvó mi vida y eso jamás lo olvidaría.

Gracias a él sonrío.

Gracias a él soy feliz.

Por qué nada me hace más feliz que Shawn.

Poco a poco mis heridas fueron sanando, ya no dolía tanto. Elegí sonreír viendo sus imágenes, a  llorar recordando todo aquella mierda.

Deje de lastimarme a mí misma, comencé a quererme un poco y valorarme, entendí que nada fue mi culpa y que había sido una estúpida.

Él me hizo fuerte y me dio fuerzas, de a poco fui creando un mundo que solo se trataba de él y yo, nadie más. Nadie volvería a entrar en mi corazón, nadie volvería a lastimarme, elegí dejar de sufrir.

Las lágrimas se intensificaron, cayendo de manera rápida por mis mejillas.

Nadie entendía por qué mi amor tan grande hacia un chico que “nunca conocí”

Pero nadie supo que ese chico estuvo cuando más lo necesite, él me salvo, él me dijo que todo saldría  bien, nadie me dio más amor que Shawn Mendes.

La música fue interrumpida por una notificación de twitter:

 

“@ShawnMendes: Goodnight love you xoxo”

Sonreí a pesar de la hora, bloqueé mi celular y cerré mis ojos dejando caer la última lágrima.

 

 
{capítulo dedicado a nashxfab, gracias por tu apoyo xx} 

A big fan » Shawn Mendes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora