❝𝒉𝒐𝒓𝒏𝒔, 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒍𝒐𝒔❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾

[ 𝟎𝟏 ; 𝟏𝟔 ]

Siento que no muchas cosas han logrado impresionarme a lo largo de mi vida, pero la facilidad con la que las cosas cambiaron de un día a otro, eso sí me tomó por sorpresa. Porque pasar de creer que iba por un buen camino, pasar de creer que estaba cerca de que Yeonjun sintiera algo remotamente similar a lo que él me hacía sentir a mí, al otro extremo donde se le hizo mejor ignorarme y ni siquiera atreverse a cruzar una mirada conmigo, sí, todo eso era difícil de imaginar aún a día de hoy que han pasado algo así de dos semanas desde que volvió a asistir a la universidad. Pero no era como si yo no pusiera de mi parte, porque lo hice tan pronto como lo vi junto a Soobin nuevamente, el problema fue que él prefirió marcharse antes de que pudiera ser capaz de decirle "hola". Todavía sigue dejando en leído mis mensajes y colgando mis llamadas. De un día a otro había empezado a ser yo quien visitaba el mirador con una descarada frecuencia.

—Ve a sentarte, yo iré a pedir los cafés —dijo el castaño con una brillante sonrisa en su rostro.

—Vale, te espero —le devolví el gesto, haciendo caso a lo que me dijo.

Queriendo o no, aclaré las cosas con Jimin, explicándole que yo no gustaba de él, pero siguió insistiendo por una oportunidad, así que, después de meditarlo y cuestionarlo con Taehyun, terminé por aceptar. Y aquí estábamos, los dos solos en una especie de cita que el más alto organizó para sumar puntos conmigo. Sin embargo, seguía siendo realista con él, ahorrándome palabras que pudieran ilusionarlo falsamente, o movimientos que le dieran ideas equivocadas.

Tenía que admitir que me gustaba pasar tiempo con Jimin, era divertido y nuestros gustos bastante similares, aunque eso era evidente, ya que, fuimos cercanos años atrás, pero era bueno que las similitudes aún permanecieran a pesar de que nuestro vínculo se hubiese cortado.

—Caramelo —sintonicé mi atención al chico que me extendía un vaso de mi café favorito.

—Gracias —lo tomé, dándole un buen sorbo —¿Cuándo llega tu amiga?

—Dijo que estaba por llegar- —miró hacia la puerta que hizo sonar la campanilla —¡Ahí está! —me giré en la dirección a la que apuntó.

Esto tiene que ser una puta broma.

—¡Jimin! —exclamó la castaña, luciendo el aire que tenía en los pulmones, caso contrario al mío, porque eso era lo que menos tenía en mi cuerpo —Este es Yeonjun, el amigo de mi primo —sabía que se trataba de él desde que vi su cabello, pero igualmente alcé mi mirada hacia el mayor.

Sus ojos ya estaban en mí, lo que me produjo una sensación agradable, puesto que hace días que no concretábamos un contacto visual tan intenso como este. Podía notar la sorpresa mutua que había en el ambiente, pero permaneció en silencio, casi que olvidando que esa chica lo estaba presentando a mi cita, quien, por supuesto, ya lo conocía de antes.

—Hyung, no tenía ni idea de que salía con Yewon noona —probablemente eso terminó de sepultar mi tranquilidad —. Beomgyu está conmigo... —comentó, apuntando con la cabeza en mi dirección, a lo que respondí con un ademán a la chica de ligera apariencia.

—¡¿Así que tú eres el Beomgyu del que Jimin habla tanto?! —se acercó a mí, sonriendo con una tremenda ternura —Que lindo eres, huh... —tomó mi mano. Ella era realmente empalagosa.

—Usted igual, noona —le devolví el elogio, algo incómodo por el silencio del peliazul, el cual seguía de pie allí.

—Iré a pedirte algo —habló por primera vez.

—Claro~ —asintió la castaña —¿Y bien? ¿Qué estudias, Beomgyu? —preguntó, demostrando gran interés.

Los minutos volaron, transformándose en horas, horas que estaban repletas de conversaciones que casi sólo envolvían a Jimin y a Yewon, quienes no se veían afectados por la extraña vibra que Yeonjun y yo fabricábamos con nuestro apresante silencio. Escasamente dirigimos palabras a los otros, por lo que nuestra presencia se basó en lanzarle miradas al otro, acción que viniendo de él me hacía relativamente feliz, ya que, tantos días sintiendo cómo me ignoraba en la universidad, estas migajas se percibían como oro ante mi patética necesidad de tener su atención otra vez