[ 𝟎𝟏 ; 𝟏𝟗 ; 𝟏/𝟐 ]

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Las incontables veces que rodé de un lado al otro en mi cama fueron la causa secundaria de que en mi estómago hubiera una presión y dolor que me carcomía desde dentro. La principal fue la confesión —completamente inesperada— que recibí por parte de Beomgyu. No he podido parar de escuchar esas tres palabras en bucle dentro de mi cabeza, pero tampoco era como si quisiera dejar de escucharlas, no hasta que fuera posible oírlas mientras veía su cara y él la mía. 

Era sábado, se supone que debería ser ese día en el que me levantaba a las una de la tarde y desayunaba lo primero que estuviera a mi alcance en la nevera de la cocina. Lo que en verdad estaba siendo este día era algo menos llevadero, esencialmente porque con suerte dormí unas tres horas y las ojeras que imperaban debajo de mis ojos, eran horrorosas. Sin embargo, la sonrisa que tengo desde que finalizamos la llamada telefónica —una hora y media después de empezarla—, permanecía en su sitio, reluciendo incluso más.

"—Me gustas tú."

Un silencio le siguió a su aseveración, pero a ese mismo silencio le siguieron un montón de palabras que me costó modular por culpa del evidente nerviosismo y emoción que tuve en el instante de oírlo. No fui capaz de formular oraciones completas sin tartamudear y quedar en ridículo, pero escucharle reír era lo mejor que le había pasado a mis tímpanos desde entonces.

La conversación acabó en un par de "buenas noches", no obstante, lo único que quería hacer era correr hasta su piso, abrazarlo y llenarle la cara de besos, aunque lo más importante era preguntarle si quería ser mi novio, pese a que ya sospechara de cuál sería su respuesta, nunca necesité tanto un "sí" en toda mi vida.

Le di un sorbo a la taza de café que tenía sobre la mesa, turnando mis ojos entre este y la pantalla de mi móvil, la cual enseñaba el chat que tenía con Beomgyu. Estábamos acordando el lugar y hora para reunirnos, debatiendo entre si era mejor salir a por algo de comer o quedarnos en la casa de uno de los dos. Mis manos temblaban, mi sonrisa se ensanchaba y mi corazón latía felizmente. 

[Osito <3]

"¿Y si en lugar de ir al cine, vienes a mi piso y aquí vemos una película?" ✓✓

"Así podemos hablar y nadie nos hará callar." ✓✓

"Vale." ✓✓

"¿A qué hora estás libre?" ✓✓

"Me desocuparé a las ocho :(." ✓✓

"Tengo que practicar una presentación con mi grupo." ✓✓

"Okay." ✓✓

"Te veo después <3." ✓✓

"Te espero <3 <3 <3." ✓✓

[...]

No recuerdo cuando fue que mi cuerpo se estaba balanceando de un lado al otro en la silla, pero cuando lo noté, paré. Era tonto antes de ser íntimo con Beomgyu, me volví estúpido cuando ya lo éramos y ahora soy un completo imbécil.

Me paré de mi asiento con la idea de irme a dormir, porque no quería lucir ojeras en nuestra primera cita oficial, pero a mitad de camino, mi teléfono empieza a vibrar, avisándome de una llamada entrante. No mentiré, creí que era del azabache, pero sólo era del gigante que tengo por mejor amigo.

—Hola-

—¡¿Ya son novios?! —gritó con toda la fuerza que tenía, lo que casi me hace tirar el móvil al piso —¡Estoy tan feliz! ¡Hagamos una cita doble! —siguió transmitiendo a todo volumen, a lo que yo reí.

—Estamos ocupados esta noche... —sonreí divertido por el chillido que pegó el menor.

—Oh... —dijo en voz baja —Ya veo... ¿Te invitó a... "Comer ramen"? —terminó de decir usando un tono insinuante.

—Sí —mentí, aún riendo.

—¡¿Qué?! —nuevamente alzó la voz, sacándome una sonora carcajada —¡Kai nunca me invitó a "comer ramen"! —pude escuchar al aludido de fondo —¡Yo lo invité a él! —sí, ahora su pareja reía de fondo junto a mí.

—Soy demasiado bueno para ti, Binnie~ —comentó el castaño al pelinegro.

—Es cierto, no mereces una invitación para comer ramen —me burlé del más alto.

—Ha, ha, ha —rió falsamente —. Mejor será que no la caguen, ya les costó tanto dar un pequeño paso, ¿huh? —habló sobre el azabache y yo.

—¡Yeonjun! —de pronto el control del teléfono lo tenía el menor.

—¿Qué? —pregunté a la vez que me pasaba una mano por el cabello y entraba en mi cuarto, tirándome sobre mi cama.

—Te pondré en altavoz —avisó —Ah, por cierto, Beomgyu está emocionado por-

—¿Por qué les gusta tanto humillarme? —la voz quejumbrosa de Beomgyu se unió y mi corazón ya estaba latiendo con fuerza.

—Porque eres lindo~ —respondió Kang, lo que me dio la idea de que todos seguían aún en el departamento del anfitrión de la pasada reunión.

—Sí, eres muy lindo —atiné a decir y un silencio se formó, pero este fue sepultado por un masivo sonido de "oh" que los demás presentes hicieron.

—¡Se puso rojo! —me uní a los que reían, sintiendo como la sonrisa en mi rostro se volvía más grande.

—Gyunnie, no te vayas —dijo Kai entre sonoras carcajadas, o sonidos de delfín, ya que casi eran lo mismo —. Creo que mejor cortamos —opinó.

—No, espera —habló Taehyun —. Yeonjun, no decepciones a mi bebé —pidió.

—No lo haré —contesté con completa seguridad.

—Más te vale —volvió a decir y la llamada finalizó, entonces dejé el teléfono a un lado de la mesilla. 

Mis brazos estaban extendidos a cada uno de mis costados, mis ojos fijos en el techo y dejé escapar un largo y cansado suspiro. Tenía que descansar y eso requería desconectarme de la tremenda emoción que sentía porque fueran las ocho de la noche e ir a ver a Beomgyu. No estaba seguro de qué debía hacer primero. ¿Abrazarlo? ¿Besarlo? ¿Pedirle que sea mi novio? ¿Todo al mismo tiempo? Era un desastre, pero supongo que estar ahí era más que suficiente, ya todo fluiría a su modo.


❝𝒉𝒐𝒓𝒏𝒔, 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒍𝒐𝒔❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora