Marcelo salió de la reunión con Gabriel algo preocupado. No estaba conforme con la dinámica que adquirían las sesiones. No encontraba la forma de acercarse a su paciente y hacer que este se abra y, pese a las dudas de cómo se sucedían las cosas, estaba seguro de haber dado con el diagnóstico adecuado.
El Síndrome Dawson-Lewis volvió a ser el centro de la atención de su mente. No tenía dudas de que era la enfermedad que aquejaba a Gabriel.
Y se repetía la importancia de haber llegado al diagnóstico acertado, porque este determina la línea de acción. Debía seguir moviendo la memoria de Gabriel activamente. Activar recuerdos era la primera fase del tratamiento para el síndrome.
El Dr. Dawson había desarrollado su hipótesis basándose en sus pacientes psicóticos y sus ideas delirantes.
El Dr. Lewis, por su parte, había llegado a las mismas conclusiones con pacientes que específicamente presentaban en su trastorno delirios de grandeza y una mentalidad conspiranoica.
Pero no fue hasta que coincidieron en un congreso de enfermedades mentales que empezaron a trabajar juntos para definir el síndrome que hoy llevaba sus nombres.
En su tesis doctoral, Marcelo había utilizado gran cantidad de notas bibliográficas citándolos, ya sea en su obra conjunta o en los innumerables trabajos individuales de los dos.
Para Marcelo estaba claro que el comportamiento de Gabriel era casi la definición del caso testigo presentado en el libro de sus admirados doctores.
Si daba crédito a las palabras del jardinero, lo único que le parecía sospechoso es que nadie coincidiera con esto, sin embargo, Gabriel parecía tenerlo tan claro como él.
Estaba en una encrucijada. Sin conocer la medicación a la que había sido sometido Gabriel, no podía saber si había tenido algún efecto.
El diagnóstico es la puerta hacia el tratamiento correcto. Debía tener uno validado antes de indicar alguna medicación. Eso no era discutible.
Escribió en su bloc de nota "Sindrome Dawson-lewis" y lo rodeó con varios círculos.
Volvió a repetirse que estaba seguro de ese diagnóstico, pero esa seguridad era, justamente, también el mayor problema.
Estaba tan seguro de que su diagnóstico era el correcto, como de que era obvio que ya habría sido tratado bajo ese supuesto y que dicho tratamiento no había tenido éxito.
Su presencia era la prueba. Él había sido convocado por que las anteriores intervenciones habían fracasado.
Era hora de pensar fuera de la caja. Había que intentar nuevas alternativas. Quizás estaba frente a un síndrome distinto.
Si ese fuera el caso, podría asegurar que sería una enfermedad que presentaba mucha comorbilidad con el Dawson-Lewis.
La comorbilidad solía ser la culpable de que dos trastornos fueran indiferenciados en el paciente, porque presentaban muchos de los síntomas que los caracteriza a ambos por igual.
Decidió partir del supuesto que Gabriel sufría un trastorno que presentaba casi los mismo síntomas que Dawson-Lewis. Tenía que encontrar alguna característica distintiva que lo separara y permitiera diferenciarlos.
A falta de otro nombre decidió escribir en su bloc "Síndrome del Arquitecto".
"Bien, por lo menos ya tengo un nombre", pensó riendo la ocurrencia.
Dibujó una línea vertical que dividía la página en dos. Comenzó a encolumnar los trastornos psicóticos que ya había detectado en Gabriel. Los escribió en ambas columnas.
"Estos síntomas son comunes a los dos síndromes", pensó. Se convenció de que este era el punto de partida de la nueva forma de enfocar el tema.
Marcelo se recostó en su cama dispuesto a relajarse un momento.
La reunión con Gabriel todavía le daba vueltas en la cabeza, así que decidió hacer una sesión de limpieza mental para poder dejar de lado todo el estrés.
Comenzó a respirar profundamente. Inhalando y exhalando rítmicamente. Concentrado en cómo la respiración completaba su abdomen y luego su pecho, para vaciarse nuevamente y reiniciar el ciclo.
Inhala y exhala.La relajación es cada vez más profunda.
Finalmente, se entregó al sueño que lo embargaba.
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Esquizofrenia
Science FictionWattys2018: ¡Estamos en la lista larga! Perseguido por experiencias psicóticas desde su más tierna infancia, un muchacho accede a planos existenciales de vidas alternativas y líneas temporales imposibles. Mientras aprende a convivir con estas vivenc...