Obedeceme. | Intendenteplay

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¡A D V E R T E N C I A! +18 Contenido muy explícito, i guess (?)
Están avisades.

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Sus ojos se encontraban vendados, haciéndole imposible ver los movimientos del mayor. Solo podía escuchar el ruido que hacían los zapatos formales que usaba Conway.

Estaba sentado en posición de reposo encima de su cama, sus manos picaban con ansias de tocar el fuerte cuerpo del contrario, su respiración comenzaba a ser pesada debido a la excitación. Estaba echo un lío.

- ¿Sabes lo que haz echo?

Tragó saliva, y dio un pequeño salto cuando escuchó un fuerte suspiro por parte del mayor.

- Lo sé.

- Oh, ¿Lo sabes? - Sus mejillas fueron acariciadas con cuidado por la punta de sus dedos.

- Amo, yo... - Fue callado.

- Te gusta mucho provocarme, ¿verdad?

Mordió su labio inferior tratando de evitar soltar un gemido; no era parte de su personalidad, pero cuando jugaban se volvía muy sumiso ante tal autoridad.

Luego de ir con Horacio «de compras» a una linda tienda de colores oscuros, donde vendían todo tipo de trajes, lencería, juguetes y demás.
Compró algunas cosas necesarias, pero también dio cabida a nuevas experiencias escogiendo ropa interior de encaje, solo para probar.

Llegaron a comisaría, y con rapidez fue a los baños para cambiarse y colocársela.
Al acabar la jornada de trabajo fue de lo más normal a los vestidores a sabiendas que solo estaban unos pocos policías de servicio.

Entró encontrándose con el mayor, quien se encontraba entretenido contestando mensajes en el móvil, aprovechando y corroborando que estaban solos procedió a cambiarse a su ropa normal, llamando la atención de Jack.

- ¿Qué-?

Gustabo llevaba ropa interior de mujer, de color gris con encaje dorado, la cabeza de Conway no podía reaccionar así que se quedó petrificado en su lugar observando como el menor movía sus caderas colocándose su ropa de civil.

Volviendo al presente, además de eso, Jack había descubierto que el menor había comprado *dilatadores de uretra y varió anillos para el pene.

Si Gustabo quería jugar de esa manera, ¿quién era el para decirle que no? Solo él podía complacer los oscuros y retorcidos deseos de ese rubio atrevido.
Ahora lo tenía a su merced, rogándole que comenzaran de una vez. Pero no se lo dejaría fácil.

- ¿Amo? - Murmuró al no sentir movimientos cerca.

Soltó un suave gemido al sentir como la punta de su pene era succionada por encima de la tela de la braga.
Sus manos intentaron alcanzar la cabellera azabache pero rápidamente el mayor las tomó impidiendo la acción.

- Sin manos, pet. - Dejó una larga lamida en su cuello - No me obligues a amarrarte.

- Mhm.

Obediente regresó sus manos a sus muslos dejándolas reposar allí, se acomodó mejor luego de que un escalofrío recorriera su espina dorsal.
Nuevamente su pene fue succionado, lentamente la braga fue retirada dejando al aire su sensible y mojado miembro gracias al líquido pre seminal.

Jack deslizó sus dedos, viendo lo sensible que el menor estaba, ya que con solo rozarle, su pene tiritó; si bien era cierto que llevaban bastante rato jugueteando, el rubio ya no podía soportar sus inmensas ganas de llegar a su orgasmo.