- ¡Estoy en casa! - Entró a la residencia arrastrando sus pies con cansancio.- Espera.. ¡No vengas!
Frunció su ceño, y con confusión aflojó su corbata colocando las llaves del coche en la mesa. Cruzó sus brazos recostándose en ella.
Luego de unos minutos un cabellera rubia se asomó ligeramente por la puerta de la habitación que compartían, mostrando unos curiosos ojos azules que le buscaban. Soltó una pequeña risa y se acomodó en su lugar.
- ¿Qué haces?
- Corroborando que no estés espiando.
El rubio le sonrió para regresar a su escondite.
- Vale - Soltó un suspiro. - ¿Hiciste la cena? Creí que la haríamos juntos.
Con cuidado de no quemarse revisó los platos que estaban tapados para protegerlos del mugre y de que no se enfriaran. Eran pasteles de arroz.
- Sí, se que tuviste un día ajetreado... - Se escucharon ruidos en la habitación. - Y pensé en hacer la cena para que descanses.
Conway mordió su labio enternecido, lo que dijo su novio no estaba tan alejado de la realidad, pero también le hacia ilusión que los dos cocinaran juntos.
Al rato, sintió la presencia del rubio detrás suya así que giró para encararlo.
Su cabello desordenado, sus labios con lo que parecía ser brillo labial y llevaba un delantal azul aguamarina, que por lo visto era lo único que llevaba puesto además de unos calzoncillos negros.Gustabo sonrió al percatarse de esos ojos oscuros pasearse por todo su cuerpo, y en modo de broma comenzó a "posar" mostrándole su outfit en todos los ángulos posibles.
- ¿Y que tal? Voy guapísimo, a que sí.
- ¿De donde sacaste eso? - El menor se había acercado, así que aprovechó para abrazarlo de la cintura.
- Me lo regaló Horacio, dijo que tal vez te gustaría verme con delantal. - Pegó sus frentes y comenzó a acariciar su nuca.
Conway solo suspiró de gusto, y posicionó su cabeza en la abertura de su cuello aspirando el aroma a vainilla que el rubio emanaba.
- ¿Enserio le creíste?
- ¿Y es mentira? - Dijo irónico.
- Mhm - Murmuró negando.
Se quedaron unos minutos más de esa forma, realmente había sido un día duro y se encontraba cansado; quería aprovechar la calidez de su novio lo más que pudiera.
Y con un Gustabo regañandole porque la comida se enfriaría procedieron a comer, hablando de cosas variadas: anécdotas, el trabajo, cosas que debían comprar, próximas citas. Lo normal en sus conversaciones de pareja.
- Bien, yo lavo los platos.
El pelinegro se levantó recogiendo los platos sucios, siendo interrumpido por Gustabo quien le arrebató los trastes.
- Venga, ya los lavo yo. Tu vete a duchar.
Iba a objetar, pero nuevamente el rubio le interrumpió negando rotundamente. Así que sin más dejó un pequeño beso en el cuello contrario y se encaminó a darse un baño.
Se desvistió y con pereza se metió a la ducha, echó su cabeza hacia atrás sintiendo como las frías gotas de agua se pasaban por sus músculos quitando toda tensión que tenían, se relajó y dejó que estas le limpiaran.
Al terminar su rutina de aseo: lavo su cabello, lo secó, cepilló sus dientes y se vistió. Al salir del baño se encontró con la sorpresa de que el rubio ya estaba en la cama vestido para dormir.
Sus miradas se conectaron y con un gesto le invitó a que también se tumbase con el en la suave cama.- ¿Solo vamos a dormir, verdad? - Dijo deteniéndose a medio camino, alzándole una ceja.
Gustabo echó a reír, y asintió: - Hombre, que se que estas cansado. Tampoco estoy en celo que digamos.
Se acomodó a su lado y enredaron sus piernas, el menor pasó su brazo por la cintura de Jack soltando un suspiro.
- Joder, esto se siente bien.
- ¿El qué? - Comenzó a peinar los rubios cabellos.
- Tener a alguien que me relaje tanto...
En eso Gustabo empezó a recordar el como surgió la bonita relación que ahora tenían, si bien fue por puro calentón y un mal entendido; realmente sentía amor sincero por parte de Conway, y no lo dudaba.
- Y pensar que al principio quería que fueras mi sugar daddy.
- Anormal...
- Bueno, es la verdad - Se levantó apoyando su peso en su codo para poder mirar a los ojos al mayor. - Al principio de todo solo buscaba algo sin compromiso.
- Sí, pero-.
- Pero, ahora no puedo imaginar que hubiera sido de mí si no le enviaba ese correo por accidente. - Explicó con un tono melancólico.
Conway resopló, con rapidez tomó el brazo contrario y lo tumbó colocándose arriba de él.
- No se trata de lo que hubiera o no pasado, Gustabin. Se trata de lo que estamos viviendo en este momento. ¿Vale?
El nombrado sonrió acariciando las mejillas contrarias, y asintió.
- No quiero que te carcomas la mente pensando con que idiota hubieras terminado de no ser por tu error, y siéndote sincero... Eso realmente me hizo feliz - Cerró sus ojos y tomó aire. - Gracias a eso tuve una excusa para estar contigo, y tampoco es como si hubieran sido en las mejores condiciones, pero enserio te aprecio mucho.
- Te amo, Yayo. Y si fuera en otra situación, seguiría haciéndolo porque es lo que siempre sentí.
Sus labios se unieron en un beso suave, transmitiéndose calidez a cada uno.
Los dos eran malos para dejar salir sus sentimientos, eran muy orgullosos. Pero, si era para dejarle en claro al otro lo mucho que lo querían, lo harían.
No todas la veces de forma romántica, pero saben que demuestran su amor de maneras distintas y no tienen queja ante esto.Se separaron un poco mirándose a los ojos, se daban besos cortos sin apartar sus miradas. Se sentían completos.
Y este es el comienzo de una larga y dura relación, donde Gustabo tiene que vivir con el caliente de su novio que siempre que puede se lo quiere comer vivo -En el buen sentido-, además de que el rubio no niega que le calienta verlo tan agresivo.
»----»--⍟--«----«
¡Hola gente!
Aquí les traigo la secuela de "Fin de semana", ya veremos que de para a esta pareja. 👀Las actualizaciones serán día de por medio uwu.
Recuerden que cualquier duda pueden preguntarme, les responderé ;)
Espero que les guste, apoyen y comenten -Siempre los leo y me parto de la risa- Mucho amor para todes ♡
-Tío Dan.
ESTÁS LEYENDO
Obedeceme. | Intendenteplay
Fanfic➹Secuela de "Fin de Semana" 「Luego de que una relación surgiera de los fetiches de Gustabo, tiene que sufrir las consecuencias de tener un novio demasiado rudo y bueno en el sexo.」 - Amo... - Cierra la boca, y obdeceme sin rechistar. Como siempre...