(REESCRIBIENDO):
Detrás de una linda familia, se esconde una grande historia. El fin del mundo, tal como lo conocemos, se avecina. Acabará con todo, a menos que los hermanos Hargreeves consigan evitarlo a tiempo. Pero no es así de sencillo como se...
Después de que Sir. Reginald le dijera a Pogo que se llevará a la pequeña número Ocho, el se fue atrás de Grave y Pogo. Ocho los miraba aterrados, no sabía lo que le podrían hacer.... Ella sabía que su papá era capaz de todo, con tal y conseguir... Lo que él quiere.
Grace inyectó a Ocho, fue algo que la puso a dormir al instante. Recostaron a la pequeña, esperando su reacción al suero, pues dormir no era lo único que hacía. Todo se empezó a llenar de esa cosa viscosa, de color morado y negro.
Reginald intentó agarrar a la pequeña, pues no esperaba que pasara eso, pero antes de que se acercara al cuerpo, la cosa viscosa cortó un poco la muñeca de Sir. Reginald.
Éste solo se quejó. La academia empezó a temblar, como si de un terremoto se tratara. Ninguno de los adultos, ni de los niños sabía qué pasaba. El caso era que... Estaba pasando.
- Wijzijn de apocalyps, en we komen voor wraak ... Dood - Dijo número Ocho y todo se calmó. La academia dejó de temblar, las cosa que se encontraba en el aire... Simplemente cayeron y la cosa viscosa desapareció, junto con al herida del Reginald.
Los adultos se veían asustados, excepto Grace, quien siempre tenía una sonrisa en la cara.
Sabían el potencial de Vanya y de Ocho, pero eso no quitaba el hecho de que sentían miedo. Ellos pensaron que había acabado todo, pero una luz roja los cegó completamente.
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Y después vieron a número Ocho... Con una gema incrustada en su frente. Ésta abrió los ojos... Y se levantó, como si de un robot se tratara. Ese día fue inolvidable para Reginald, Pogo y Grace. Pero... No puedo decir lo mismo de Ocho.
𝙳𝚒́𝙰 𝙳𝙴𝚂𝙿𝚄𝙴𝚂:
— Número tres, ¡hazlo!— la regañó su padre.
— Oí el rumor... De que creen que son ordinarias.— le dijo a sus hermanas, quiénes se encontraban encerradas.
— Muy bien número tres... Ahora, vamos con tus hermanos.
— Oí el rumor... De que creen que Vanya y número Ocho son ordinarias.— dijo Allison a sus 5 hermanos.
Reginald no se preocupaba por qué Allison lo supiera. Después de todo, estaba atrapada en ella misma, que ni siquiera supo lo que acababa de hacer.
3 𝙼𝙴𝚂𝙴𝚂 𝙳𝙴𝚂𝙿𝚄𝙴𝚂
Después de tres meses... A los hermanos Hargreeves se les dió la noticia de que número Ocho estaba "muerta", pongo las comillas pues porque en realidad no lo está.
Durante 5 años, número ocho estuvo entrenando, con los mejores que Reginald conocía. Bueno... Algo así.
Ocho fué entrenada por Dick, un chico que sabía sobre lucha. Y era especial... Por así decirlo. También tuvo una educación muy buena. A los 10 años, Ocho hacía ecuaciones que niños de 16 eran incapaces de responderlas. Sabía hablar a la perfección 6 idiomas. Básicamente vivió bien... Pero eso no quita el hecho de que extrañara a sus hermanos... Y de que "no tuviera" poderes.
Número Ocho se mantenía normal por unas pastillas que se le daban en dónde se encontraba viviendo. De esa manera no podría usar su poder... Básicamente la drogaban. Claro que Dick no podía hacer nada... Nadie podía hacer nada.
2 𝙰𝙽̃𝙾𝚂 𝙳𝙴𝚂𝙿𝚄𝙴𝚂:
Después de 2 años, Ocho ya tenía 13 años.
Había conocido a 2 chicos. Una chica y un chico. El chico se llamaba Gar, quien tenía habilidades, por no llamarlo superpoderes. Y la chica se llamaba Rachel, quien tenía la habilidad de la telekinesis.
Juntos entrenaban, se llevaban bien ... Parecían hermanos, claro que Ocho siempre recordaba a sus hermanos... Pero si no los podía ver a ellos... ¿Que podía hacer?
