18 - "¿Who are you?"

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ᵒᵐⁿⁱˢᶜᵉⁿᵗᵉ

“Siempre fueron unidos, pero han sido separados. Sin embargo, eso nos los impidió a seguir adelante. Te revelaste contra ti mismo porque te arrebataron lo que más querías. No la tenías.”


ᵒᵐⁿⁱˢᶜᵉⁿᵗᵉ

Mas tarde en la casa de Vanya, las hermanas seguían bromeando y riendo, pero su momento resultó interrumpido por unos toques en la puerta.

— ¿Quien crees que sea?— preguntó la joven castaña.

— Puede que sea la señora del edificio.

__________ se apoyó sobre el ojo de la puerta.

— No lo creo. Es un señor adulto.— respondió la chica.

Vanya la observó confundida. Su hermana le dió permiso para que ella pudiera dirigirse a la puerta.

— Bueno, — carraspeó— yo me voy.

—¿Que de que hablas?— preguntó Vanya.

— Tengo cosas que hacer... Hace tiempo no tomo una siesta como es debido, ademas... — sonrió amable la de la gema— No quiero interrumpir.

Volvieron a tocar la puerta. Esta vez, Vanya abrió la puerta, encontrándose con alguien mucho mayor de lo que se podría haber imaginado.
________, ante la incomodidad salió despidiéndose de su hermana.

— Nos vemos luego, Vanya.— sonrió saliendo del departamento.

Harold, el "estudiante" de Vanya, se quedó observando como _________ salia de el apartamento. La chica sintió una mirada, pero solo siguió con su destino.

— Hola... Soy Leonard.— Vanya lo observó confundida— Tu alumno de las cuatro.

Vanya entendió lo que pasaba en ese entonces.

ᵒᵐⁿⁱˢᶜᵉⁿᵗᵉ


— Hola, Diego.

—¿Que tal, Nigel?— saludó este.

Diego se encontraba en el gimnasio...
Saludando a sus conocidos, y poco después fue a lo que parecían unas escaleras, para, probablemente, entrar a lo que el llamaba habitación, o casa...

Aunque, lamentablemente, no era más que una sala de calderas.
Se encontró con una especie de sonido, por lo cual agarró uno de sus cuchillos, y abrió la puerta... Muy sigilosamente.

El chico de las navajas lanzó uno de sus cuchillos, el cual aterrizó en su hermano, Luther. Le hizo un pequeño corte en la oreja al recién nombrado.
Luther se quejó por su oreja, mientras que Diego pasaba a la sala.

— Sentí tu olor, así que supe que eras tu.— habló Diego.

—¿Que demonios?— se quejó Luther.

Número uno agarró el cuchillo, el cual segundos atrás había lastimado su oreja.

—Pudiste matarme.

— Si te quisiera muerto, ya lo estarías.— alargó sus palabras Diego.

ᵒᵐⁿⁱˢᶜᵉⁿᵗᵉ

Las calles estaban llenas de ruido.
Los carros avanzaban, la gente hablando o, incluso, gritando; hasta riendo. Las puertas de las tiendas abriendo y cerrando. Música saliendo de tiendas o edificios.
Los ruidos de la típica ciudad.

Nuestra querida número ocho caminaba por estas mismas calles. Se quejaba de cada ruido que resonaba en sus tímpanos fuertemente, causando un dolor de cabeza.

No aguantaba, por lo que puso sus manos en sus oídos para cubrir estos. No pudo evitar soltar una lágrima de dolor en sus tímpanos.
Se intentó alejar lo más posible de esas calles, entrando así, en un callejón sin salida. El dolor la hizo arrodillarse en el suelo, manchando sus manos por el suelo.

Este mismo callejón estaba repleto de bolsas de basura, con manchones en el suelo, comida tirada por todos lugares, etc...
Pero algo, o alguien, llamó la atención de la joven Hargreeves.
Esta persona caminó hasta quedar en frente de la chica.

—¿Quien eres?— preguntó _______.

—¿Tú quien eres?— contraatacó lá otra persona.

Mágicamente, _______ había dejado de quejarse, levantándose del piso, con sus manos extendidas a lo largo se su cadera.

—Yo pregunté primero.— se burló _________.

La otra persona solo se acercó un poco a ________ en posición de pelea.

—Niña... Solo haces esto más divertido.

— Entonces disfrútalo.— sonrió sin gracia.









































































[Fin del capítulo...]

𝗪𝗘'𝗥𝗘 𝗧𝗛𝗘 𝗔𝗣𝗢𝗖𝗔𝗟𝗬𝗣𝗦𝗘➖ Cinco Hargreeves.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora