Capítulo VII

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Ya había empezado Noviembre, los terrenos de Hogwarts estaban llenos de escarcha y empezaba a hacer frío invernal, se acercaba Navidad mi festividad favorita, ¡regalos! El siguiente sábado empezaba la temporada de quidditch con el primer partido Gryffindor contra Slytherin, estaba preparada para anotar unos cuantos tantos en el partido, nunca había practicado tanto quidditch como ahora. El viernes anterior al partido estaba con Harry, Ron y Hermione, que ahora era amiga de los chicos y tenía que aguantarla yo, aún que luego de salvarla se había hecho más agradable. Estábamos fuera del castillo con un fuego azul que Hermione utilizó para que estuviésemos calientes, y de repente vimos al jefe de mi casa, Snape cruzar el patio y llegar hasta nosotros.

Escondimos el fuego pero Snape se detuvo a nuestro lado y cogió el libro de quidditch de Harry y le quitó puntos a Gryffindor porque "los libros de la biblioteca no se pueden sacar del castillo", se habrá inventado esa regla porque estoy segura de que eso era solo una excusa para quitarle puntos a Gryffindor. Sí quiero ganar la copa, pero no de este modo.

Decidimos volver a nuestras salas comunes así que le dije buena suerte a Harry para mañana y me dirigí a las mazmorras. Al entrar en la sala común todo el mundo me rodeó, ya sabían que yo iba a ser cazadora y vinieron a darme suerte. Me acerqué a mis amigos como pude ya que todos estaban alrededor molestándome, que incómodo...

-Todo el mundo está emocionado por mañana, espero que ganemos -me dijo Dánae cuando llegué a su lado junto a los demás de primero. Todos confiaban en mí y eso me ponía más nerviosa, si Gryffindor nos ganaba estarían segundos.

-Sí... Eso espero... -Respondí más nerviosa aún.

A la hora de irse a la cama todos fueron a sus habitaciones pero yo no podía dormir, tenía mucho miedo de fallar mañana, ¿y si lo hago mal? ¿Y si me caigo de la escoba? Tantas preguntas que no me dejaban dormir... Me levanté de mi cama y me dirigí a la salida para ir a la sala común. Me senté en uno de los pequeños sofás al lado de una pequeña lámpara para leer "Animales fantásticos y dónde encontrarlos", finalmente me quedé dormida en el sofá con el libro encima.

Me desperté cuando sentí a alguien acercarse a mí, abrí los ojos y lo primero que vi fue cabello rubio, grité fuertemente, otra vez no.

-¿Qué te pasa? -Escuché una voz conocida, ah que esto no era una pesadilla... Abrí los ojos otra vez lagrimeando y vi a Draco parado a mi lado, algunas personas habían salido de las habitaciones a ver que ocurría, y al ver todo normal volvieron dentro.

-Lo siento... -Dije sollozando, esa pesadilla me azotaba siempre que estaba nerviosa y esta noche extrañamente no la había tenido.

-Ven vamos, levántate y cámbiate -me dijo algo preocupado.

Entré a mi habitación, las chicas seguían profundamente dormidas, me duché y me cambié y luego volví a salir, bastante gente estaba ya en la sala vestida, algunos salían por la pared en camino a desayunar. Me acerqué a Draco algo avergonzada por lo de antes y nos fuimos al Gran Salón.

Había salchichas de desayuno, y algunas tostadas, Harry estaba en su mesa y no comía nada, al contrario de mí que yo comía más de lo usual, lo que hacen los nervios... Me acerqué a su mesa, algunos me miraron mal por ser Slytherin, y yo solo me concentré en Harry para no incomodarme e irme.

-Vine a decirte buena suerte -le dije cuando me acerqué lo suficiente.

-Gracias -me dijo algo seco, estaba preocupado.

-Lo harás genial -me senté a su lado y comí algo en su mesa.

-No lo sé... Todos depositan su confianza en mí sin haberme visto siquiera jugar, y eso me pone nervioso.

[Amistad Extraña | Draco Malfoy] || La Piedra Filosofal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora