[Amistad Extraña | Draco Malfoy] || La Piedra Filosofal #1

Capítulo X

Nos llevaron al despacho de la profesora McGonagall, allí estaban Draco y Neville.

—Cinco alumnos fuera de la cama, quiero una explicación.

Nadie fue capaz de hablar y la profesora McGonagall nos dijo:

—Creo que ya lo entendí, inventasteis una historia para que el señor Malfoy se la creyera y se metiera en problemas —dijo casi echando fuego por la nariz. Podría ser peor... Podría haberse enterado del dragón —se descontarán cncuenta puntos a Slytherin y Gryffindor. A cada uno.

—Profesora por favor...

—Usted no puede...

—No me diga que puedo o no puedo hacer Potter, ahora váyanse a sus habitaciones, nunca estuve tan decepcionada. Su castigo será definido mañana.

A la mañana siguiente todo el mundo detestaba a Harry, yo por suerte perdí algunos puntos igual que Draco, pero no le hice daño a nuestra casa y seguíamos primeros. Los Slytherin cada vez que pasaban al lado de Harry y de mí le agradecían y le decían cosas como: "gracias, te debemos una Potter" y yo me disculpaba con él por ser Slytherin.

—No debes disculparte por ser Slytherin, tú no me dices esas cosas... —Me dijo.

—Lo sé pero son mis compañeros...

En ese momento pasamos por el aula de DCAO y escuchamos a Quirrell quejarse, Harry y yo pensamos que finalmente había cedido y corrimos a decirles a Ron y Hermione que Snape se salió con la suya.

—¿Pero cómo podría pasar si no le preguntó a Hagrid cómo burlar a Fluffy? —Preguntó Hermione.

—Quizás se enteró sin preguntarle —dijo Ron.

—Exacto —dije.

—¿Entonces que hacemos? —Dijo Ron.

—Ver a Dumbledore, lo que debimos hacer hace tiempo —dijo Hermione.

—No, son demasiadas explicaciones, además nadie nos respaldaría —dijo Harry.

El tenía razón, debíamos dejarlo estar...

—Pero si investigamos un poco... —Dijo Ron, pero fue interrumpido.

—Ya investigamos suficiente —le dijo Harry.

Y se puso a aprender sobre las lunas de Júpiter.

A la mañana siguiente nos llegaron a nosotros nuestras notas del castigo, esa mañana estaba sentada en la mesa de Slytherin y a Draco también le llegó una nota, eran iguales:

Su castigo tendrá lugar a las once de la noche. Encuéntrese con el señor Filch en el vestíbulo.

Profesora McGonagall

Y a las once de la noche salimos de la mazmorra juntos y nos encaminamos hacia el vestíbulo. Decidí no hablar en el camino, pero Malfoy no pensó lo mismo que yo.

—¿Por qué estabas con ellos? —Me preguntó.

—¿Por qué tú querías delatarnos? —Respondí con otra pregunta.

—Porque no me gusta Potter ya lo sabes —dijo arrastrando las palabras.

—Podrías no haber hecho eso de todos modos y ahora ni tú ni yo tendríamos un castigo, ¿acaso ha valido la pena para ti? No, no lo ha valido.

Me callé en cuanto llegamos al vestíbulo, Filch y los tres Gryffindor nos estaban esperando. Y le pegué un codazo a Malfoy cuando iba a hablar para que se callara y no lo empeorara.

—Seguidme —dijo Filch, parecía feliz de la desgracia que nos iba a pasar, nos dirigíamos hacia el bosque.

—¿Eres tú Filch? Vamos apresúrate, quiero terminar rápido con esto —dijo la voz de Hagrid a lo lejos.