Capítulo VIII

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Otro loco.

La lluvia paró por estos días y las clases volvieron a tomar su correcto rumbo.

Lo único inusual y bueno que estaba pasando era que tenía un admirador secreto o algo así. Encontré más rosas rojas en mi escritorio a diario, ya hasta había formado un ramo con ellas, parecían bien cuidadas. Venían con notas de:

Eres maravillosa.

No soy lo suficientemente bueno para ti.

Espero que me conozcas de verdad algún día.

Si otro título damos a la rosa con otro nombre nos dará su aroma.

Shakespeare...sí que sabe como llegarme.

Creo que me estoy enamorando tan solo con sus palabras. ¿Será eso posible? Me escribe frases de amor con cada flor que deja, pero nunca menciona su nombre o ni siquiera qué edad tiene. Está despertando en mí la romántica empedernida.

La fecha del tal juego se acercaba y tenía un mal presentimiento. Todo el mundo hablaba de la fiesta pero no del juego, no se por qué soy la única a la que le parece extraño.

Estaba entrando a mi primera clase del día, cuando me paré en seco.

-Señorita Simon's, haga favor de presentarse en la oficina del director.

-Alguien está en problemas...-se oían rumores. Las miradas se posaban en mi y luego seguían por el pasillo.

Subí de inmediato y entré.

-Buenos días. -dije.

-No te asustes, no has hecho nada malo.

Uffff -largo suspiro mental -

-De eso estoy segura.

-Me alegra que tengas confianza en tu misma.

-Gracias. -esbocé una sonrisa en un intento de esconder mi impaciencia.

-El día está muy lindo allá afuera. -se paró del asiento y miró a través de la ventana.

-Disculpe...-le interrumpí -no es mi intención apresurarlo pero es que tengo clases ahora.

-Ya la justifiqué este primer turno.

-Tenía evaluaciones...

-Las hará después.

Odio hacer las evaluaciones después.

-Entonces debe ser importante el motivo de su llamado.

-Más bien, hoy tendremos una charla.

-¿A qué se refiere con eso? - esto está tardando mucho.

-Usted le insistió bastante al doctor Font para que la llevara a la mansión.

-¿Qué mansión?

Ya veo por dónde viene esto.

-La institución mental que queda cerca de aquí.

-Ah...si, le di tiempo suficiente.

-Prácticamente lo atosigaste.

*Atosigar: inquietar o causar agobio.

-No diría atosigar, más bien lo busqué repetidamente.

En realidad lo había visto en su oficina algunas veces para recordarle el tema, pero no fue como tal un acoso.

-Eso me dijo.

-Disculpe si le cause mucha molestia. Si le vino a dar quejas de mi...descuide, no le insistiré más.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2021 ⏰

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El juego de la muerte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora