Rose estaba sentada observando a Steven quien dormía boca abajo en la cama de Rose. Su cabello estaba despeinado, parecía más tranquilo. Su respiración era lenta y tranquila. Rose se arrodillo a su lado y paso la mano por su cabello despeinado. El no se movió ni un milimetro, seguía igual de dormido que la ultima hora.
-Gracias por quedarte. -susurro Rose. Se lo agradecia. Por no set otra persona que le hacía caso cuando ella le pedía que se vaya cuando más lo necesitaba. Rose entendió que ya no podía seguir huyendo. Su madre estaba muerta y ella ya no podía hacer nada, no podía dejar desvanecerse como el humo de sus cigarrillos. Tenía que dejar de formar grandes charcos de sangre sobre el lavabo, el suelo. Debía dejar de intentar de luchar contra la comida. Ella necesitaba vivir. Una vez en su vida y no solo por ella. Sino por la memoria de su madre. O todo lo que le había prometido se iría al infierno como con ella. Y todo lo que se madre había creído, seria una total farsa. Rose no quería que ella estuviera decepcionada, aunque en los últimos meses solo se había dedicado a dejarse morir. Steven murmuro su nombre entre sueños. Rose solo le tomo la mano y apoyo lq cabeza en el colchón. Allí se quedo dormida, sentada en el suelo, con la cabeza en la cama y tomada de la mano de Steven. Él era su salvación y ella quería ser salvada.
Autor: siento haber tardado en subir otro capítulo, intentare integrarme de nuevo. Y subir capítulos nuevos mas seguido.