Cuando pude levantarme e irme a mi sitio tras testificar, miré a Louisa.
―¿Qué es esa pregunta?
―No tengo ni idea... No ataca. Esa es una mala señal.
―¿Por qué? ―susurré asustada.
―Dicen que cuando hace eso es porque quiere echar la armería pesada al final.
Pasaron los testigos de Dumas, que no eran más que la directiva, los cuales no había ni siquiera visto en mi vida. Uno de ellos mintió como un bellaco y dijo que él estuvo allí en la sesión. Se iban a cagar. Luego pasaron mis testigos. Primero las tres chicas que explicaron su experiencia con Dumas cinco años atrás y, por último, pasó mi testigo clave. Sandra, la ex asistente de Dumas.
―Soy la ex asistente del señor Dumas, trabajé para él los últimos tres años y decidí irme tras la escena que tuve que contemplar con la señorita Rivers.
―Señorita Cox, ¿puede señalar con su dedo y decir qué personas de esta sala estuvieron presentes el día de la sesión?
―Por supuesto. El señor Dumas, la señorita Rivers... ―Nos señaló― y nadie más. El señor August no estuvo allí. Pasó una vez la señorita Rivers se fue.
―¿Puede demostrarlo? ―preguntó Louisa.
―Por supuesto. La imagen número dos muestra la historia para Instagram que subí, como en cada sesión a petición del señor Dumas, en la que se ve claramente la sala con solo nosotros tres.
La imagen salió en la pantalla y todos pudieron comprobar lo evidente.
―¿Usted vio el coqueteo que el señor Dumas alega haberle hecho a la señorita Rivers?
―No. Lo que presencié fueron toqueteos descarados, palabras inapropiadas y miradas un tanto asquerosas hacia ella. Incluso lo pillé espiándola por la cortina mientras ella se cambiaba de ropa.
―¿Qué hizo el resto de la directiva cuando lo mencionó?
―Nada. Dijeron que me dejara de tonterías y que siguiera con mi trabajo. En ese momento me despedí.
―No tengo más preguntas, señoría ―dijo Louisa viniendo hacia mí.
―¿Letrado Adamson?
―Sí ―dijo Kenneth levantándose de nuevo―. ¿Me equivoco, señorita Cox, cuando digo que usted mantuvo una breve relación con el señor Dumas un año atrás?
―No se equivoca, letrado. Estuvimos saliendo solo un par de meses.
―¿Por qué lo dejaron?
―Nunca lo supe, él lo hizo. ―Se encogió de hombros.
―Díganme ustedes si este no puede ser el testimonio de una mujer dolorida por la ruptura.
―¿Dolida? Si no me importó ni un pelo ―dijo con indiferencia―. Estuvimos saliendo un mes y tras romper, conocí a alguien y me casé hace apenas dos meses. Dolor no ha habido nunca.
―¿Tiene usted alguna prueba del "acoso" del señor Dumas?
―¿Pero qué hace? ―susurró Louisa. Yo la miré extrañada.
―Sí. Traje un vídeo, que es la pista número tres, donde se escucha a la señorita Rivers quejarse. ―Sandra miró al juez―. Tengo un móvil un tanto... viejo, digámoslo así, y la pantalla funciona mal por lo que a veces se me dispara la cámara y ese día grabó parte de la sesión. Les he traído la grabación entera pero si quiere ver solo lo importante, pongan el minuto 1:20, luego el 2:01 y por último el 2:45.

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KENNETH © (EN AMAZON CON CONTENIDO EXCLUSIVO)
RomanceKenneth es uno de los abogados más despiadados de la Gran Manzana. Conocido como "el destripador de Nueva York" por la forma en la que encarcela a todo oponente sin piedad alguna. Kay acaba de llegar a Nueva York desde un pueblo de Montana tras rom...