14. Ayer actuaste con el corazón

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"Adamson pierde su primer juicio en tres años."

"El destripador de Nueva York ha caído."

"Otro caso de Louisa Brooke cerrado con éxito. La abogada encarcela a Jean Pierre Dumas por acoso sexual."

"Jean Pierre Dumas abusó de Kayla Rivers, más conocida como Kay Rivers en las redes, y es castigado con cárcel y multa a la víctima."

Todos los titulares eran de ese tipo. En Twitter éramos Trending Topic Jean Pierre y yo de diferentes formas: Kay, Kayla, Kay Rivers, Kayla Rivers, Jean Pierre, Jean Pierre Dumas, Dumas, abuso, acoso, cárcel... Todo el tablón de TT estaba dedicado al caso que había tenido lugar la mañana anterior.

El juicio no había sido público, pero la gente había sabido atar cabos. Me vieron entrar a mí con Louisa y Logan a los juzgados y luego vieron a Jean Pierre con Kenny. Como la prensa está muy pendiente de los casos de Kenny, supieron que había perdido, así que la gente fue hilando.

Me alegraba que no hubiera ni una sola especulación sobre lo que hizo Kenny. Lo único que habían eran buenas palabras hacia él como: "Nuestras fuentes afirman que Adamson no intensificó su ataque porque las pruebas que la víctima presentó eran demasiado claras como para darles la vuelta. Es honorable que Adamson no hubiese insistido para así dejar libre a un abusador". Cuando leí eso casi quiero besar al redactor de esa noticia.

Esa mañana mi agente me llamó y me dijo que mi correo electrónico que ella gestionaba estaba abarrotado de correos de cadenas de televisión, radios y revistas pidiendo entrevistas conmigo. No iba a pronunciarme con la prensa respecto a lo ocurrido. Mi Instagram también estaba A PETAR.

Mi agente me recomendó hablarle a mis seguidores pues llevaba más de veinticuatro horas sin subir nada a historias, algo muy extraño en mí y según ella se estaban preocupando por mí. Me lo creía. Tenía la suerte de tener compañeros de viaje -no me gustaba llamarles fans, como mi agente hacía- de tan buen corazón.

―¡Hola! ―saludé a mi móvil mientras grababa una historia―. Sé que estáis preocupados y preocupadas por mí, pero quiero deciros que estoy bien. Ya todo el mundo sabe lo ocurrido. Queréis que me pronuncie al respecto y lo haré, pero no quiero lucrarme de mis desgracias subiendo un vídeo en YouTube o un artículo en mi blog, así que he decidido que esta tarde haré un directo para contaros algunas cosas sin irme de la lengua y así poder conversar con vosotros. ¿Qué me decís? Activad el recordatorio y nos vemos esta tarde.

Lancé besos al móvil y subí la historia con la cajita del recordatorio.

Era cierto, no quería subir un vídeo en YouTube aprovechando la situación. Sabía que tendría una repercusión increíble y que ganaría mucho dinero por el montón de visitas que tendría. No quería lucrarme de mis desgracias, mi canal no iba de eso.

―¡Por cierto! Quien no pueda verlo, que no se preocupe. Guardaré el directo en mi perfil para que podáis verlo siempre que queráis ―dije en la siguiente historia.

Cuando me organicé bien, decidí vestirme con un jean mom, un jersey lavanda de cuello alto y encima me puse una chaqueta tipo gabardina de color gris. En los pies unas deportivas blancas. En Nueva York ya refrescaba, estábamos en noviembre y se notaba. Me maquillé acorde con mi ropa, con los ojos lilas muy claritos, delineado y máscara como siempre. Me perfumé, agarré mi mochila y salí de casa.

Iba a ir al bufete de Kenny. Quería verlo, no había más. También disculparme con él porque por mi culpa estaba en todas las portadas de los diarios y sabía que no le acababa de gustar eso.

―¡Kay! ¡Kayla!

Me giré cuando salí de la boca del metro y vi que dos chicas venían detrás de mí. Acabé de subir los dos escalones y las esperé allí. Les sonreí.

KENNETH © (EN AMAZON CON CONTENIDO EXCLUSIVO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora