Capítulo 16

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Capítulo 16

Elizabeth estaba preparada para salir, tenía una sensación de nerviosismo recorriendo su cuerpo, no podría predecir con qué se iba a topar, ni si se trataba de un peligro o alguna pista que la conduciría a su salida.

Tampoco quería mentirse sí misma, todo este evento le asustaba a la par que le ayudaba a afrontar todo peligro que se le presentara. Fuerte de carácter y decidida terminó de alistarse, salió de la habitación y observó como dos figuras estaba ya frente a su puerta. Belafonte lucía algo preocupado, pero esa sonrisa cínica seguía ahí. Por otra parte, la bella doncella vestida de maid le acompañaba, no parecía emitir emoción alguna, se podría decir que estaba frente a ella una persona muerta.

Al final, no le dio mucha importancia, indicaba una buena señal, tal vez le daría una oportunidad para ponerle una jugarreta, escaparse sin que ella los descubriera. Una vez ya afuera, la pulsera brilló, era tenue el resplandor que emitía, no le sorprendió el hecho, ella sabía que Belafonte no era de fiar, siempre que aprovechaba un truco de magia salía de su manga, al instante pudo deducir que se trataba de una especie de detector de us ubicación, ya que cada paso que daba la pequeña luz tintineaba despacio.

-¿Por dónde queda el pueblo?- preguntó curiosa.

-Sólo a unos metros de aquí, nos toca bajar todo este camino-

-¿Has ida alguna vez?, digo este lugar es enorme- dijo más entusiasmada

-No, nunca he salido- respondió cortante.

-¿En verdad?, pensé que...-

-No-

-Oh..., sabes, te recordaba diferente-

-¿A qué te refieres?- su tono de voz fue distinto.

-Aquella vez, me ayudaste, ¿no lo recuerdas?, fuiste de mucha ayuda-

-Lo siento, no recuerdo haberte visto nunca, no está en mis memorias-

Elizabeth se extrañó, estaba segura que era el mismo rostro de la chica de aquella vez, pero ahora lucía pálida y sin ningún rastro de emoción.

-Pensaba que eras la misma- dijo con tristeza.

-Siempre he sido yo- dijo como indicando terminar la conversación, Elizabeth no preguntó más y ya con emoción pudo observar el pueblo entero, unas cuantas personas estaban caminando o comprando cosas, otras estaban conversando, inclusive había niños jugando.

Elizabeth había olvidado que se encontraba cautiva en aquel extraño lugar, el brillo de sus ojos apareció de nuevo, e inconscientemente sonrió par así, estaba sumamente feliz de "haber salido un momento". Todos estos detalles estaban siendo percibidos por Belafonte. Él era capaz de vigilar a la chica en todo momento, estaba extasiado por su sonrisa.

-¡Está sonriendo!, no lo había hecho desde que llegó aquí, ya quería verlo-

-Sólo son un montón de tonterías sin sentido, deberías enfocarte en traérmela como ofrenda, sabes que me debilito-

-Tú que sabrás de amor nunca lo has sentido y tampoco te lo han dado, no deberías comentar de lo que no sabes Agatión-

-El que está actuando como imbécil eres tú, por haberte enamorado de esa pequeña presa-

-El amor es algo que ustedes los demonios jamás podrán sentir, y no cambiaré mi opinión, ella es la mujer que he estado buscando desde hace años-

-Sí, pero tampoco olvides que YO te doy mi poder, y como mi sirviente debes responderme, ante todo, no importa si una escuincla se pone en tu camino, tú la eliminas y sigues siendo joven, yo me nutro y el ciclo vuelve-

-Lo siento, pero estás en mi cuerpo y yo mando en el, tampoco puedes controlar mis decisiones ni mi corazón-

-Tus palabras me provocan náuseas, no puedes traicionarme inútil, me debes la vida... literalmente-

-El elixir puede completarse con otra doncella, sabes que no es necesario que sea la chica marcada, pero encontrar una "pureza" en este mar de gente degenerada es demasiado complicado, y la industria de la actuación ayuda mucho, muchos productores se aprovechan de ellas y no dejan rastro de la persona que fueron en un inicio, yo no hago eso, yo respeto esa parte y no la consumo carnalmente, es como brindarle un respeto a su persona-

- ¿Y entonces porque has sido tan idiota y no has buscado en alguien más? - preguntaba molesto.

-Nunca pensé que Elizabeth consumiera mi corazón, nunca pensé que ella sería mi motivo-

-Eres un marica, sólo hablas sin razón y no haces lo que quiero, ¿acaso quieres morir?, ¿deseas hacerlo sólo por ella? -

Estas últimas palabras resonaron en la mente del muchacho, ¿sería capaz de sacrificar sus intereses por una mujer que conoce poco?, ¿sería capaz?...

-Bueno, basta de charlas, necesito meditar, y no quiero que me molestes, o arrojaré agua bendita-

-Sucio marica- refunfuñó la voz.

Belafonte salió del cuarto pensando aún en lo que Agatión mencionó.

- ¡Mira es una panadería!, cielos, hace mucho que no veo una de esas- gritaba emocionada la chica.

Estaba tan entusiasmada que olvidó la multitud de gente a su alrededor, la maid que la escoltaba quedó atrás, pues el tráfico de personas le impedía el paso, Elizabeth se percató de esto y salió corriendo, ocultándose entre los árboles, esto le ayudaría a no ser detectada x ella.

Corrió sin mirar atrás, era ahora o nunca, tenía que adentrarse en el bosque, llegó tan lejos que sus pobres piernas le impidieron seguir, con el pulso a mil, se paró, su respiración se agitaba y unas pocas gotas de sudor corrían su cara, las secó y decidió seguir caminando. A ciencia cierta, no sabía a dónde ir, ni qué buscar, se encontraba perdida, sólo estaba rodeada de unos enormes árboles, la luz seguía presente, era de ayuda conseguir un poco de luz para guiarse.

-¡Elizabeth busca una cueva!- gritaba Blair

-Lo sé, pero en dónde diablos voy a encontrar una, es de tarde, no es que tenga mucho tiempo, al menos dame una pista-

-Recuerdo que estaba entre dos árboles con hojas carmín, cada a un extremo de la entrada, eso puede facilitarte-

-Bien, eso mejora bastante las cosas-

Elizabeth caminó aún más entre los árboles, el camino estaba lleno de piedras, entonces recodó algo de golpe, aún seguía usando aquella pulsera, se maldijo, pero antes de tocarla, sintió un pequeño toque, soltó un grito pequeño: ouch, maldito Belafonte, pensó, ahora se sentía atrapada, pero no podía lamentarse ahora, era seguir o quedarse atrapada por siempre. Era seguro que Jerry la estaba vigilando, pero no le importó y siguió caminando...



Muy bien chic@s por fin terminé este capítulo, y por cierto debo contarles que encontré trabajo (yey en media pandemia :D), entonces la actualizaciones no serán muy seguidas u.u, so sorry pero tampoco puedo vivir bajo un puente, pero descuiden puedo adelantarlos durante mi jornada.

Una cosa más: ¿qué día se les facilita más entrar a wattpad?, igual nadie responde mis preguntasL, pero si me gustaría saber, gracias por pasarse una vez más.

Yo al habla.

Las aventuras de Tintin: La incógnita del Elixir SolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora