Y sigue...

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Capítulo 14

Elizabeth abrió de nuevo sus ojos, por alguna sensación extraña sentía algo de calma de volver ahí, el color blanco se estaba volviendo en un "calmante" para ella. Volteaba a todos lados con la esperanza de volver a la chica, o de encontrarse con su especial. Pero por más que escuchaba con atención la desesperación de no ver a nadie le puso aún más nerviosa, >> ¿Por qué no hay nadie?<<, el cuarto blanco se volvió un laberinto por el cual ella caminaba perdida, se dijo así misma respirar hondo, y logró tener nuevamente un poco de tranquilidad, ahora más segura caminó en dirección recta, y no pudo encontrar complicaciones, ya que un eco llamó su atención. Su sentido del oído estaba a tope, sin chistar corría en aquella dirección, su corazón sabía muy bien de quien se trataba...

Minutos antes...

Haddock y Tintín estaba platicando acerca de Elizabeth, sin previo avisto el collar comenzó a brillar y el joven pelirrojo cayó al suelo desmayado, Haddock asustado apenas pudo volverse del susto, comentó a sus amigos acerca del suceso, desgraciadamente no contaba con la máquina, así que tuvieron que esperar a que el muchacho contara lo que estaba viviendo en ese momento.

Presente

-¡Tintín!- gritaba la joven repetidas veces. Estaba tan emocionada que su corazonada la llevaba por un camino específico, presentía que era el correcto.

Por otro lado Tintín ya estaba recobrando la compostura, de inmediato reconoció el lugar, aquí es donde había estado con Elizabeth aquella vez, así que, decidió llamarla. Pudiera tener efecto que el eco de su voz lo escuchara.

-¡Eli!-

La sensación de estar cerca de ella se apoderaba de sus piernas, ya que no paraban de correr, volteaba a todos lados, pero nada. Se decía así mismo que no importaba, tenía que avanzar, hasta que la figura de alguien corriendo llamó su atención. Elizabeth estaba observando al chico de lejos, su rostro se iluminaba y su corazón estaba contento, alzó un brazo en modo de saludo y Tintín se acercó hacia ella.

-¡Hola!- saludó animada, tenía en su rostro una enorme sonrisa.

-Hola- contestó igual, y sin rodeos se aproximó a ella con un enorme abrazo que la joven correspondió.

-Todos te extrañamos-

-Y yo a ustedes-

-Me haces falta-

-Y tú a mí, pero pronto estaremos juntos, tú, yo, y de vez en cuando los demás, ¿no crees?-

-Sí, sólo que el que estés aquí es eterno, ¿has encontrado algo?-

-Ha decir verdad- se separó del joven por un momento. –alguien me ha estado ayudando, gracias a ella pude encontrar una nota secreta, me dijo que ella misma escribió todo esto. Elizabeth le entregaba el papel a Tintín, lo estaba observando con cuidado, quería retener toda la información.

-¿Esto de que va?-

-Al parecer no he sido la única en este calabozo, otras chicas han sido raptadas aquí...

-Suena terrible, no me gusta nada, ¿las habrá?...

-Asesinado, por seguro, pero entiendo por qué lo haría, ¿Qué cosa necesitaba de ellas?-

-Ahora que lo pienso, Belafonte parece alguien muy joven, ¿cuántos años tendrá exactamente?, dudo que en épocas anteriores existiera alguna crema milagrosa contra las arrugas, esas cosas sólo pueden existir hoy-

-Bueno te doy la razón, ¿pero cómo pudo obtener su juventud si es algo que no se palpa?-

-Tiene un sucio truco bajo la manga Eli, además no tiene mal gusto-

-¿Qué dices?-

-Estoy seguro que las chicas bonitas siempre fueron su presa-

-¡Ah!- Elizabeth se sonrojó un poco, había entendido el flirteo del chico.

-No-no es para tanto-

-Ven aquí- extendió ambos brazos y la chica se acercó a abrazarle de nuevo.

Elizabeth correspondió el gesto y cerró sus ojos para poder disfrutar el momento, no supo cuánto tiempo estuvieron así, ya que ella en algún segundo había regresado en sí, había despertado en el armario, parecía cansada y estaba algo desubicada, fácilmente pudo recobrar el aliento y salir e aquel lugar, nerviosa recordó que Belafonte le estaba esperando, >>Ya tardé demasiado, debe estar esperándome<<, así que, en seguida cepilló su pelo, cambió sus ropas y salió corriendo de la habitación. Rezaba que no supiera su plan, y para su sorpresa, aquel chico estaba plácidamente bebiendo un té, su ceño estaba tranquilo y cuando se percató de su presencia, le sonrió gratamente.

-¡Elizabeth!, te estaba esperando, sólo he tomado un poco de té-

-¿Tardé demasiado?- quiso saber, la duda le carcomía.

-Para nada, sólo algunos minutos, es más, llegas exactamente a la hora de desayunar-

-Oh, qué bien...- parecía sorprendida, tomó asiento y trató de beber sólo té, no quería que notara su nerviosismo, recordó no comer nada, pero la realidad es que tenía demasiada hambre, ¿cómo haría para no dar sospechas de algo?, ahora debía plantearse una estrategia para alimentarse, tal vez alguien de la servidumbre podría ayudarle.

-¿Eli?-

-¿Hmm?- respondió desconcertada.

-No has tocado tu comida, ¿no tienes hambre?-

-Oh, no, yo estoy bien así-

-No seas así, al menos prueba el omelette, está muy bueno, tienes ante ti un platillo preparado por uno de los mejores chefs de por aquí, por algo lo contraté-

-En verdad...-

Jerry no dejó terminar a la chica y con un tenedor tomó un poco del platillo y se acercó a su compañera.

-Abre la boca-

>>Mierda<<. –Ah...-

Y comió aquel pedazo, temía que contuviera algún veneno o sustancia extraña que surtiera efecto en ella, pero al contrario, pudo saborear el huevo y las especias que llevaba encima, no se pudo resistir y lo tragó entero, aquel omelette estaba delicioso y su panza rugía, a había traicionado una de las "reglas" en el papel, por lo que prometió ser la única vez que comería algo ahí...

-Está muy bueno-

-Te dije- dijo vencedor.

-Lo siento, sólo que aún no me adapto en este asunto del secuestro- comentó en tono sarcástico.

-Ya será hora, este mundo es específicamente para ti, tampoco soy tan cruel, tal vez puedas salir a explorar, ¿te parece?-

>> ¿Acaso es algún tipo de trampa?, me está poniendo la ventaja en bandeja de plata<<

-Soy un alma inquieta, me encantaría explorar-

-Ya, pero no irás sola, no quiero que te pase nada, alguna de las mucamas te acompañará, espero no te moleste-

>>Ya, siempre hay un pero<<

-No, ¿lo puedo hacer mañana?, quiero visitar el pueblo, comprar algo, no me puedes tener cautiva toda la vida-

-Lo sé, pero no más allá o entonces si te enceraré-

-Bien-

-Bien-

>>Él me va a estar vigilando, debo actuar bien y descubrir el lugar de los asesinatos<<

Hol@ amigues, por fin volví, y estoy muy contenta de seguir escribiendo esto para ustedes, gracias por el apoyo y bueno no me justificaré ni nada, soy humana y pues bueno sabemos el resto.

Espero les guste esta pobre historia, gracias por leer. 

Las aventuras de Tintin: La incógnita del Elixir SolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora