El Nuevo Reino [Zelink]

Posta de Los Picos Gemelos

∆Zelda∆

La bóveda nocturna aquella noche estaba inundada de estrellas, y estaba en una calma indescriptible, prácticamente ni siquiera podía pensar en mis problemas, preocupaciones o miedos, parecía que mi mente hubiera dejado mi cuerpo para estar en letargo, y todavía despertara, aunque era de noche, después de un viaje largo, no me había sentido tan en calma en más de 109 años.. cuando todavía dormía en los brazos de mi madre, tal vez ese hecho debería haberme parecido triste, pero más bien, al sentirme como en el regazo de mi madre estaba en calma; sin previo aviso, me invadió una oleada de susurrros internos que decían:
¡Tienes a Link! ¡Es tu oportunidad de redención! ¡Despertaste tus poderes! ¡Salvaste Hyrule!, Viendo a las estrellas, parecía que ellas me lo dijeran.

Pronto sentí un olor a Heno y humo, pasados los Picos Gemelos fuimos de nuevo al norte para encontrarnos con una choza con techo que parecía un caballo, tan solo la estructura de aquello era entretenida, los caballos ya dormían y el mio bufaba del cansancio, desmonte y me senté en el pasto, estire ambas piernas y me apoye en mis brazos, Link hablaba con dos jovenes, unos pares de años mayores que yo, Link parecía conocerlos, intercambiaron un par de palabras; me sorprendió ver a Link hablar, estaba a 15 metros y aunque no podía ver su rostro ya que solo veía su espalda, no hizo ningún ademán y le contestaron, aún así, no podía escuchar su voz, no podía definir su voz, solo podía decir que el tenía claro lo que decía, su diálogo era fluido, era conciso, aparte, siempre era casi como si susurrara, aunque siempre se le entendía claramente, pero no su tono de voz, las pocas veces que lo había oído, estaba más bien impresionada de que hablara y no me habia fijado en su tono de voz.
Con el aura de fuego amarillo que emanaba de la Posta recaía en su pelo como un colorante, con las puntas blancas; me recosté en el pasto y mire a las estrellas, con la luz de la Posta se había empeorado la vista estelar, pero seguía sintiendo los susurros, el pasto se sentía frío en mi espalda y el frío nocturno recorría mi rostro, escuché unos pasos acercándose, levanté mi torso y doble mis piernas, era Link, se paró a mi lado derecho y me tendió la mano, la tomé, tenía la mano calida y lisa aunque aspera y seca, pensé inmediatamente que era por el uso de la espada.
Fuimos a la entrada de la Posta, Link bostezaba mucho, me imagine que después del viaje estaba cansado, me contagio los bostezos y bostezamos al mismo tiempo y nos dedicamos ambos una sonrisa, verlo sonreír me hacía sentir como si mi vientre quisiera escapar de mi cuerpo y en el pecho sentía una calida sensación, aparté me atracaba un deseo de estar junto a el, sintiendo su cuerpo a lado de el mío.

Vaya -pensé- Está vez me había superado en pensamientos raros, aunque recordando, no era la primera vez, había sentido eso cuando me había agarrado la cintura en el santuario Runneh.

El hecho es que parecía que estaba enamorándome de Link, pero.. al no haberme enamorado alguna vez...
Entendía el concepto "enamorarse"; un chico le atrae físicamente y (pocas veces) sentimentalmente a una chica o a un chico y viseversa, pero ese sentimiento era atracción? Siquiera conocía a Link lo suficiente como para ello?

Link me agarro del hombro. Me espanté, estaba tan absorta en mis pensamientos... Con ademanes me dijo que ya había que ir a dormir, Pidió una cama cómoda y una regular, (Aunque intente captar el tono de voz de Link no pude ya que estaba a unos metros de distancia) la verdad es que Link era muy tacaño, no le gustaba gastar y cuidaba mucho lo que tenía, eso me gustaba de el, no que fuera tacaño, más bien el hecho de cuidar lo que tenía, sonreí y Link lo notó, pareció avergonzado, se revolvió el pelo con cara de pena, parecía que estaba consciente de su tacañez, naturalmente, me dio a mí la cama cómoda, me quite todo mi conjunto y me puse uno más cómodo y holgado, color marrón y una blusa fresca de tela gris de manga corta. Me acosté con los brazos en mi nuca mirando el techo. Solo escuchaba el humo salir y la leña crugir, el ambiente era calido pero con el frío nocturno se sentía calor con aire frío, sentía que mis ojos me pesaban y mis piernas estaban completamente relajadas.

Unos pasos sordos invadieron el silencio, no había nadie durmiendo y la silueta sombreada de un chico se acercaba, era Link, mis ojos se abrieron más que nunca, mis piernas se tensaron y mi tape con mi cobija, me volteé a lado opuesto de el, cuando oí que acomodaba su ropa y cosas, me volteé tan sigilosamente y naturalmente como pude; cuando vi con ojos entre abiertos a Link, que llevaba puesta una camisa azul celeste sencilla y un pantalón grueso de tela caliente gris, con su pelo tan alborotado como fuera posible y espontáneamente fue a la cama a lado de la mía, y se acostó de tal forma que solo se veía su espalda, esporádicamente se levantó de la cama, la rodeo y se puso en frente mío, me tocó el hombro, como queriendo decirme algo, la unica reacción que pude hacer fue: Nada, estaba paralizada, Link mirando al techo me dijo con señas que si me molestaba que durmiera en la cama contigua y no respondí, El sólo me miró e hizo una pequeña sonrisa, luego se fue a su cama y se acostó, aproveche que se había ido para cerrar completamente mis ojos, estaba segura de que no había descubierto que yo estaba despierta, con la poca luz y mis ojos casi cerrados era imposible diferenciar.
Con lo tenso del asunto y el cansancio físico que sentía, mi cuerpo entero cedió a la gravedad y mi mente se quedó en blanco.

∆Link∆

Tenia mucho sueño, pero no podía dejar de pensar en la imagen de Zelda en los Picos Gemelos, y en lo raro que se había portado, y ahora que lo pensaba me daba cuenta el hecho de que Zelda y yo ni siquiera eramos amigos, yo era su protector y ella, la protegida por orden del rey, solo unas pocas veces habíamos hablado, la mayor parte del tiempo estábamos viajando o ella me relataba datos sobre plantas, animales y artefactos antigüos, me entretenía escucharla.
Me volteé y la ví, parecía descansar completamente, su rostro estaba relajado y se veía muy linda, el pelo dorado le caía por el hombro mientras abrazaba su cobija, que yo me acordará, nunca la había visto tan detenidamente como en aquel  momento, eso me alegro todo el día, porque la ultima imagen que dislumbre, fue a a Zelda durmiendo.

Fin del capítulo.