Vieja amiga y buen amigo

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∆Link∆

Todavía lo procesaba.. Todo

Mipha y Zelda

Dos nombres que en mi mente entraban en dos categorías comunes: ambas eran parte del equipo para derrotar a Ganon hace 100 años, ambas eran princesas (y todo lo que eso conlleva). Pero ahora, ambas volvían a coincidir en otra categoría:

Ambas me causaban conflictos mentales tan solo con pensar en ellas

Así que intenté ordenar mis pensamientos, ya que esos nombres parecían remolinos separados en mi mente, cada uno causando estragos a su paso; me propuse continuar de una manera metódica y ordenada

Caso 1: Mipha

La princesa Zora, primogénita del Rey Dorphan y mi amiga desde la infancia; apesar de ser amigos desde chicos, pocas veces nos veíamos, por lo que creo una gran brecha en nuestra amistad, cosa que relativamente cambio cuando me volví guardia, específicamente cuando me habían asignado la custodia de la princesa Zelda, ya que, por el reclutamiento de los campeones, tuve más tiempo para convivir con ella; con más tiempo me refería completamente al hecho de estar en comunidad con los demás campeones, así, siendo contadas las veces que conversamos privadamente ella y yo. Por nuestra relación de amistad desde niños, nuestros lazos eran un poco más haya del compañerismo, sin llegar a una amistad realmente, porque, ella era una representante de su pueblo en ese momento y yo por mi parte era un guardia de la corte real, por lo que más que amistad, teníamos una relación de compañerismo amena y afable; aún así, cuando nos encontrabamos solos, Mipha era menos formal en su tono de voz, pasando al que había conocido desde mi infancia, un tono alegre y agudo, pero extrañamente, siempre en temple, como si siempre que hablara conmigo, llevase consigo en su voz un sentimiento reprimido. Ella recordaba con cariño nuestra relación de niños, y me hablaba con igual de cariño, pero por mi parte, nunca perdí mi postura formal, no podía permitirmelo, era un guardia real, aunque.. conversar con ella era agradable, y a pesar de intentar no demostrarlo, le tenía cariño, un gran cariño desde que nos habíamos conocido y muy en fondo una admiración por sus poderes curativos, eso.. era todo.

No, no podía mentirme a mi mismo, sino.. no solucionaría nada

No solo le tenía aprecio y cariño, realmente la quería, cuando la veía tenía ganas de hablar abiertamente con ella, preguntarle sobre cómo estaba, sin olvidarla en todo el tiempo que no nos vimos, y al saber que iríamos a reclutarla, no pude evitar emocionarme, después de todo, vería de nuevo a mi amiga. Cuando la volví a ver, quería decirle algo como: "¡Ey! Eres todo una chica ahora, en serio me alegro de volverte a ver, platiquemos todo el día y cuéntame, ¿Cómo te ha ido?" Y por fin, llegó el día

Cuando ella me miró al momento de reencontrarnos, sus ojos se encendieron en sorpresa y rebosaban de un cariño que no podía entender, ni siquiera ahora, un cariño que volví a ver únicamente de nuevo en Zelda. Por mi parte, en ese momento simplemente me paralice, aquella niña Zora que había visto antes, se había convertido en una señorita, con una elegancia (y dulzura debo de admitir) impresionante; quería decirle algo como: "¡Ey! Te has vuelto en todo una princesa ahora, ¡En serio me alegro de volverte a ver Mipha!, platiquemos todo el día y cuéntame, ¿Cómo te ha ido?".
Pero.. sabía que no pasaría, después de todo, no iba como su amigo de antaño, sino como guardaespaldas de la princesa, y me comporté como tal, y así, haciendo únicamente en nuestro esperado reencuentro, una reverencia de cortesía..
Ni siquiera me permití sonreír, simplemente di mi reverencia frente a ella, en ese momento.. Cuando me pose en frente de Mipha ella seguía mirándome con ese cariño indescriptible y una profunda ternura, pero al escuchar mis palabras: "Buenos días princesa Mipha" su rostro cambio de una sonrisa cálida y tierna a una expresión de melancolía, y sus ojos a pesar de no perder su brillo se tornaron tristes, como si hubiesen visto algo que temían pasaría. Así que después de hacer mi reverencia, ella se limitó a sonreírme con cierta amargura que quería ser disimulada, y contestó: "Me alegro de verte de nuevo, Link"
Su tono de voz dolido me hizo tener un nudo en la garganta, me dolía verla hacer un esfuerzo por disimular su desilusión y tristeza al verme sin reaccionar, pero.. sabía que esa era mi misión, a pesar de todo, en ese momento, cuidar a la princesa Zelda era mi prioridad.

El Nuevo Reino [Zelink]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora