Aldea Kakariko

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∆Zelda∆

Me levanté y lo primero que vi fue la cama de Link arreglada, me senté en mi cama bostezando, discretamente me cambié debajo de la cobija para después levantarme a peinarme (La ventaja de tener el pelo lacio es que dura solo un minuto) para salir y buscar a Link, justo como pensaba, estaba entrenando en la fachada de la Posta, lo observé, veía la concentración en sus ojos y la sincronización entre el y su espada, siendo un todo espectáculo, la mañana podría haber parecido fría pero con el sol todo se neutralizaba, Sin embargo, Link sudaba y el pelo lo tenía enmarañado más que de costumbre, terminó de entrenar y vino hacia mi con una pequeña sonrisa y respondí igual, todavía no podía dejar de sentir ese calor interno en el pecho al ver cómo sonreía, el por su lado fue a ducharse para partir, después de 10 minutos de espera, salió Link, con su pelo alborotado y con una expresión serena en su rostro, montamos los caballos, los cuales parecían haber descansado como nunca y relinchaban con la energía que tenían, así, cuesta arriba íbamos hacia la Aldea de Kakariko, de la nada le pregunté a Link:

- Y como ha estado la aldea estos 100 años?

El solo me miró con una sonrisa picara y no pude evitar reírme, hace 100 años no podría disfrutar una situación como está, Link era más inexpresivo y yo solo estaba angustiada por mis poderes, pero ahora, me sentía con una determinación para seguir adelante, aunque...

- Disfruta este momento.
Me dije a mi misma

Llegamos al borde de la escalada para poder ver el valle donde se encontraba la aldea, tenía miedo de encontrar mil horrores, pero por la cara de tranquilidad de Link me sentí más segura de que nada malo les hubiera pasado a los Sheikah.

Quedé fascinada.

El pueblo era completamente como lo recordaba, solo un poco más grande, la casa principal y todos iban vestidos como hace 100 años, un par de niños corrían riendo y los Sheikah iban caminando tranquilos, era un lugar un poco frío pero acogedor y protegido, mire a Link y estaba como si eso fuera de lo más normal aunque le era difícil disimular que me veía complacido mientras miraba asombrada el valle.

Me tocó el hombro y nos dispusimos a ir, de pronto, me atraco una sensación de torpeza, nadie me reconocería y si dijera quien fuera, probablemente la gente Sheikah me creyera una falsa heredera que solo quiere atención o algo por el estilo, tampoco conocía a su líder tras estos 100 años y no sabía a dónde Link me dirigía exactamente.

Bueno, al menos ya sabía a dónde íbamos (según suponía), La casa principal, con dos guardias en sus afueras que parecía que en vez de haber sido contratados, parecía que lo hicieran por servicio comunitario o voluntariamente, saludando a todos los que pasaban y aunque ellos parecían amables no sabía que me esperaba dentro de aquel lugar y ahora la frase "Entrar directo a la boca del Hinox" cobraba sentido total.

A medida que nos acercábamos a la Casa central, la gente me miraba con indignación, eso me paniqueaba y me ponía triste a la vez. No sabía porque, lo cual me corroia aún más la seguridad, Link demostró una gran sonrisa y saludo a los guardias que estaban a 2 metros de nosotros, entre los dos guardias se miraban y nos volteaban a ver, me imaginé que se aseguraban de que no fuéramos peligrosos para su líder, sea quien fuese, aunque la espada maestra en la espalda de Link me parecía que no nos ayudaría a aprobar, raramente se empezaron a ver pícaramente y ambos nos miraron de derecha a izquierda y abajo hacia arriba y ambos estaban apunto de decir algo pero el de la derecha dijo adelantándose:

- Que hermosa novia tienes Link, felicidades.

Dijo el otro regañando a Link:

- Y espero señorita que Link no sea tan frío con usted

- No-novios?

Sentía mis mejillas calientes en extremo y las piernas me temblaban y tuve que sostenerme de mi caballo para no caerme, solo pude voltear a ver a Link en señal de ayuda y todo el mareo que sentía se paralizó cuando vi sus mejillas un tanto coloradas mientras les sonreía y un par de dudas atracaron mi mente (¿Porque el sonrojó?, ¿Que habrá pensado cuando dijeron eso?) Gracias a las diosas Link les explico (con señas) que no estaban juntos para finalizar con una sonrisa que decía claramente (lamento decepcionarlos) y se rasco la nuca, luego me miró com gesto claro que rogaba (Lo lamento).
Solo logré sonreírle radiante, sonreir por una felicidad confusa pero después de todo, placentera. Su mirada fue de incomprensión pero logró sonreír y miro a los guardias que parecían deleitarse con una obra teatral, el de la derecha tenía hasta la mano la barbilla como si estuviera sacando sus conclusiones. Link pidio cordialmente con la mano el paso hacia la Casa, dejamos los caballos ahi y un jardín basto desfilaba por ambos lados, Íbamos ambos a la par y de repente lo paré con mi brazo en su pecho, y dije:

- ¿Que sabes de el líder?
¿Me creerá cuando le diga quién soy?
¿Es hombre siquiera?

Link me miró con una sonrisa afable, solo levantó la mano y me hizo un ademán para que fuera, no entendía porque, pero esa sonrisa solo me hizo confiar, abri la puerta.

Una chica esbelta de lo que parecía ser mi edad movía cosas de aquí a alla, me vio, soltó una sonrisa nerviosa y volvió a sus cosas. El pedestal donde debería estar el líder estaba tapado entre cortinas plegables, las quite del medio y la ví, Impa, su cara de había achatado, las arrugas rebozaban su cara y la acompañaba una piel morena, pelo blanco y el gorro característico de el líder.

 El pedestal donde debería estar el líder estaba tapado entre cortinas plegables, las quite del medio y la ví, Impa, su cara de había achatado, las arrugas rebozaban su cara y la acompañaba una piel morena, pelo blanco y el gorro característico de...

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Tenía los ojos cerrados y sonreía levemente, abrió los ojos lentamente y sonrió de oreja a oreja, lágrimas recorrían mis mejillas, simplemente no podía entender la felicidad y consuelo que me provocaba verla. Me dedico una mirada de empatía y dijo con una voz muy anciana pero vibrante:

- Te extrañé, mi niña, estos 100 largos años

Quería decirle que no lo podía creer, que desbordaba de felicidad, pero solo pude abalanzarme a su regazo para abrazarla y llorar, toda mi aflicción, culpa y dolor salían en esas lágrimas, sentía todo mi ser adormecido, solo podía escuchar su voz consolandome, después de lo que parecieron 2 minutos por fin pude dejar de llorar y me reincorporé, ella tenía una corriente de lágrimas en su rostro; y tocando mi hombro dijo:

- Sigues tan hermosa como tú madre, Y tienes unos hermosos ojos, ¿Lo sabías princesa Zelda?

- También te extrañe mucho Impa

Ambas sonreímos radiantemente y como es costumbre, una duda llegó a mi pensamiento y casi sin pensarlo dije:

- Pero ¿Cómo sigues...

De repente callé, sentí que no sería bien recibido ese comentario, Me apene pero ella dijo:

- ¿Viva? Prunia me dio un secretin.

Guiñó el ojo, como antes acostumbraba hacer, y agrego:

- Pero Prunia se excedió, verás...
Bueno bueno, cuando la vayas a ver te darás cuenta.

Y soltó una carcajada, para ser una mujer con más de 120 años parecía tener la energía de la misma chica que había conocido hacia 100 años

- Abuela!!! ...

Continuara.

Me hacen falta opiniones!, Me haría ilusión que dejarán su comentario :(

El Nuevo Reino [Zelink]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora