El Nuevo Reino [Zelink]

Una vista hacia el ayer y el mañana (Prólogo III)

∆Link∆
Solo asentí con una leve sonrisa, después de eso, inmediatamente fuimos a la entrada del castillo por orden de la princesa, pasamos la arboleda con mi caballo hasta llegar a la entrada del castillo, los pájaros cantaban, una de las torres laterales de la gran puerta hacia el castillo está destruida a la mitad, se veían las  condiciones deplorables del castillo y el mismo sendero para llegar estaba resquebrajado, Zelda miro triste hacia abajo para después mirarnos, ella con una cara melancólica por la vista tan penosa que teníamos en frente, sin decir una palabra caminó en dirección opuesta de el castillo con la misma cara amarga así que seguí tras ella

En lo más alto del castillo de Hyrule...

Mi hija partía de el castillo junto con Link, portador de la espada sagrada, mi espíritu junto con el de los campeones al ver a nuestras tierras sin más amenazas pudimos descansar..

Adiós pequeña, confío en ti...

∆Zelda∆

Cuando me iba, sentí una presencia, era mi padre, el rey, volteé instintivamente hacia el castillo, no pude verlo, pero sentía su ternura y un sentimiento de seguridad en mi misma, mire a Link y parecía estar sintiendo esa misma presencia, volví a sentir otra presencia, ahora me sentía protegida y entendida, Urbosa..
Volteé a ver al héroe, que no mostraba sentimiento alguno, solo lo había visto sonreír y poco más, pero esa vez parecía más bien triste y para mí, sentía que no estaba aquí sino estaba en otro lugar, como si recordara algún momento valioso.

∆Link∆

Había pasado una semana desde lo de la visita al castillo, días después volvimos a ir para rescatar algunas cosas de la princesa Zelda, algunas prendas, su diario, algunos planos, estábamos ahora en un campo cerca de el santuario de la vida, Zelda miro hacia la tableta Sheikah, que le había confiado y después, sin quitar la mirada de la tableta me dijo:

-Hoy debemos de ir a la región de los Zora.
La bestia divina Vah Ruta dejo de moverse y quiero averiguar por qué.
Y necesito ver cómo están las reservas de agua.
Cambiando su expresión a una más sombría dijo:

- Además de eso, aún tenemos que algo pendiente.
El padre de Mipha quiere hablar con nosotros sobre su hija.
Pudimos evitar el cataclismo.
Pero aún nos quedan muchos recuerdos dolorosos y heridas por sanar.
Dando un paso hacia el frente dijo:

- Creo firmemente que podemos construir un reino de Hyrule tan magnífico como el de nuestros antepasados...
O incluso más. Y ese cambio empieza aquí, con nosotros.

Pasando delante de mí hacia nuestros caballos me dirija con ella hasta que se detuvo sin voltearse para decirme:

- Ya no escucho la voz que emana de la espada.
Supongo que mi poder se debilitó tras estos 100 años de asedio.
Volteando hacia mi con una cara casi hasta caprichosa me dijo:

- Pero... Yo... Ya lo acepte
Empequeñeciendo sus verdes ojos esbozo una ronca risa.

Y fue allí donde me di cuenta de que el campo estaba lleno de las flores que le gustaban a la princesa, las princesas de la calma florecían una vez más.