No es que haya pocos crímenes en su ciudad. Viviendo en un lugar así de grande siempre hay alguien a quien poner esposas y acarrear hasta la cárcel, es solo que son crímenes pequeños. No es que Derek quiera que alguien cometa un asesinato o algo así, simplemente es fastidioso encontrar a otro adolescente rebelde haciendo grafitis en las paredes de un edificio, o escurriéndose en los estantes de licor de sus padres y tomando en un lugar estúpido como un parque local en el medio de la noche. Seguro, él quiere ayudar a esos chicos, pero duda que esposándolos y metiéndolos en una celda hasta que sus padres los recojan los vaya a ayudar demasiado, podría asustarlos, pero un mes o dos después están de vuelta en el mismo edificio, pintándolo nuevamente, o inconscientes en el mismo parque, abandonados por sus amigos quienes salieron corriendo despavoridamente al escuchar el ruido de las sirenas.
Derek sin embargo ama su trabajo, ha querido ser un oficial de policía desde que tenía seis años y algunos hombres de la fuerza visitaron su pequeña escuela y dieron un discurso sobre la seguridad y cuándo llamar al 911 y el peligro desconocido, lo usual. Había algo tan admirable sobre las placas que estaban cosidas a sus uniformes; algo tan noble sobre cómo todos se paraban tan derechos, con sus mentones altos y expresiones serias. Y luego, cuando tenía ocho años y ese hombre entró en su casa cuando su padre estaba fuera, y eran sólo él y su madre, él recuerda cuán seguro se había sentido en el momento en que el policía había puesto una mano sobre su hombro y dicho, "Estás bien, hijo, no hay de qué preocuparse." Nunca ha querido nada más.
Pero igualmente, el trabajo era mucho menos emocionante de lo que él pensó que sería. No ayuda que, detrás de las compuertas, hay muchos hombres en la fuerza que no son nobles o admirables o inspiradores. Sólo porque utilices la placa, no significa que la merezcas, piensa Derek. No es que lo diga, no en voz alta, por lo menos, exceptuando quizás a Jordán cuando ha tomado un poquito más de la cuenta en el pub. Sin embargo, no puede sacarse de la mente la forma en la que Malley había pateado aquel adolescente cuando éste estaba indefenso y cómo había proclamado luego que se había estado resistiendo y urgiendo una pelea, y que por eso no había habido otra opción que acudir a la violencia. Derek no podía hacer ojos ciegos, y aunque hubiera tenido una charla sobre ese tema con su supervisor, nunca se había hecho nada al respecto.
Suspirando, Derek se recuesta sobre su asiento y refriega una mano sobre su rostro. Al menos está trabajando solo hoy. Algunos días, le ponen un compañero. La fuerza es grande, y no es anormal que él se quede con Braeden un día, y luego con Isaac o Corey el siguiente. En algunos tranquilos y pacíficos días, se puede quedar solo. Esos son los días en los que disfruta levantarse para ir a trabajar. Esos son los días en los cuales no suspira mientras se abotona su uniforme y se desliza en el asiento del conductor en su auto.
Recién se está acomodando, sólo relajándose por otros cuarenta minutos de receso sin nada que hacer cuando su walkie-talkie comienza a hacer ruidos, luego una voz familiar habla claramente, informándole de un infortunio en la calle Martin.
Derek frunce el ceño y recoge el walkie-talkie llevándolo hacia su boca.
- "¿La calle Martin?"- repite- "¿Estás seguro?"
- "Muy seguro, sí" - Liam dice desde la otra línea- "Te necesitan lo más pronto posible, Hale"
Derek posiciona el walkie-talkie y recoge su gorro de donde está en el asiento vació detrás de él poniéndoselo en la cabeza, luego cambia las sirenas y se sale del carril yendo hacia la izquierda tomando el camino más rápido para la calle tan familiar, todo esto mientras frunce el ceño.
Su ciudad tiene bastantes barrios privados, pero la calle Martin es posiblemente la más prestigiosa. Willfellow Homes es una comunidad cerrada con un total de tres calles y exactamente treinta y dos extensas e imposiblemente grandes casas, además de la seguridad en las puertas de la comunidad, la mayoría de las casas también tienen compuertas que las separan de las demás, todas y cada una de ellas tiene una especie de sistema de seguridad, Derek sabe esto porque cada algunos meses son llamados desde las casas para probar dicho sistema, para asegurar la comodidad de los que viven dentro de ellas, y gracias a esto no ha habido un incidente en ese barrio en alrededor de seis años, incluso el perpetrador ha sido capturado inmediatamente. No hay mucha gente estúpida o lo suficientemente desesperada como para intentar colarse dentro de uno de estos condominios.
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Caught Up [STEREK]
Teen FictionDerek Hale es la clase de policía que tiene morales, orgullo e integridad. Stiles Stilinski es la clase de criminal que roba a los ricos y lo da a los necesitados. Para Derek, no hay excepciones; están los culpables y los inocentes, y espera derriba...