𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]

𝟤𝟧| 𝖬𝖺𝗇̃𝖺𝗇𝖺

Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

—Hey, Lex—levanté la vista del portátil para encontrarme a Alex asomado a la puerta de la habitación—¿Puedo pasar?—

—Claro—asentí, y él entró. Cerró la puerta y se sentó en el borde de mi cama.

—Supongo que sabes que ayer JJ te trajo a casa—dijo, mirándome.

—Si, lo sé—

—¿Y te contó lo que pasó en la fiesta?—

Fruncí el ceño, confusa.
—No me habló de la fiesta. Sólo me dijo que estaba muy borracha—

—Oh, vale—asintió con la cabeza—Bueno, aún así creo que deberías saberlo. Yo iba a hacer algo al respecto justo cuando él llegó—

—¿De qué hablas?—

—Te metiste en una de las habitaciones con un chico pelirrojo—habló—Dos de sus amigos esperaron en la puerta para que nadie entrara, y JJ se peleó con ellos. Sacó al tío del cuarto y te trajo a casa—

Bajé la vista hacia el suelo.
—Vaya—pude pronunciar—Vaya, no lo sabía—

—Por eso te lo cuento—se levantó—Eso era todo, tengo que irme—

—¿Ya?—

—Mi abuela me espera—se disculpó.

—Oh, mándale saludos—sonreí, y Alex asintió antes de despedirse y salir de la habitación.

Yo me quedé quieta por un momento.
¿JJ se había peleado con dos tíos? ¿Para sacarme de aquella habitación?

De repente mi móvil empezó a sonar.
Era Jazzlyn.

—¿Alexia?—habló a través del auricular—Te he estado llamando—

—Ya, lo siento—me disculpé—Digamos que estuve ocupada—

—Oye, te llamo porque encontré una especie de cuenta secreta de papá en el banco—

—¿En serio?—me sorprendí.

—Si, y he visto algo que confirma nuestra teoría. La de Routledge—

—Cuéntame—

—Papá lleva casi un año pagando una habitación de hotel en las Bahamas. Adivina a nombre de quién—

—Big John—supuse.

—John Routledge—habló—Exacto—

Me llevé las manos a la cabeza.
—Joder, entonces está vivo—

—Vivo y en un hotel de cinco estrellas—

—¿Sabes para cuándo es el billete de avión?—

—Lo he investigado—respondió—Y al parecer es para mañana—

—¿¡Mañana!? No, no puede ser—

—¿Por qué?—

—Porque no he terminado con los documentos—respondí—Papá quiere traerle por algo, Jazz, y aún no sabemos qué es—

—Y si va a volver mañana, sea lo que sea lo hará en poco tiempo—

—Touché—asentí.

Por esto exactamente no quería distraerme. Estos contratiempos.

Estoy en una cuenta atrás para poder evitar que mi padre haga a saber qué cosas horribles en los Outer Banks.