Capítulo XIV: El Festival.

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Amelia:

El día finalmente había llegado.

¡Cuántas veces había esperado el mismo día con la ilusión de recibir regalos y ser la reina de la casa todo el día! Ser mimada por mi hermano y demás familiares, cantar a coro con todos y escuchar las historias de los mayores... y al final descubrir las sorpresas que aguardaban bajo las envolturas de los regalos. Jamás imaginé que llegarían días en que rezara porque mi cumpleaños no llegara nunca.

La vida tiene giros inesperados, es como un libro cuya trama no conoces y no tienes idea de cómo continúa. Hoy puedes ser la persona más poderosa de la tierra y mañana no eres nada, puedes perderlo todo de un momento a otro.

Lo que nunca va a pasar es que, por ejemplo, te vuelvas un rey de la noche a la mañana.

- - - -Flashback- - - -

Acabábamos de ver Aladdín juntos, la película de Disney favorita de Ethan, había amado cada segundo de ella, en especial sus canciones, las cuales mi entonces amigo conocía de memoria.

-Es una historia hermosa. -Comenté cuando Ethan sacó el disco del reproductor de DVD y lo guardó en su caja.

-Lo malo es que esas cosas no pasan en la vida real. -Se rió Ethan- Un rey puede volverse un mendigo de la noche a la mañana, pero un ladronzuelo (como Aladdín) no va a volverse rey con la misma facilidad. Es una linda historia... un ladrón que se enamora de una princesa y al final se casa con ella gracias a que tiene la magia de un genio de su lado. Tan irreal que solo puede ser de Disney.

-Técnicamente ellos ya se gustaban sin necesidad de que apareciera el genio. -Apunté yo sin reparar en la devastadora verdad que Ethan acababa de describir.

-No habría logrado nada sin el genio. -Afirmó Ethan- Por desgracia, digan lo que digan, el amor no es la solución mágica para todo.

-Parece que le has dado muchas vueltas al asunto, ¿Algún amor frustrado? ¿Se trata de Emma Watson otra vez? -Me burlé mientras señalaba la foto enmarcada de la famosa actriz que Ethan tenía colgada en su pared.

Él había puesto los ojos en blanco y ante ese gesto yo le había arrojado la almohada de su cama de una manera juguetona, por lo que tras recibir la almohada en su cara se lanzó sobre mí para hacerme cosquillas.

- - - -Fin del Flashback- - - -

Sí, la manera de pensar de Ethan había influido mucho en mí y en los últimos días había recordado cada palabra de hasta la más insignificante de nuestras conversaciones.

En mi mente visualizaba con claridad las veces que habíamos vuelto a hablar de Aladdín, incluyendo cuando le exigí que me cumpliera tres deseos a Ethan porque presumió ser un genio. También cuando ambos cantamos Un Mundo Ideal, para mí, la más hermosa de las canciones de Disney, que en la película era interpretada por el propio Aladdín y la princesa Jasmine mientras volaban por el mundo en una alfombra mágica.

Yo no había necesitado de un viaje triunfal por la tierra sobre una alfombra voladora para acabar viendo fuegos artificiales en China como hicieron Aladdín y Jasmine, cuando canté con Ethan bajo la luz de la luna después de cumplir un mes de novios igual sentí que volaba y una vida junto a él habría sido mi mundo ideal.

Claro que las cosas no se dieron como esperábamos, la vida nos reservaba varias sorpresas. ¿Por qué obtener algo cuesta tanto y en cambio perderlo es tan fácil? Es como escalar una montaña, lleva horas, pero para bajar son unos instantes si te arrojan o caes de alguna manera, el punto es que tal vez no sobrevivas.

El Contrato. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora