c i n c o

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"La mentira no es una opcion"


El primer día de clases siempre es toda una aventura.

Y ese año no era la excepción, Chan sentía los nervios a flor de piel. Ya había comido cuatro tostadas con mermelada y dos tazas de café mientras Samuel leía su horario muy relajado para el gusto del azabache.

-Chan, nos dejaras sin suelo- Samuel señalo el piso de madera donde el mayor no dejaba de caminar de un lado a otro –Todo saldrá bien, tranquilo-

-No, sé que algo saldrá mal-

-¿Cómo lo sabes? Ni siquiera llegamos a clases-

-Solo lo presiento- El castaño rodo sus ojos riendo.

Una hora más tarde, ambos caminaban hacia la universidad donde ya se podían ver los alumnos entrando. Sabía que sería diferente a su colegio, allí parecían mucho más maduros y responsables, no importaba si eras bonito, con buenas calificaciones o deportista.

En los pasillos muchos los miraban, talvez era el hecho que eran los menores o porque estaba a punto de comerse hasta los dedos.

-Samuel- el castaño miro a Chan que parecía asustado -¿Tengo algo en el rostro? Nos miran mucho-

-Nos miran porque te estas comiendo las uñas- lentamente aparto la mano de su boca –Y además, somos hermosos- Chan soltó una risita por las ocurrencias del menor haciéndolo reír igual.

–Me gusta tu confianza- el castaño subió sus hombros.

La ceremonia de inicio de año fue extrañamente rápida para Chan, pero a su vez fue un alivio. Por suerte para ambos, pudieron encontrar fácilmente su salón.

Los profesores eran muchos más grandes, con la ganas de impartir su conocimiento y sabiduría de sus años. Sus compañeros eran el doble de número que los años pasados pero tampoco era incómodo. Todos estaban pendiente a las palabras de los profesores y anotar.

De a poco aprendía cómo funcionaba todo. Sin darse cuenta ya había pasado el primer turno anotando que se había olvidado de sus nervios. Samuel era mucho más sociable por lo que ya había hablado con algunos compañeros mientras él se mantenía respondiendo los mensaje a Jihoon que parecía más emocionado que preocupado.

-Vamos a almorzar que muero de hambre- Chan no tuvo oportunidad de decir algo que fue arrastrado por el menor a la cafetería. Habian pocas mesas libres con las voces de todos hablando a un volumen bastante alto.

El exquisito aroma al almuerzo le hizo juntar saliva a ambos.

-Hay que ir allí- Samuel nuevamente arrastro al mayor entre los estudiantes para poder servirse.

Pero Chan tenía razón, algo iba salir mal ese día, no podría ser perfecto las veinticuatro horas.

Un plato de espagueti cayó directo en su camiseta blanca, las letras escritas en negro ya no se veían por la salsa de tomate y la pasta por su peso cayo en el suelo haciendo más desastre.

El silencio fue total en toda la cafetería mientras todos miraban la escena. Samuel llevo su mano a su boca sin saber qué hacer con certeza.

-Lo siento muchísimo, de verdad, no estaba prestando atención- Chan levanto su mirada tratando de mantener su dignidad pero el enojo se apoderó de él.

–Ya veo, esto es una venganza- Era el mismo chico que le había tirado el café el primer día. El chico sonrió pero el enojo de Chan creció

–Fue sin querer, no te vi, estaba distraído. Además, estamos a mano ahora-

-A mano ni un carajo- El azabache se dio media vuelta ara buscar un baño seguido de Samuel que le dio una mala mirada al estudiante mayor. El chico tomo del brazo de Samuel impidiendo que se fuera del todo.

-Dile que lo siento- el castaño rodo sus ojos buscando a su compañero.

Chan llego al baño tratando de quitar la mancha pero era imposible, el agua había empeorado todo y su chaqueta de tela de jean no cubría del todo el desastre. Samuel a su lado no dijo nada, solo le alcanzaba papel para que se secara.

-¿Está muy mal?- Samuel negó con su cabeza para luego asentir un poco.

–Puedes ir al departamento y cambiarte, tenemos una hora libre antes de la próxima clase-

-Okey, espérame y si puedes, guárdame un sándwich- Samuel asintió y Chan salió corriendo con su mochila en su espalda.

Las calles estaban desiertas pero fue un alivio, no muchos podrían ver su mancha en su camiseta que trataba de cubrir con su chaqueta.

-Hey! bonito, espera- Chan trato de ignorar las palabras tras suyo, pero al instante sintió como lo tomaban del brazo dándolo media vuelta. Era el mismo chico del café y espagueti.

El menor levanto solo una ceja soltando su brazo de la mano del mayor –No es necesario llamar la atención de las personas asi- Chan volvió a caminar al departamento cuando se dio cuenta que el chico lo seguía -¿Necesitas algo?-

-Que aceptes mis disculpas sinceramente- el joven empezó a caminar frente a él de espaldas.

Esa actitud de actuar como un genio en todo lo detestaba. -Las acepto, ahora permiso- el más bajo lo rodeo buscando sus llaves del departamento al ver el edificio.

-No lo dices sinceramente- Era imposible como no encontraba sus llaves en su mochila y todo empero cuando el chico se le acerco más.

–Agradecería mucho que mantuvieras la distancia- trato de frenarlo colocando una mano en su pecho sus mejillas se volvieron rosadas al notar lo firme de este.

-¿Te pongo nervioso?- sonrió, casi arrogante, molestándolo más.

-No, pero existe algo llamado espacio personal y tú lo estas rompiendo- La pared choco contra su espalda poniéndolo más nervioso.

–No soy bueno en ello, menos si eres tan bonito- Lo peor era que no se acercaba demasiado, solo lo suficiente pero sentía que no era lo correcto, menos si decía aquellas palabras.

Una tos falsa se aclaro y Chan sintió la vergüenza volver al ver al dueño de esa voz.

-¿Esta todo bien?- Seungcheol se cruzo de brazos levantando una ceja.

El menor, por impulso, empujo con fuerza al otro chico alejandolo lo más posible.

-Si hyung-

Chan busco nuevamente sus llaves encontrandolas finalmente. En silencio, Seungcheol lo siguió hasta llegar al departamento donde dejo la bolsa y mochila donde llevaba algunas pertenencias del menor.

-¿Que le paso a tu camiseta?- Seungcheol señalo la prenda que aun seguia húmeda.

-Un accidente. No se lo digas a Jihoon, se preocupa demasiado y estoy bien-

El mayor asintió pero lo siguio mirando -Chan, yo no soy nadie para decirte lo que debes o no hacer pero te estimo mucho- el menor sonrio levemente mirando el suelo -Debes tener cuidado, no olvides tus principios por un joven bonito. Mentir nunca es una opcion-

-Gracias hyung-

Era en momentos asi donde agradecía la precencia de Seungcheol. Mas que su cuñado se había vuelto un amigo en el que podía contar siempre.


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Perdón por los errores
y horrores de
ortografía.

Permítanme que inicie el drama, solo por mi cumpleaños😊

Por otro lado, me quiero disculpar
por no actualizar
seguido. Se que merecen
que lo haga seguido, pero no me
esta alcanzando el tiempo
para mis obligaciones
(Más si estoy a poco de graduarme)

En fin, muchas gracias por leerme♡

Dos Anillos Para Mi Cuñado → Jicheol ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora