" El Misterio De La Novia " (Diabolik Lovers y Tú)

Capítulo 27: "Ataque Inesperado"

Ran/Kureno

3:00 am.

Habíamos decidido descansar las dos horas faltantes para el amanecer, pero no iba a ser posible, pues en el momento en que se nos ocurrió abandonar la habitación...

-¡Cuidado, Azusa! -Le grité desde mi lugar, tres de los lobos de Shin rompieron el ventanal al cual él le estaba dando la espalda, pero le dio tiempo a esquivar los vidrios rotos.

-¿Otra vez? ¿Van a pelear? -Preguntó Yuma poniéndose a la defensiva al igual que los demás

Los otros ventanales también se rompieron, estábamos siendo rodeados, los lobos gruñían y atentaban contra nosotros -su presa-.

-Ya tienen su objetivo, ____. Ahora no les importará nada más. -Aclaró Reiji

-Maldición -Musitó Haru, transformándose en lobo también, su ropa se deslizó por su cuerpo hasta quedar tirada en el suelo y comenzó a gruñir en contra de los otros cánidos.
Su pelaje era castaño claro, como su cabello, y sus ojos verdes brillaban con furia. Miré a mi alrededor y noté al lobo albino enfrente de mí, sus ojos, en ese momento rojos me miraban fijamente: era Yuki. Estaba en control de la manada en ausencia de Shin

Pero si sus lobos estaban aquí quería decir que él estaba cerca, y eso no es bueno.

-¿Siguiendo los pasos de Shin, Yuki? -Pregunté, hablando con mi mandíbula tensa. Miré a los demás por encima de mi hombro -Tengan cuidado con el albino, es el beta de Shin. -por suerte no podía crear ilusiones en ese estado, pues perdía su consciencia y solo se guiaba por instinto.

Y así fue como comenzó...

Como había pensado antes, parecía muy fácil. Pero con los hermano Tsukimami nunca es solo: "Luchar y tomar lo que te quitaron", como siempre, en toda batalla hay heridos. En toda guerra hay muertos. Por más inmortales que parezcan, por más capacidades de sanación tengan...

Somos inmortales, sí. Esa es la regla, no morimos por vejez.

Ah,

Pero toda regla tiene su excepción.

¿Nuestra excepción? Hay varias, la de ahora: La luna roja.

Y Con ella, nos debilitamos.

Todas las estanterías estaban tiradas al suelo, vidrios por todos lados y cuerpos inmóviles de lobos. Pateé uno que acababa de morderme y ví como un grupo de los lobos, que parecían multiplicarse, se dirigían violentamente hacia Subaru, quien estaba distraído luchando contra otros dos.

-¡Subaru, cuidado! -intenté advertido, llamando la atención también de los demás quienes voltearon a verlo una vez pudierin

Lamentablemente captó mi grito muy tarde

-SUBARU. -Practicamente todos en la habitación gritaron al verlo ser derrumbado por aquellos lobos. Pronto los demás se le unieron, cortándolo, mordiéndolo y desgarrando su piel, había un gran charco de sangre. Pero claro que no nos quedamos quietos, intentamos librarnos de los que teníamos encima y fuimos a ayudarle inmediatamente.

Los lobos habían formado una especie de círculo espacioso -debido a que un quedaban muchos- alrededor de nosotros cuando logramos atravesarlos para llegar a él, tenía el ceño fruncido y los puños apretados

-Maldición -Dijo con su mandíbula apretada, las heridas que tenía en el abdomen debían doler sin la capacidad de sanar rápido. Estaba medio sentado, con una mano apoyaba el peso de su cuerpo y la otra presionaba las heridas para intentar detener la hemorragia