• Capítulo 1. "Primera vista"

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+ Seúl , 21:30hs , Aeropuerto internacional de Incheon.

|El avión acaba de aterrizar|

Siento como se acelera mi corazón, estoy emocionada y algo nerviosa. Todavía no logro visualizar a mi amiga Ashley. Quién se suponía iba a venir a buscarme para llevarme a su casa. Voy a quedarme con ella hasta que encuentre un trabajo para poder conseguir después, un lindo departamento.

Traje conmigo mi tesoro más preciado: mi cámara. Quiero poder hacer fotos increíbles e inmortalizar los mejores momentos, para así poder crear millones de recuerdos que no solo sean visibles en mi memoria.

Bajé despacio del avión, intentando no tropezarme.

—Ahora me doy cuenta que no fue tan buena idea ponerme tacones —alegué, mientras miraba los escalones del avión.

—Ya lo creo —declaró Ashley en un tono sarcástico y algo burlón. Ambas reímos y nos dimos un fuerte abrazo.

Mientras caminábamos hacia su auto, me tropecé y casi me caigo al suelo, de no ser por un joven pelinegro que alcanzó a sostenerme de la cintura, justo a tiempo. Lo miré por un segundo, que para mí fue como una eternidad. Él era realmente muy apuesto, sus ojos parecían los de Bambí, y podías apreciar un hermoso lunar en el lateral izquierdo de su nariz, además de una pequeña cicatriz que decoraba su mejilla. Él me miró con cara de preocupación.

—¿Estás bien, no te lastimaste verdad?—enseguida, y haciendo un movimiento algo brusco, me solté de su agarre, quedando parada frente a él. Mis movimientos lo sorprendieron un poco, pues se notaba la confusión en su cara. Inmediatamente, hice una reverencia lo más pronunciada que pude.

—Gracias por no dejar que me caiga, en verdad —estaba nerviosa y avergonzada. Pero él solo sonrió, hizo una pequeña reverencia y se fue, así, sin más. Mientras yo seguía parada en el mismo lugar, inmóvil, viendo como él caminaba hacía sus amigos que eran seis. Todos Coreanos, como era de esperarse. De pronto, siento un chasquido, que me saca del trance en el que me había dejado la sonrisa de ensueño de ese hermoso chico, que ya se había alejado tanto que no lo podía ver. Era Ashley, que tenía su mano justo frente a mi cara, y no paraba de chasquiar los dedos de una forma muy intensa.

—¿Qué pasa? ¡Deja de hacer eso!—la miré un tanto molesta.

—¿A mí? Nada. ¿Qué querías que haga? Si te quedaste embobada mirando inmóvil, como se alejaba ese chico, que te salvó de que te rompas los dientes contra el suelo —eso último lo dijo burlándose—. Así que, ahora que tengo tu atención...¿Podemos irnos de una buena vez? Digo, no es que quiera apurarte, pero...Tengo hambre —me reí, ella siempre tiene hambre, se la pasa comiendo y nunca engorda. ¡Vaya suertuda!

23:00hs: Llegamos a casa de Ashley.

Me dí una ducha reparadora. realmente necesitaba una, había estado todo el viaje muy tensa y nerviosa. Recién ahora, gracias a esa ducha, había logrado relajarme un poco.

Ashley compró pizza y helado, antes de ir a casa, para según ella, “festejarmi llegada. Bueno, no pienso negarme a una rica pizza con queso extra, ni mucho menos a un poco de delicioso helado de mi sabor favorito: fresa.

Ashley quería ver una película pero se quedó dormida a los cinco minutos en el sofá. Me levanté lo más sigilosamente que pude, no quería despertarla. Busqué una manta y la puse sobre ella, era una noche realmente fría.

Al entrar al cuarto y mirar mi ropa del día de hoy, junto a mis maletas (sí, traje más de una). Recordé el momento en el que ese chico, con ojitos de Bambí, me tomó de la cintura para evitar que me estrellara contra el suelo y sonreí.

•••

Espero que les guste esta historia, la estoy escribiendo con mucho amor. Y realmente me esfuerzo por no tener errores de ortografía, ni de conexión entre capítulo y capítulo.

Como es mi primer historia, soy como una mamá primeriza, llena de dudas.

Emily Love Story 🥀 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora