• Capitulo 18."Una felicidad multiplicada por tres"

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Jungkook llamó a Ashley, necesitaba saber si estaban juntas o si Emily estaba en su departamento sola.

—¿Qué dijo?—investigó Yoongi serio.

—Está sola en su departamento. Ashley dijo que estaba muy deprimida, al punto de querer dejar todo para volver a Argentina. Nos debemos apurar.—aseguró el pelinegro.

—¡Vayamos por ella entonces, pisa el acelerador JK!—clamó Yoongi con efusividad, y subió el volumen de la música.

De pronto se percataron de que había luna llena.

—Que hermosa luna.—señaló Jin

—Muy hermosa, me recuerda a los ojos de Emily.—añadió Jungkook, por el tono de su voz, era muy fácil darse cuenta cuanto la estaba extrañando.
...
Llegaron al departamento.

—Ve tú, nosotros te esperaremos en el auto, ustedes necesitan privacidad.—decretó Jin.

—Gracias hyung, de verdad te lo agradezco mucho.—le agradeció sonriente, para luego bajarse del auto corriendo.

Jungkook tocó timbre más de diez veces, pero nadie respondía.

—¿Será que ella salió? No lo creo, ¿a dónde iría?—se cuestionó llevando sus manos a su cabeza, revolviendo sus oscuros cabellos.

La vecina de Emily había salido a sacar la basura.

—¡Disculpe!—llamó su atención, tocando el hombro de la señora.

—¿Qué sucede joven?—indagó la señora, muy curiosa, sonriendo.

—¿Sabe si la chica que vive al lado suyo, salió?

—No, Emily llegó hace varias horas con su amiga, después se despidieron y ella no volvió a salir. Debe estar adentro, se la veía agotada.

—Muchas gracias, me ayudó mucho.—le sonreí.

—Me alegra haber ayudado a un muchachito tan guapo como tú.

Jungkook corrió de nuevo al auto.

—¡Qué rápido volviste!—expuso Yoongi asombrado.

—No hyung, no la vi aún. Ella no me abre la puerta. Le pregunté a la vecina y dijo que ella está dentro. Vine a buscar las copias de las llaves para entrar. Pero...¿Dónde las dejé?—se preguntó agobiado.

Yoongi y Jin también comenzaron a buscar.

—¡Las encontré!—anunció emocionado.

—Bien hecho hyung, te debo una.

—Dos—aclaró Yoongi riendo—. Me debes dos...Jungkook.

—Lo sé, te recompensaré. Conseguiré un gran árbol de mandarinas sólo para ti.—ambos rieron.

Jungkook volvió a correr al interior del suntuoso edificio. Abrió la puerta con suma delicadeza, no quería asustarla. Las luces estaban todas apagadas, pero se alcanzaba a ver algo, gracias a las luminarias que habían en la calle.

No la encontró en la cocina, ni en el baño.

Debería estar en su cuarto.

Al llegar al cuarto, vio la puerta abierta hasta la mitad, pasó por ahí sin abrir más. Encendió el pequeño velador de Emily, ese de la luz tenue que apenas alumbra. Se puso de rodillas junto a la cama y la observó. Ella tenía sus auriculares puestos, la música estaba tan alta que incluso él, alcanzaba a oírla. Se percató de que había estado llorando, pues aún había una lágrima sobre su mejilla. Pasó su dedo pulgar, quitándosela del rostro, odiaba que ella sufriera. Emily se sobresaltó al sentir su tacto, abriendo sus ojos muy grandes, se sentó en la cama de una manera tan brusca que se le salieron los audífonos.

Emily Love Story 🥀 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora