"En mis entrañas"

"Elsa"

La garganta me está quemando y toda la habitación gira en torno a mí; la boca me sabe amargo, siento como todo se va reduciendo a nada, todo se va haciendo pequeño alrededor mío.
Lo último que siento son mis rodillas chocando violentamente en contra del piso, mi vista es bastante borrosa pero puedo ver como un par de botas se acercan a gran velocidad... y de repente; todo es oscuridad.

...

Una voz se oye a lo lejos, no logro escuchar que es lo que dice.
Quiero dormir, mi cuerpo pesa como plomo y todo me duele, no quiero abrir los ojos. La cama es tan suave y cómoda, algo me hace cosquillas en la nariz; es mi cabello, quiero quitarlo de mi rostro pero no puedo; tengo las manos amarradas.
Esto hace que rápidamente me reincorpore. Observo todo a mi entorno, el corazón me late de una manera incontrolable; reconozco la habitación de inmediato; era en la que yo dormía de niña.
Una tensión se guarda en la boca de mi estómago cuando me miro frente a un espejo: tengo una túnica roja, todos los moretones y cortes que tenía fueron cubiertos con maquillaje, en la cabeza llevo una rosa blanca dentro de la trenza que adorna mi cabello y una intravenosa está pinchando una de mis venas, la sangre comienza a escurrir debido al movimiento agitado que acabo de hacer, la mano comienza a sentirse fría ahí en donde está la aguja.

De un momento a otro soy presa del pánico, corro hacía la puerta y trato de abrirla en un intento vacío; tiene llave.
Comienzo a deambular de un lado a otro, lo que parece ser suero se mueve conmigo; la cabeza y el cuerpo me duelen como nunca.
La idea de tumbarme en la cama y dormirme para jamás despertar es muy tentadora... ¡NO, YHUN, NO, TIENES QUE SALIR DE AQUÍ!-  Trato de armarme de valor y fuerza para afrontar lo que he vivido, toda mi familia me ha traicionado y como si eso no fuera suficiente, me cargué a mi papá; eso hace que un sentimiento que no logro reconocer se aciente en mi pecho y lo estruje con fuerza.

-Ya no tengo a nadie- Susurro para mis adentros.
Gabriel y Yuz no han venido a buscarme, quizás los atraparon igual que a mí.
Una ira momentánea me abarca porque recuerdo como me traicionaron y la forma en la que me hicieron sentir, yo ya no tengo sentimientos para nadie...

-¡Carajo!, ¿A quién engaño?- Quiero salir y buscar a Yuz, sentir su calor y sus brazos en los que solía refugiarme en los peores momentos.
Mi boca no se siente tan seca como antes, lo que indica que el suero está haciendo bien su trabajo.
Me siento en la cama, voy descalza y los pies me duelen mucho, las sogas de mis manos y la aguja comienzan a hacer estragos en mi piel; puedo ver como unos verdugones mezclados con sangre se hacen notar en ellas.
Ya no quiero llorar; sin embargo todo lo que he vivido puede más y rompo en llanto; ya no puedo más.
Después de un par de minutos vuelvo a ponerme en pie y esta vez quiero romper la puerta a patadas, no me importa que tenga que hacer, voy a encarar a la víbora de mi madre, voy a salir de aquí y ya no importa si tengo que matar a alguien más para conseguirlo.

-¡¡ABRAN LA JODIDA PUERTA!! ¿EN DÓNDE CARAJOS ESTÁ ELSA? ¡MALDITA! ¿CÓMO PUDISTE HACERME ESTO?-
Nadie responde en los primeros momentos y tengo la garganta muy irritada. Detengo la cabeza contra la madera y fijo mi vista en el espejo que tengo a lado, camino hacía el y sin pensarlo tanto lo rompo, uso mi codo para hacerlo y una lluvia de vidrios se esparce por la habitación; como puedo recojo un pedazo.
-¡Este maldito suero!- Arranco la aguja que se entierra en mi piel con la boca y suelto un gemido ahogado, duele como los mil demonios.
Trato de hacer lo mismo con las cuerdas pero no logro más que apretarlas más, está bien, así puedo hacer lo que quiero.
De nuevo voy a la puerta y grito; esta vez más fuerte.

-¿CREÍSTE QUE IBAS A PODER MATARME? ¿DE VERDAD CREES QUE ME VOY A QUEDAR QUIETA MIENTRAS ME SACRIFICAS COMO SI FUERA UNA GALLINA? ¡PUES LAMENTO DECEPCIONARTE MAMÁ! ¡PRIMERO ME MATO YO! ¿ME OYES?-
Justo cuando mis manos se dirigian a mi estómago empuñando el vidrio la puerta se abrió...
-Joder, ya veo porque mamá se quiere deshacer de ti, eres un verdadero dolor de huevos, Yhun-