Tierna Maldad (#Fusco1)

Capítulo 4

POV´S ARTEMIS:

Me está matando el dolor de cabeza y no bebi casi nada, se supone que tengo que estar sobrio y sin cruda para el funeral del imbécil, ni siquiera debería de estar aquí estoy de “luto”.

Una reverenda mierda, estoy jodidamente feliz de que Arthur este muerto.

Me siento sobre el sofá, sigo en la oficina del club, sobre la mesa hay dos vasos, uno de esos vasos tiene lápiz labial rojo.

La chica.

Su olor tan frutal sigue sobre mí, no puedo olvidar ese hermoso rostro, esos ojos y creo que me drogo.

¡mierda! Que imbécil eres Artemis.

Si mi padre estuviera aquí diría que soy un idiota de mierda, dejándome llevar por mis malditos impulsos, el hombre estaría furioso, yo lo estoy. Pero es que joder, jamás había visto algo así, ese cuerpo, esa piel, esos ojos, siento que he visto esos ojos en otra parte.

Recuerdo algunas de sus preguntas, bueno a medias, me pregunto acerca de una entrega y de algo de la australiana... da igual lo que pregunto, aun así, la voy a matar.

La puerta se abre, Tobías con su mirada seria e imperturbable entra a la oficina, el camina hasta las cortinas las abre, haciendo que el sol ilumine el lugar, llevo mis manos a mi rostro y gruño enojado.

—¿viste a la chica con la que estuve anoche?— el niega observándome y deja los papeles en sus manos sobre la mesa.

—no y no es importante— el abre los papeles sobre la mesa y me observa— tenemos a la asesina de tu padre.

Al ver la foto mis ojos se abren en sorpresa, no puedo dejar de ver su mirada seria, sus facciones delicadas, sus ojos. Primero mata a mi padre y luego me droga.

¿qué querrá esta chica?

No me importa, no voy a dejar que ella siga con esto, le mostrare que conmigo no se juega.

No me importa que allá matado a mi padre, en algún momento iba a hacerlo, me importa más el hecho de que me haya drogado para sacarme información. Mi padre solo era un imbécil, decía más de lo que hacía, se merecía la muerte más atroz y creo que ella solo le dio un cariño, lo mato muy rápido, tenía que hacerlo sufrir más.

—se hace llamar de muchas formas, su nombre oficial es Malie Serra, agente de la E.C.M.I, una de las mejores asesinas de la organización— lo observo, esperando que diga que la tienen, pero por su mirada de enojo sé que no la tienen.

—¿y por qué aún no está frente a mí?— Tobías se pone derecho, acomoda sus lentes negros y me observa.

—ella no es tan fácil de encontrar Artemis, justo porque es una de las mejores en ese equipo, está demasiado bien protegida, acercarse a ella es imposible— imposible, Tobías sabe que esa palabra no me gusta, porque con dinero casi nada es imposible.

—me da igual, la quiero en mi casa para ayer— me levanto del sofá y tomo mi saco, camino a la puerta de la oficina y salgo encontrándome a mis guardias ahí, ninguno dice nada y no me molesto en decir algo, ellos saben que son unos inútiles. Todos son unos inútiles, matan a mi padre y no hacen nada, ni siquiera se dieron cuenta de nada, hasta que no fue ya demasiado tarde y la maldita escapo.

No sé a qué está jugando la señorita Serra, pero su juego no le durara mucho.

Mi padre no era un buen hombre, yo tampoco, pero soy mucho mejor que el, Arthur era el ser humano más mierda del mundo, ni siquiera era capaz de tratar bien a su mujer o a sus hijos, sentí tanto alivio cuando me dijeron que alguien lo había matado. Ahora soy el jefe de la mafia italiana, de la más poderosa de todas y sé que lo hare mejor.