Capítulo 1

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POV´S MALIE:

Lo veo, hace rato que sus ojos están en mí, me observa depredador, esperando el momento justo para acercarse a mí, acaricio mi cuerpo, mientras que me muevo al ritmo de la música, me deslizo despacio por la barra de metal, mientras que sus ojos observan cada movimiento, recorro cada esquina del lugar con mi mirada, mientras que doy vueltas en la barra.

Estoy lista.

Me acerco a él, me subo sobre su regazo, lo siento observar mis ojos color esmeralda, el hombre es rápido y está decidido a tocarme, lleva sus manos a mi trasero, mientras que bailo sobre él, sus ojos en los míos y apuesto a que ni siquiera sabe quién soy, no le importa, solo le importa mi cuerpo. Me levanto de su regazo, tomo su mano y nos dirigimos a un lugar más privado, no hay nadie más que nosotros.
Al fin.

Lo empujo hacia la cama, tomo las esposas, las coloco en sus manos, queda esposado y observándome con tanta lujuria que es hasta un poco incómodo para mí, tomo cinta y la pongo sobre sus labios, su mirada de confusión es obvia, hasta que me subo sobre su regazo y lo veo a los ojos, entonces me quito el velo, los lentes de contacto color esmeralda y la larga peluca rubia, y sus ojos se abren en reconocimiento.

—Fiore— murmuro observándolo a los ojos, esta petrificado, no sabe que está pasando— en media hora necesito el auto listo.

Murmuro para el micrófono que llevo escondido.

—está todo listo— esbozo una sonrisa y me bajo del regazo de Arthur Fiore, sus ojazos verdes que estaban consumidos por la lujuria ahora expresan algo más, odio, resentimiento, enojo, tal vez está enojado con el mismo.

El hace el intento de gritar, pero, nadie nos escucha o bueno, nadie que pueda entrar a ayudarlo.

—shh— lo veo— no grites, nadie te va a ayudar.

Aun así, sigue intentado gritar, blanqueo los ojos y esbozo una sonrisa, me acerco y lo abofeteo con fuerzas.

—ya cállate, no me dejas concentrarme— sus ojos vuelven a mí con odio y mi sonrisa se hace más grande— esto será más rápido de lo que me gustaría, porque tus guardias saben que no duras mucho, así que tengo que irme antes de que vengan a preguntar.

Saco cada daga guardada en mi traje de bailarina y me acerco a Arthur me siento sobre su regazo, y lo veo a los ojos.

—te diré algo Arthur, mi equipo quería hacer esto de una forma más tranquila— paso mi daga por su rostro cortando de forma profunda— pero me negué, no mereces morir de forma tranquila.

Paso mi daga por su frente, sus mejillas, sus orejas, cortes limpios que lo hacen gritar y gimotear debajo de mí, su sufrimiento me deleita, me excita.

Levanto la mirada, cuando escucho la puerta, alguien toca. El me observa triunfante, pero yo le doy una sonrisita.

—señor ¿todo está bien?

—si haces algo estúpido, hare que cada uno de tus hijos sufra la muerte más dolorosa que te puedas imaginar— llevo mi daga a su cuello y quito la cinta.

—¿señor?— lo miro amenazante y el carraspea.

—¡estoy bien! joder ¿no puedo coger en paz?— su mirada de odio hacia mí me causa una sonrisita burlona.

—lo siento señor, si señor.

—maldita hija de puta— Fiore me observa y sus palabras lejos de molestarme me causan otra sonrisa burlona.

—¿quieres que te corte la lengua?— el niega, así que yo asiento, tapo su boca con la cinta adhesiva y le doy una sonrisita— será mejor que termine.

Tierna Maldad (#Fusco1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora