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Capitulo II. Como matar a la patria
He progresado en la investigación de mis sospechas y aunque aún no concluyó la primera parte de este trabajo autoimpuesto, he logrado obtener una mayor información. Japón, quien se ha unido a mí recientemente es una de mis fuentes más confiables, ella parece ser una de esas naciones viejas por lo que posee todo tipo de información que facilitan mi estancia en esta pequeña isla.
Me ha hablado sobre cinco posibles reencarnaciones anteriores a mí, reveló datos importantes que me sirven de guía para ser capaz de diferenciarlos, como el tipo punk antes del ninfómana y el narcisista después de él, claro, no puede faltar el asesino de México y mi antecesor más directo, puede parecer poco, pero es más de lo que podría obtener por mi cuenta, sin embargo, la remodelación de esta vieja casa me ha abierto las puertas a una nueva oportunidad.
El saber de la existencia de más como yo, unos 45 diarios correspondientes a la larga colección de jarrones, más uno extra que me entregaron antes de llegar aquí, suponiendo que se trata del tipo que ví al ‘nacer’.
Aunque el número de diarios poseídos no corresponde al número de jarrones. Cómo sea, puedo continuar con esta larga búsqueda después de leer los diarios encontrados para poder darle un orden más exacto, seguiré con las actualizaciones cuando obtenga algo más.
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5:35 otra reunión más que dió fin, ahora con Japón haciéndole compañía en público y la ayuda no tan secreta de algunos latinos, USA parece no titubear más ante nadie, más seguro de sí mismo haciendo frente a los espías que lo acechan con frecuencia y a las órdenes del presidente.
USA pensó que esto le traería paz, una calma capaz de inundar lo más profundo de su ser, pero contrario a sus ideas y con su segundo mes de vida concluido ha empezado a presenciar las famosas “pesadillas” de las que Japón le ha hablado tanto.
Son noches intensas dónde despierta con sudoración excesiva, el corazón latiendo tan dolorosamente y la cabeza llena de dolor, un deje en su consciencia al no ser capaz de recordar los sueños y una inquietud que no parece querer abandonarlo.
—¿Cuántas noches son ahora?— Japón deja el vaso de café frente a él.
—No lo sé, perdí la cuenta después de la primera semana— sostiene su cabeza con fuerza, aún puede sentir el mareo inundar su cuerpo.
Fue antes de que la reunión concluyera, ONU intento un ejercicio de confianza, él junto a Rusia pasaron al frente para ejemplificar, pero por alguna extraña razón tener a Rusia tan cerca le invadió de un terror incomprensible, no pudo soportarlo, el miedo era tanto que cayó al suelo sobre sus rodillas y vómito encima de los zapatos pulidos del ruso.
