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Con los pasillos vacíos ningún país ha permanecido ahí, no es que sea una sorpresa, la sorpresa fue ver qué ASEAN también manejo una reunión. Darse cuenta no fue difícil, que vergonzoso recordarlo, pero realmente casi choca con la organización asiática quien le recomendó ser más atento.
Pero aún así se centro en su camino de salida, con la reunión finalizada de ASEAN era de esperar encontrar a los asiáticos en su camino, ellos hablan tranquilamente, bromas soltadas que su traductor avanzado descifra como comentarios burlones sobre la reciente reunión.
Algunos de ellos despectivos sobre como se presento Japón y la mayoría sobre la reunión con ONU. Él ignoro todo, paso de largo a todo aquel que estuviera al frente.
La luz del exterior se muestra como una salvación. ¿Desde cuándo se siente tan ansioso? Es rápido, más rápido que antes, no entiende el instinto de seguir la luz, es como si buscará desaparecer la ansiedad. ¿De dónde sale este instinto?
Como un mosquito siguiendo la luz, persistente, necio. Es entonces que el ruido de su teléfono sonando con fuerza lo sobresalta, las conversaciones amenas se detienen de golpe y todos los ojos se fijan en él, lo peor de todo, es que no entiende el repentino golpeteo doloroso de su corazón, puede sentir su cuerpo debilitarse y no puede controlar el temblor que no sabía que tenía al tomar el teléfono y leer el título de “Jefe” sobre el contacto de llamada.
Se pierde en los susurros discretos que su traductor no es capaz de detectar y aún con los dedos afligidos responde antes de llevar el dispositivo a su oreja.
—¿Cómo va todo en tu primer día de trabajo, América?—
El susurro en su oído lo palidece, su cuerpo de repente se siente pesado, aún así, se fuerza en dar un par de pasos a la salida. Quiere decir que solo está actuando cuando su voz desquebrajándose sale sin orden al responder un suave “Bien”.
—Sabes que mentir no es una opción América, tengo ojos en tí, sé de los inconvenientes en la reunión—
Él lo sabe, pero aún así tiembla de miedo al verse vulnerable, no entiende el miedo irracional que ahora posee, él nunca se sintió intimidado por el humano, pero ahora, es como si no fuera el mismo.
Camina rápido a pesar de lo cansado que se siente por soportar su propio peso, ya ni siquiera escucha las amenazas del mortal por arruinar el plan cuando nota que está a unos pasos frente a una casa que no es la suya.
—Alejate de esa casa ahora América—
Un terror lo invade, es aún más grande que al principio.
—América, alejate ahora—
Él no lo quiere hacer, en realidad, ahora empieza a sentir sus propios sentimientos, el miedo se ve opacado por la furia, se siente aliviado al haberse recuperado a sí mismo, no sabe que es lo que le ocurrió hace unos momentos, pero sabe que odio sentirse intimidado. No, odio sentirse perdido.
Perderse a sí mismo, eso es lo que lo aterraba de verdad, algo, no sabe que, algo lo ataca por dentro y contradice su sentir. Cuando el mortal réplica al otro lado de la línea, no evita el rechinar los dientes y vocifera su silencio, sus palabras firmes se descontrolan al gritar que es una molestia.
No piensa las cosas cuando cuelga, no es como si lo hubiera pensado antes de actuar, el recuperarse de golpe con toda esa ira dentro de sí fue confuso, no lo puede decorar, pero ahora que ha colgado la llamada, puede notar que hay ojos mirándole y cuando voltea para confrontarlos no evita la sopresa.
México, aquel país que fue capaz de arremeter contra una nación y contradecir a una organización, con los ojos llenos de furia, el entrecejo fruncido y los labios torcidos. Todo en él grita peligro, con su mal encuentro en la reunión de ONU sabe que ese país está loco, loco loquísimo.
Enfrentarlo ahora sería como enfrentar al ruso con sus hermanos por segunda ocasión.
—¿Qué haces aquí?— entre los gritos que soltó en la reunión anterior, él no había tenido la oportunidad de escuchar apropiadamente su voz, además, durante el encuentro aún se encontraba aturdido por la paliza recibida, esa fue la razón por la que FBI lo tomo en brazos cuando México lanzo un golpe en su dirección, recibiendo todo el impacto.
Pero ahora, es capaz de reconocer el tono grave que suelta con tanta facilidad, y sin nadie que se interponga entre sus puños a su defensa, duda que sea buena idea confrontarlo ahora, así que no dice nada por un tiempo.
—¿Estás sordo acaso? ¿No te funcionan bien los putos oídos?— los reclamos se intensifican, la voz se vuelve más fuerte, más agresiva.
Entonces todos salen de sus casas, lo cual no es bueno porque todos son americanos, todos ellos lo odian, mira a la multitud amontonarse, sin embargo, el dueño de la casa frente a sus narices no sale.
—¿Qué hace ese marica acá?— Venezuela espeta, con cigarro en mano y Ecuador detrás de él.
—Mierda parce, deje lo que estaba haciendo y regrese a su casa antes de que las cosas se pongan feas— Colombia limpia el sudor de su frente.
No está siendo agresivo, solo le advierte de las consecuencias de seguir ahí, USA piensa que talvez, el colombiano es igual que Brasil, neutral.
—¿A tí que mierda te pasa?— Perú se dirige al colombiano, golpea su hombro y frunce a un más el seño, pero el otro no lo golpea de regreso, es más, no hay respuesta alguna a su comportamiento y eso enfada más a Perú —¿Ahora estás de su lado también? ¿Vas a defenderlo a él Colombia?—
Los gritos de Perú son más intensos que los de México, USA es quien frunce el seño ahora, piensa abrir la boca para contradecirse a sí mismo, pero entonces es Nicaragua quien abre la boca primero.
—¿También? Quieres decir “también” de que ya lo hizo antes y no dijiste nada— hay indignación en él.
Brasil, quien permanece en silencio incluso abre los ojos en señal de sopresa mientras todos vociferan por saber quién fue el anterior.
Colombia duda, lo nota cuando ve fijamente detrás de él.
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ෆ╹ .̮ ╹ෆ
Actualización:
Este capítulo es más fácil “llegada” hablaba de la nueva ‘niñera’ de USA y como Alemania había realizado un segundo acto de bondad llevando al pobre USA al aeropuerto, las cosas se complican un poco cuando el vuelo se atrasa por varias horas y no se le informa nada a la representación, haciendo que se sienta avergonzado por hacer esperar a Ale.
