La débil luz de la Luna alumbraba ligeramente los jardines del Castillo que pertenecía al rey de las pesadillas. La noche apenas habia empezando. En ellos el matrimonio daba un paseo de aquellos que amaban hacer juntos. Tomados de las manos y ya sea hablando de algunas cosas triviales o que debian de hacer, o como en este caso, en un cómodo silencio.
El monarca durante esto, dirigió por un momento y de forma disimulada, su vista hacia sus anillos matrimoniales, sin poder evitar que se le escapara una ligera sonrisa de enamorado. La cual no paso desapercibida a su esposo, quien de igual forma sonrio y le beso el pómulo. —Es lindo cuando sonríes, deberías hacerlo más— el monarca, con ligero rubor quien desvió la mirada mas sin poder quitar su sonrisa —En tus sueños.— el de cicatriz río. —En su caso, le pediré a mi cuñado que mis sueños sean ver tu sonrisa~—
—A veces eres un imbécil— finalizó para mirarle con una sonrisa ladina. Finalmente ambos luego de un rato, decidieron sentarse bajo un manzano, Cross sentándose y Nightmare sentandose en sus piernas mientras le abrazaba y escondía su cara en su cuello. Las manos del menor acariciaban con suavidad al contrario.
—El tiempo pasa rápido ¿No lo crees?— hablo el de orbes color jade.— Ya paso un poco mas de un año desde que estamos casados— el monocromatico sonrió al recordar aquel día. Ver a Nightmare esperandole en el altar, sus anillos, los votos, había sido un día dedicado únicamente para celebrar lo enamorados que estaban ambos. —Pareciera que ayer fue el dia de nuestro matrimonio— soltó en tono sereno el de cicatriz.— Quien diría que me terminaría casando con quien en sus inicios odiaba— continuó con una risa, el otro le siguió.
—Yo ni siquiera pensé en casarme, era algo imposible a mis ojos.— dijo recordando una de las discusiones que tuvo en sus inicios con su actual marido.
—¡No pienso hacer eso! Es cruel ¿En que estas pensando?
Alegaba el menor, quien no quería herir a aquel universo inocente únicamente para el propio deleite de su jefe, ni siquiera era para su universo, lo quería ver sufrir solo porque le apetecía. Quien solo levanto una ceja para seguido dar una sonrisa arrogante y maliciosa. Para luego con uno de sus tentáculos ahorcarle y estamparle contra la pared.
—Oww Cross, no te estoy pidiendo tu opinión sobre si piensas o no hacer eso. Lo vas a hacer te guste o no. A menos que claro no quieras de vuelta tu mundo, en ese caso igualmente sería divertido quebrar la poca cordura que te queda.— decía mientras que con cada palabra observaba como el de cicatriz intentaba librarse del contrario. Girando los ojos y con molestia, dejandole caer más eso no significaba que había puesto en punta uno de sus tentáculos para seguido ponerlo en el pecho del mas bajo. Quien tomaba grandes bocanadas de aire para recuperar el aire que no habia podido tener hace unos segundos.
—Empieza a cuidar tus palabras conmigo, te recuerdo que yo soy quien te esta ayudando a volver a tener tu mundo. Asi que haz lo que te ordene y hazlo bien, no me desobedezcas.— Seguido se fue, mas sintiendo la mirada de odio hacia su persona, pero no era como que le importara.
Sabia y admitía que por ese tiempo, solía usar bastante el talón de Aquiles de Cross, para mantenerle controlado su desobediencia. Sus antiguas acciones le eran si bien entendibles, no significara que le eran justificables.
—No te mentire en que eras la ultima persona con la que esperé que me casaría— interrumpió el contrario, sacándole de sus pensamientos, quien sonrió—Concuerdo—.
—A propósito…— ¿Seria buena idea preguntarlo ahora?— quería preguntarte algo— el monocromatico asintió y le observó. —He estado pensando y… no lo se, creo que me gustaría formar una familia contigo.— dijo con ligeros nervios, más con confianza de decirle eso a su amado.
—Creí que odiabas a los niños— dijo Cross mientras arqueaba una ceja, el contrario le siguió —y los odio, pero… la idea de formar una familia y tener un hijo no me desagrada. Se me hace hasta algo… bonita.—
Dijo lo ultimo en murmuro, pero que su esposo pudo escuchar, sonriendo con comprensión y tomando entre sus manos la cara del mayor, obligando a mirarle.
—Tu sabes que estaría más que encantado en formar una familia contigo, imbécil, no tienes porque ponerte nervioso, ni que me estuvieras pidiendo matrimonio— dijo entre pequeñas risas, el azabache sonrió ligeramente, el le conocía a perfección sin mencionar que era alguien observador. Pudo notar sin esfuerzo el como los nervios lo comenzaban a invadir. —Tampoco es como que hubiera podido en su momento ¿No te pudiste aguantar unos dos días para yo poder pedirte matrimonio?— reclamó desviando la mirada un momento, mas volvió a enfocarla en el de cicatriz cuando continuó la conversación.
—No, fijate que no podía. Además, aunque pudiera retroceder el tiempo, seria egoísta y te lo pediría igualmente ese día para ver tu cara de sorpresa al ver que no pudiste ser quien pidió la mano del otro.— ante eso, el de ojos jade solo rodó los ojos —eres un idiota— para seguido besar los labios del de orbes bicolor. Quien le recibió con cariño y ternura.
Luego de aquel beso que no fue ni tan corto ni tan largo, el mayor se levantó y le ayudo a su esposo a levantarse. —Vamos, ya es algo tarde— y asi fueron en el camino, hablando vagamente sobre la idea planteada por la pesadilla. Ya mañana hablarían y planearian de mejor forma al futuro principe o princesa.
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Cosa algo chafa pero
hecha con amor xde