Mi teléfono no para de sonar, debo apagarlo para dejar de recibir llamadas de Pablo, me bajo adormecida del autobús para caminar hasta mi casa, pero al encontrarme al frente de esta, diviso a Nicolás que se levanta como un resorte al verme.
-Antonia -Se acerca a mí.
-¡Quédate ahí! -Exclamo con los dientes apretados- ¡No te atrevas a acercarte!
Sin hacer caso a mi petición se aproxima rápidamente, sus manos toman las mías.
-¡Suéltame! -Gruño alejándolo de mi- ¡Nunca más te me acerques! Escúchame, no te quiero ver nunca más.
-Antonia, escucha.
-¡Vete a la mierda!
Me alejo de su cuerpo con las llaves en la mano, pero siento su presencia en mi espalda cuando intento abrir la chapa de mi puerta.
-Anto -Murmura.
Su mano aprieta levemente su hombro y recuerdo todo lo que me dijo Samantha, la furia nace desde el interior de mis entrañas y sale de sopetón hacia él.
-No te quiero ver nunca más... quiero que te olvides de mí, de hablarme, de lo qué paso y desaparezcas de una vez de mi vida, bastardo infeliz -Gruño.
Mi cuerpo se mueve para librarme de su tacto, aquel que me hizo tan feliz ayer por la noche y hoy en la mañana.
-¡Por qué no me dejas explícame! -Exclama.
-¡Porque no tengo nada que escuchar que venga de ti! ¡Porque lo tenías planeado todo con Samantha y yo fui de nuevo la tonta que te creyó!
-¿De qué hablas?
-¡Que te lo explique tu novia! -Menciono entrando a la casa y soltándole un portazo en plena cara.
Seguido esto, para lo único que me alcanza es para sentirme en el sillón y llorar... llorar sin restricción en la frialdad de mi casa... fui bastante tonta para creerle, para confiar en él aun cuando dejábamos de vernos se iba corriendo a buscar a Samantha, para revelarle cosas que ni siquiera yo le conté a Pablo o a alguien más... aunque él no haya sido quien difundió el video, lo cual dudo, de igual manera traiciono mi confianza. Luego de interminables minutos prendo mi teléfono... muchas llamadas de Pablo, unas cuantas de Nicolas y una interminable cantidad de WhatsApp de números desconocidos, me atrevo a abrir la aplicación y me encuentro de lleno con muchos mensajes... mejor dicho insultos.
"Zorra" "Roba novios" "Frígida encubierta" "Asquerosa" "Perra" "Fea" "Tonta" "Un chico como Nicolas en la vida pescaría a alguien como tú" "¿Sabes que él es de Samantha?" y una serie de mensajes de la misma índole... cientos y cientos.
Me es imposible no seguir llorando hasta que el sonido de una llamada entrante capta mi atención, me limpio mis ojos y puedo ver el nombre de Pablo llamándome nuevamente, respiro hondo antes de contestar.
-¿Antonia? Antonia ¿Me escuchas?
-Sí -Sollozo.
-¿Dónde estás? Te he estado llamando casi toda la tarde, pero no contestas.
-En mi casa -Murmuro- ya llegué.
-¿Estás sola o hay alguien contigo?
-Estoy sola.
-Antonia ¿Puedo ir a verte?
-No -Respondo inmediatamente- tengo que estar sola, necesito estar sola... me da mucha vergüenza.
-Sabes que yo no te voy a juzgar ¿Cierto?
-Pablo, por favor no.
-Déjame ir a verte, solo cinco minutos y luego me voy... por favor.
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¿Sólo una amistad?
Teen FictionPerdámonos en el mundo de la preparatoria, un mundo bastante difícil cuando se esta a la sombra de todo. Antonia lleva una amistad con Nicolás desde pequeños, pero esta alianza da un vuelvo cuando descubren los dotes de su mejor amigo en el fútbol...