- ¿Cómo puedes decir algo como eso? Tu sabes bien que es mentira, siempre hemos sido amigos... nunca pasaría nada más, Nicolás.
Incluso posicionándome desde la autodefensa me duele aquello, pero en este momento lo menos que debería es pensar en eso; lo único que sé, es que necesito huir y rápido. Camino de prisa con el cuenco entre mis manos a la cocina y voy directamente por el helado, mientras tenga la boca llena menos tonterías podre decir.
- ¿Por qué no hablamos de esto, Antonia?
Mis manos temblorosas casi dejan caer el envase y me maldigo interiormente, digamos que no soy una mentirosa innata, todo se hace notar en mi expresión y eso en este caso es... maravilloso; definitivamente en las peores circunstancias mi sarcasmo se hace presente.
-Porque es mentira, porque simplemente no hay nada de lo que hablar.
-Quizás tú te empeñes en negarlo, pero tu cuerpo dice mucho.
Respiro profundamente antes de girar para hacerle frente, necesito sacar el lado actoral que jamás tuve ni tendré.
- ¿Pretendes que me encuentre tranquila cuando mencionas algo como eso?
- ¿Y entonces? ¿Por qué no hablamos de eso, Anto?
Sus dedos se acercan peligrosamente a mi hombro, mi garganta se seca y siento el cuerpo temblar, no puedo sostener su mirada y lo único que tengo certeza por el momento es que los latidos de mi corazón no están en su rango de normalidad.
- ¿Hablar de mis celos? -Tartamudeo.
- ¿Qué te causa miedo o desconfianza?
Un silencio incomodo y bastante largo se interpone entre nosotros, no sé si se referirá a los celos de amistad, a los celos amorosos o a algún tipo de celopatía... no entiendo a donde quiere llegar y temo hablar más de la cuenta.
- ¿Qué los causa? -Repito su pregunta.
-Si, sabes que puedes contármelo.
Lo sé, pero ya no estoy totalmente segura de quién es él.
- ¿Por qué conmigo te comportas de esta manera, pero en el campus te transformas en un gran patán?
Sus ojos se agradan prevaleciendo la sorpresa, pero yo me animo a seguir.
- ¿Por qué sueles conversar de esta manera, escucharme, permanecer tranquilo y atento, pero fuera de aquí te comportas como el dueño del mundo?
-No sé qué es lo que quieres decir -Murmura mirando el suelo.
He tocado un punto que ni siquiera sabía que podía hacerle sentido, esto es una sorpresa para mí.
-No sé si serán celos, pero no me gusta pensar que en algún momento te aburrirás de mi por todo lo que te puede entregar lo que hay justamente fuera de mi casa... digamos que no soy una chica la cual tenga personas a su lado, al fin y al cabo, siempre se terminan yendo.
-Entonces es eso, crees que también me iré.
-Claro, ya lo estas haciendo desde que sales con Samantha, ni siquiera sé lo que significo para ti, no sé si aun me consideras tu amiga o tu compañera de juegos como lo éramos cuando niños.
- ¿Tú crees que si no significaras algo para mi estaría justamente en tu casa comiendo helado con kilos de azúcar añadida?
Aquello me hace sonreír, su índice se desliza por el contorno de mi mandíbula y el color rojo aparece en mis mejillas, nuestras miradas se cruzan.
ESTÁS LEYENDO
¿Sólo una amistad?
Fiksi RemajaPerdámonos en el mundo de la preparatoria, un mundo bastante difícil cuando se esta a la sombra de todo. Antonia lleva una amistad con Nicolás desde pequeños, pero esta alianza da un vuelvo cuando descubren los dotes de su mejor amigo en el fútbol...