Despierto con el sonido de mi alarma, aprieto mis párpados y estiro mis brazos por sobre mi cabeza mientras me remuevo para librarme de lo que aprisiona mi cuerpo, bostezo mientras apago el pitido y suspiro.
-¿Sueles moverte tanto en las mañanas?
Me sobresalto desorientada por la voz repentina, abro los ojos encontrándome en una habitación que no es mía. Me remuevo girando mi cabeza y encontrándome con un par de ojos soñolientos que me observan.
-No me acordaba que me había quedado en tu casa, me asustaste.
Su brazo que antes se encontraba en mi abdomen, me abandona y un ligero frío me invade.
-Gracias por quedarte -Menciona con su voz ronca.
-No hay de qué, al menos dormí bien.
-Roncaste mucho.
El color rojo instantáneamente sube hasta mis mejillas, sin pensarlo tomo la almohada en la que dormí y la lanzo contra su rostro.
-¡Yo no ronco! -Chillo.
Quien se cree que es para decirme eso y aun mas a penas despierto, él es quien ronca de los dos.
Estoy por levantarme, pero recuerdo que solo tengo la polera que me ha prestado Nicolas, por lo que me debato si salir o no de la cama, hasta que recuerdo que debe ir al instituto y sin pensarlo voy hasta la silla por mi ropa para luego encerrarme en el baño, las cortinas hacen que aun permanezca la oscuridad en la habitación; me visto y cuando ya estoy ordenada, salgo.
-¿Por esto te atrasas casi todas las mañanas?
No me responde, solo se enrolla en las sabanas y yo aprovecho de irme a la cocina, aquí no tendré mi té de naranja, pero si uno normal. Tuesto unas rebanadas de pan y le hecho mantequilla, alisto la mesa para desayunar y me siento jugando con mi celular mientras comienzo a comer.
-¡Nico! -Le grito para que baje.
Minutos después lo escucho bajar corriendo, ya este vestido se sienta a hacerme compañía.
-¿Estas mejor? -Pregunto sosteniendo su mirada.
Asiente en silencio.
-No sé qué me paso ayer, solo colapse.
-¿Has hablado con ella?
-No, seguimos igual.
-Solo quiero que sepas que pase lo que pase, estaré contigo directa o indirectamente.
Su mano se desliza hasta la mía y la acaricia, siento el calor subiendo por mi mandíbula llegando a mis mejillas, desvió la mirada hacia mi taza de té.
-Gracias, Anto -Menciona dejando mi mano.
-No hay de qué -Susurro- ¿Sabes que si te sigues demorando llegaras tarde?
-¿Llegare? Querrás decir "llegaremos"
-Oh no, querido amigo, llegaras, porque lo que soy yo, termino mi té y me voy yendo.
Desayunamos y salimos caminando hasta la parada de autobuses, su brazo descansa por sobre mis hombros, una sensación reconfortante invade mi cuerpo.
Nunca sabre qué tan grave habrá sido la pelea que Nicolas tuvo con Samantha, evadió algunas preguntas y aquello que me confidencio, fue bastante superficial... aunque no puedo evitar que aun ocupe un lugar en su corazón y haya sido capaz de negarse a dejar de tener comunicación conmigo.
Nuevamente nuestras charlas en el balcón suelen ser frecuentes y hablamos largamente hasta que nos invade el sueño y con una mirada sabemos que nos volveremos a reencontrar al día siguiente.
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¿Sólo una amistad?
Fiksi RemajaPerdámonos en el mundo de la preparatoria, un mundo bastante difícil cuando se esta a la sombra de todo. Antonia lleva una amistad con Nicolás desde pequeños, pero esta alianza da un vuelvo cuando descubren los dotes de su mejor amigo en el fútbol...