Estaba oscuro y tenía frío, ya había perdido la cuenta de cuántas calles había recorrido, las nubes se empiezan a arremolinar amenazando con una tormenta, algunos rayos se veían a la distancia, me subí la capucha de la sudadera, cerré el zipper de mi chamarra y abracé mi cuerpo para evitar que el frío me calara los huesos. Una vez más sola en las calles, sin saber que hacer, dónde ir o con quien estar. Cualquier cosa era mejor que el infierno en el que se había convertido mi hogar, mis padres no se hablaban a no ser que fuera para insultarse y recriminarse quien había tenido la culpa, los temas? Había Miles, mi madre culpaba a mi padre de que sus infidelidades le habían quitado el tiempo de atender sus negocios y por eso estaba casi en la quiebra, mi padre le echaba en cara a mi madre que él le había dado todo mientras ella no había podido darle un heredero decente, ella lo culpaba por haberla hecho perder "los mejores años de sus vida", y él por haber tenido que casarse con ella, siempre había un motivo, y siempre terminaba igual, ella durmiendo en el lugar donde las pastillas hicieran efecto y mi padre ahogado en alcohol cayendo sin poder levantarse y quedándose donde fuera que cayera. Solo en una cosa estaban de acuerdo, yo era una pérdida de tiempo, el peor error que habían cometido , en golpearme y destrozar mi mente y mi alma cada vez que podían. Era un maldito círculo vicioso, siempre pasaba en ese orden y la mayoría de las veces terminaba como hoy, ellos medio muertos por sus adicciones que no estaban dispuestos a aceptar y yo escapando a ningún lado, solo vagar, respirar.
Agotada de tanto caminar hacia ningún lugar me senté sobre la grama, saqué del bolsillo interior de mi chamarra un atado de cigarrillos arrugado y sacando uno lo encendí con la mirada perdida en la nada, pensando en que haría a continuación, dónde dormiría está vez, a esta altura conocía todos los rincones de la ciudad donde podía esconderme para dormir , caí en la cuenta de que había comenzado a llover cuando las gotas empezaban a caer sobre mi apagando el cigarrillo, corrí a cubrirme bajo un techado cercado esperando tener una idea pronto sino moriría de hipotermia.-Hola nena, buscas diversión?- un chico gritó desde un auto que pasaba por mi lado bajando la velocidad.
-Que puedes ofrecer niño bonito?- pregunté ocultando mi temor detrás de una semisonrisa atrevida.
-Vamos a una fiesta, habrá alcohol y diversión, será mejor que quedarte aquí como una gatita callejera, no crees?-contestó riendo.
En algo tenía razón el idiota, era una maldita gata callejera que ahora estaba mojada, y cualquier cosa sería mejor que morir de frío aquí, pero eso no me hacía olvidar que todo tiene un costo y debería rezar que nada me ocurriera, con pocas ganas acepté con un leve asentimiento, los dos chicos de atrás se hicieron a un lado mientras abrían la puerta del coche, entré intentando tener el mínimo contacto físico que pudiera, sabía que los chicos de esta edad eran bombas de hormonas y no estaba de humor para idioteces. Aún así tuve que soportar que ambos no pudieran mantener sus manos quietas, las sentía en mi cuerpo y me veía obligada a callar y bajar la cabeza con suerte conseguiría donde pasar la noche.
Pocos minutos después pararon frente a una casa enorme en el lado rico de las ciudad, se oía la música fuerte desde afuera y varios adolescentes ya intoxicados fuera tratando de ligar o vomitando las entrañas en la acera, abrí rápido la puerta y salí de allí con la cabeza gacha escondiendo las lágrimas de humillación que ya caían por mi rostro, corrí dentro de la casa sin importarme el hecho de no conocer a nadie o de que alguien se pudiera sentir ofendido. Dentro había una multitud de gente apretujada con vasos rojos en las manos, intentando caminar o bailar y casi ninguno consiguiendo ninguna de ellas, me fui abriendo paso hasta dar con lo que necesitaba, frente a mi había una mesa con vasos, botanas y alcohol. Varias botellas me daban la bienvenida, sin pensarlo tomé un vaso y lo llené con lo que sea que tuviera en frente, apuré el primer trago a fondo y rápidamente lo volví a llenar mientras sentía como se quemaba mi garganta, comencé a mirar alrededor sin mirar de todas maneras no habría nadie conocido allí, buscaba alguien que no pareciera totalmente caliente o que al menos no fuera a ser demasiado molesto, nadie parecía encajar con el perfil así que me dediqué a seguir bebiendo, poco a poco mi vista se fue nublando y el licor ya no sabía tan mal, llené el vaso una vez más con lo que creo fue vodka y tome una botella de cerveza del montón y salí al patio trasero, allí estaba rodeada de parejas ligando sin importarme mucho me senté en el pasto mojado y bebí de un trago toda la botella mientras veía como el cielo se ponía cada vez más negro, en algún momento terminé con lo demás y me levanté para ir por más, a esta altura ya había perdido la cuenta de cuántas veces llené mi vaso y al girarme para volver a dónde estaba tuve la mala suerte de chocar de frente con uno de los chicos con los que había llegado.
-Aquí estas, jajajaja, te buscábamos....quieres bailar?-
Negué con la cabeza suprimiendo un leve mareo mientras volví a la mesa a fingir que rellenaba mi vaso,aunque en realidad si lo estaba haciendo y de paso me servía para quitármelo de encima o eso creí, Pronto tomó mi brazo de manera brusca,todas mis alarmas se habían encendido y me reclamaban salir de allí, pero donde iría?...sabiendo lo que ocurriría tomé de un trago todo el vaso de licor así al menos no tendría conciencia.
Pronto me ví arrastrada escaleras arriba, abrió una puerta y me soltó dentro,allí ya se encontraban dos de sus amigos, uno de ellos me tomó por los hombros antes de caer, aprovechando para quitar mi chamarra,y dejar mi rostro expuesto.
-Que clase de zorra va a una fiesta así vestida?....y sin maquillaje -dijo al verme más de cerca-.
-No soy una zorra infeliz!- Dije mirándolo con enfado envalentonada por el alcohol .
De inmediato golpeó mi pómulo con su puño, haciendo que mis labios sangraran.
-Cuida tu boca ,maldita!.
-Ya Brandon!, No la rompas antes de que nos entretengamos con ella un poco-
-Tu crees?, Nah! Prefiero acostarme con lizy- dijo el chico saliendo de la habitación.
-Vamos a ver qué tan buena eres- dijo el tal Brandon.
El chico que me tenía por detrás me giró sobre mis talones y con un ágil movimiento quitó mi sudadera dejándome solo en playera y jeans.
-Chicos, chicos, no hay necesidad de ponernos violentos-dije intentando calmarlos.
-Cállate! Tú no pones las reglas aquí!-dijo antes de empujarme haciendo golpear mi cabeza en la pared y caer sobre la cama.
Mi mente estaba totalmente nublada y los golpes solo habían hecho que me sintiera peor. Pronto uno de ellos me quitó el resto de la ropa y me penetró sin piedad, mientras lloraba en silencio, a quien le importaría? Y de todos modos quién oiría?, Pronto un golpe más, y otro, y otro más, casi no puse resistencia cuando uno de ellos me dió la vuelta para violarme por detrás, las lágrimas caían sin cesar, no podía evitar culpar y odiar a todo el mundo en este momento, e intentar imaginarme lejos donde ya nada pudiera lastimarme. Los gruñidos animales y las fuertes estocadas me avisaban que pronto acabaría y con suerte se irían, salió de mi y caí de la cama al piso donde recibí un par de puntapiés mientras los oía reír.
-Que aburrido!, Ya no sirve....está wasted amigo!...la dejaste rota jajaja- fue lo último que oí antes de ver la tenue luz cuando abrieron la puerta para irse.
Moverme era dolorosamente difícil, mi cuerpo dolía como los mil demonios pero algo me decía que como fuera debía irme cuanto antes, con las pocas fuerzas que tenía busqué a tientas mi ropa y al encontrarla intenté vestirme lo que para mí era lo más rapido posible, que seguramente era muy lento pero mi estado físico y mental no me permitía otra cosa. El momento mas dificil había llegado, debía levantarme e irme. Muy lentamente fui incorporandome, arrastrando los pies llegué a la puerta, la abrí y salí de esa habitación viendo que estaba a pocos metros de la escalera, fui hasta allí y la bajé lentamente tomándome del pasamanos, al llegar abajo di una rápida mirada a ver si los veía cerca, al no haber moros en la costa avancé empujada por los cuerpos que iban y venían al pasar cerca de la mesa tome dos botellas cerradas sin importante si alguien me veía y me encaminé hacia la puerta de entrada.
Ya en la acera escondí las botellas bajo mi abrigo y me alejé lo más posible para poder pensar con Claridad. Caminé un par de bloques hasta llegar a un parque y aprovechando que la lluvia ya había cesado me escondí entre unos arbustos y empecé a vaciar las botellas deseando borrar el sabor de las bocas de eso infelices y de ser posible aunque sea de manera momentánea los malos recuerdos, lo que había ocurrido y mi propia existencia. En algún momento antes de acabar la segunda botella mis ojos se cerraron y un convulsivo sueño me envolvió entre las sombras.

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Lo imposible.
Fiksi PenggemarLas peripecias de un alma rota en búsqueda de aquello que la complete y la haga sentir viva. Angie es una chica empujada a las malas costumbres que poco a poco logrará que su vida cambie con solo seguir las reglas que ella odia.