Mi primera historia de amor de Nicolae y Beatriz Renaldy, (La Portadora del poder del Phoenix).
Es una historia de amor, drama, celos, pero sobre todo amor.
Esta mañana me he despertado como nueva, he dormido como un bebe. No recuerdo haber dormido tan bien como esta noche. Tardo varios minutos en despejarme un poco, respirando profundo y contemplando la majestuosidad del techo. Muevo la cabeza para un lado para ve la hora que es....Es temprano aún para empezar a ocuparme de Lorie. Por lo que decido entrar al baño y darme una buena ducha para empezar con energía y fuerza la mañana.
Me levanto y elijo mi ropa que me voy a poner, dejándola encima de la cama. Entro al baño con un albornoz y al entrar al baño me quedo más sorprendida que ayer. El baño es de lo más lujoso y maravilloso que de los que he visto antes.
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Tras varios minutos para recuperarme del asombro, me meto en la ducha y dejo que el agua caliente me empape bien. Pero, como es costumbre en mi, todo va bien hasta que tengo otra visión, en la que aparezco yo con mi poder completamente descontrolado, liberando todo mi poder, atacando a una...sombra, cuya silueta parece.....humano.
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La visión de esa sombra me produce escalofríos, como si su simple aura me helara la sangre y....hasta el alma.
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Su mirada, o más bien el halo de su mirada me penetra en lo más profundo de mi ser, me congela hasta las entrañas.
De pronto la visión se termina tras el sonido de la puerta del baño.
- Beatriz, ¿estás bien?. - Es la dulce voz de Nicolae, grave pero dulce. Me salgo de la ducha empapada y me seco lo más rápido que puedo. No hace falta que pronuncie palabra, pues desde donde estoy yo puedo escuchar su mente, la cual me dice que Lorie está esperándome en el salón, quiere que pasemos un rato de lectura las dos. Pero siento dentro de su mente una especie de escudo, como si me estuviera ocultando la verdad. Una verdad que, según mi instinto, va a dolerme mucho. Aún así, intento "romper" su escudo y saber lo que me oculta. Pero por desgracia no puedo, me siento tan aturdida por la visión que apenas puedo concentrarme en derribar su escudo.
