Miraba y miraba. Seguía mirando...
Un chasquido de dedos enfrente de mi rostro me devolvieron a la realidad. donde puede notar a Ana con una mirada de ¿Que? ¿Burla?.
La mire frunciendo el ceño. -¿Que?
-Camila que se te va a caer la baba.- me miro haciendo señas hacia el chico que estaba a unos pocos metros de nosotras.
-¿Y qué? El tío está buenísimo. - le dije sonriendo. Ella soltó una carcajada, lo que llamo la atención de Cristian y de su hermoso amigo. -Genial, ¿Podrías reírte más fuerte?
Voltee la mirada para ver si todavía nos estaban viendo. Lo que fue una mala idea, por en definitiva nos estaban viendo.
-¿Y ahora que? -Me pregunto Ana. Y yo la fulmine, prácticamente la derretí con la mirada. Furiosa.
-Actúa normal. -dije, mientras caminaba hacia la entrada. Mi plan era sencillo: ignorarlos como sí no los hubiera visto.
Si claro como si fuera posible.No te caigas Camila, por favor sólo no te caigas. Me repetía una y otra vez mientras caminaba.
Mi plan estaba saliendo a la perfección, hacía que estaba hablando con Ana mientras caminaba. Ignorando el echo de que Cristian y su amigo nos estaban viendo. CONCENTRATE. Me dije a mi misma. Si me caía iba a hacer el hazmerreír de todos.
Todo iba bien hasta que me tropecé con alguien. Genial.
-Vaya, vaya. Mira a quien tenemos a qui nada más ni nada menos que a Camil Stuart.
Alce la vista y ahí estaba, el imbécil por el cual había llorado por días. El me miraba con una sonrisa y con las cejas levantadas.
-¿Perdona, te conozco? - Dije devolviéndole el gesto. El me miraba con la boca abierta ¿ofendido? Esperaba que si.
Ese era mi truco. Siempre lo utilizaba con las personas que odiaba, y siempre funcionaba.
-Vamos, no me digas que Olvidaste a tu primer beso, Pequeña.
Será imbécil.
Me encogi de hombros -No debió ser un buen beso dado a que no lo recuerdo. -Una carcajada sonó a nuestro lado. Lo que hizo que Cristian y yo desviáramos la vista hacia su amigo.
Y ahí estaba esa belleza. Por Dios debería ser ilegal ser tan guapo. Si lo fuera no me molestaría ser yo quien lo arreste.
Me di contra una pared mentalmente, no puedo creer estar pensando aquellas estupideces.
-Tsk Tsk, Cris así que eres un pésimo besador. -Dijo este con una sonrisa. Dios que sonrisa.
-Ella está actuando. Nadie olvidaría un beso mío -exclamo el imbécil ofendido.
-¿Estas seguro? Por qué, por más que lo intento no logró descifrar quien demonios eres. -Dije con toda la neutralidad posible, pero tener a esa belleza mirándome me ponía muy nerviosa.
Cristian me lanzó una mirada colérica. -Vamos Camil, deja de fingir. Te estás comportando como una niña pequeña.
Yo lo mire frunciendo el ceño.
-Así que te llamas Camil. - Dijo el hombre hermoso que tenía al lado, Dios estaba que babeaba ahí mismo. -Dime, Camil. ¿Como es que no recuerdas los hermosos labios de mi amigo? - Dijo riendo y revolviendo el pelo de Cristian. ¿Era gay?
Reí para mis adentros. Imposible.
-Simplemete no lo recuerdo. -Me encogi de hombros. Recordé a Ana, volví mi mirada para buscarla, pero esta ya no estaba por ningún lado. ¿Que? ¿Me había dejado sola? Vaya mejor amiga.
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Diario de un adolescente
RomanceNo es una historia de amor con un final feliz. Tal vez parezca cliché al principio pero no lo es. Si buscas una historia de amor con final de cuento de hadas este no es tu lugar. Relata la historia de una adolescente como todos los demás, que encue...