Tu eres mi deseo

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Era obvio que ahora Daniel y yo no sólo compartíamos una relación normal, acabábamos de llevarla a otro nivel. El único problema era que no sabía a que nivel. El no era alguien que consideraría para un relación a futuro, por supuesto por que es un mujeriego empedernido. Y yo no estaba lista para un relación formal, y estaba casi segura de que Daniel tampoco.

Mientras Daniel me miraba desde el otro extremo del sofá con una mirada escalofriante, yo estaba reflexionando sobre nuestra ya complicada relación.

-¿En serio piensas salir con Liam? -siseo invadido por el cólera -¿después de lo que acaba de pasar entre nosotros?

-¿Qué acaba de pasar? -pregunte claramente exasperada.

-¿No significo nada para ti? -dijo, tratando de controlar la ira.

-No dije eso.

-Eres increíble.

-Lo que pasa es que no se donde nos deja todo esto. -admití derrotada. -no se que quieres de mi, dan. Dime ¿planeas ser mi novio? -aunque sabía la respuesta su silencio no hizo más que confirmarlo -Ya, eso pensé.

Me pare de un salto del sofá y me dirigí a su habitación. Anteriormente no me había detenido a reparar en detalles, pero casi me echo a reír por su decoración tan infantil: en el lateral izquierdo de la habitación estaba pintado un enorme auto de carreras rojo y detrás uno azul, en un pequeño estante que yo habría utilizado para acomodar libros el lo tenía lleno de pequeños autos de colección, su obsesión no tenía límites. Y así el resto de la habitación se limitaba a rendir tributo a los autos.

Cuando me estaba poniendo mi ropa me fije en un pequeño retrato en la mesita de noche de Daniel, estaba en Italia, con la torre inclinada de pizza de fondo y a su lado se encontraba un chica preciosa de cabello Rubio, me acerque un poco para verla mejor, pero Daniel en seguida entro en la habitación y me hizo saltar del susto.

-¿Te vas? -pregunto al cabo de unos segundos.

-¿Acaso no es obvio?

-Mira, Camil. Con respecto a la pregunta que me hiciste en el salón... Yo...

-Cállate. -lo interrumpí levantado la mano -No quiero escuchar tus excusas de por que no te gusta tener novia. Seguro es la misma basura que todos los chicos dicen: El amor es una mierda, y no dura para siempre ¿para qué complicarnos con títulos idiotas que se van a romper tarde o temprano? O aún mejor: No estoy listo para un relación sería.

-Camil...

-¿Sabes que? No importa. -me aparté el cabello de la cara de un manotazo y salí disparada de su habitación.

-¿Podemos hablar de esto? -dijo a mis espaldas. -Stuart.

-Déjalo ya. ¿Vale?

Salí echando humo del departamento y pille por sorpresa el ascensor abierto. Me apresure a entrar y a darle click al botón de cerrar la puerta, antes de que el pesado de Daniel saliera. Se cerraron y gracias a Dios y al Buda, Daniel no logró alcanzarme.

Me di la vuelta y no había notado que dos ancianas estaban en el ascensor. Me miraban con horror, y yo puse lo ojos en blanco cuando una de ellas se quedo mirando mi falda, por que por supuesto estaba más corta de lo socialmente tolerable.

Casi les saco el dedo del medio cuando salí del ascensor, pero me contuve. También estuve apunto de alzar mi falda y enseñarles el trasero, pero también me contuve. Espantar ancianas no era lo mío.

Al llegar a casa me desplomé encima de mi cama y apague el móvil que no dejaba de sonar. Me quite el uniforme y me metí a la ducha. Aunque ya me había bañado con Daniel, aún olía sexo, y a el...

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2015 ⏰

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