Say so

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Min YoonGi nunca había sentido lo que el muchachito le hacía sentir, a sus treinta y dos años nunca había sentido esas mariposas en su estómago, ¿Entonces por qué cada que lo veía y estaba con él las sentía?
Se trató de mantener al margen de la relación, después le resultó patética, después se sintió sucio pero vamos, Tae tiene diecinueve, no era tanto, después nos llevó a las negaciones; negando cualquier cosa que tuviera que ver de manera romántica con su Alumno. Seulgi se lo había dicho, y Namjoon le dijo algo como "nunca es solo sexo", y eso nos lleva a lo siguiente.

Min YoonGi, comprando rosas.
Min YoonGi, comprando chocolates.
Min YoonGi, enamorado.

Al finalizar las clases, se encontró con su alumno en su auto, TaeHyung entro de mala gana porqué después de haberse portado mal y prácticamente haber tenido su peor comportamiento en varios meses no recibió un castigo, por lo tanto tampoco sexo.

— ¿podrías explicarme por qué no estamos en el aula haciéndolo?- Irritado era la palabra para describir al menor en este momento, no sólo porque volvió a grabar el dedo de Soojin, tampoco porque tiro el almuerzo de Jimin, ni por sus tantos intentos fallidos por estar castigado; sino por no poder estar ambos acurrucados arriba del escritorio dándose tiernos besos, pero TaeHyung no lo diría en voz alta.

— Por qué... Quiero que hablemos de lo que sea que somos.- y ambos quedaron petrificados, ¿qué eran realmente?, ¿alumno y profesor?, ¿amigos? O...

— No lo sé, ¿Qué quiere que seamos?- Min sintió sus mejillas calientes.

— Novios tal vez... ¡es si quieres!... Realmente no lo sé...- lo nervioso que se encontraba lo hacía sudar en exceso. TaeHyung solamente sonrío con dulzura.

— Bien, seámoslo.- Tae lo soltó de una manera tan desinteresada que el frágil corazón de YoonGi pulso en dolor. El menor se sentía vomitar mariposas, no le disgustaba.
Se dieron un lindo beso y las flores y demás regalos quedaron en segundo plano, ahora estaban atrapados en una burbuja.
Después de romper el beso y contar las flores hablo.

— Sabes, aún me debes mis horas de castigo y no pienso pasarla aburrido si puedo estar contigo, ¿no lo crees Yoonie?- El mayor asintió frenético y ambos sonrieron.
Pero su sonrisa desapareció al recordar las clases extra curriculares que debía dar, se lo explico a su ahora novio y el menor entendio, no sin antes salir del auto diciendo.

"¿Qué tal si nos vemos esta noche en detención?"








La historia terminó, había dicho que iba a ser muy corta, probablamente solo haga dos extras y ya.
No me había estado sintiendo bien sentimentalmente, de hecho es difícil aún, pero lo estoy llevando bien. Me comenzó a motivar ver que mis historias eran leídas y que después de todo a las personas les gusta lo que hago; siendo sincera nunca pensé que una historia escrita por mí llegara a 1K, o que llegaran comentarios o cosas por el estilo.
Estoy tremendamente agradecida con todos y cada uno.

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