Capitulo 48 "Eres como mi vicio"

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En el momento en que llego a la sala, Zayn viene caminando del pasillo y se sorprende al verme.

-____ -dice con sorpresa. –No sabía que vendrías –está nervioso.

-No sabía que estabas ocupado, puedo volver más tarde. –digo impasible. Si me voy tendrás que irme a buscar, pienso.

-No. No, quédate. –toma mi mano. –Huele rico aquello que traes –me susurra y sé que se refiere a la bolsa que tengo en mi mano.

-Además yo me tengo que ir, tengo un compromiso –la rubia comenta. –adiós, que estén bien. Te veo pronto Zayn. –no, no lo verás… ¿Qué te sucede?, me reclama mi subconsciente.

Zayn la deja en la puerta, mientras voy a la cocina en busca de platos y aprovecho de hacerla añicos en mi mente. Llevo las cosas a la mesa y me encuentro el moreno sensual de mi novio, quien estaba con una chica cuando llegué.

-¿Estás molesta? –pregunta temeroso.

-No. –contesto rápidamente. No estoy molesta, solo quiero agarrar una a una tus pestañas, esas tan bonitas que tienes y arrancártelas, pero nada más. -¿Estaba ella en la fiesta anoche? - ¿por qué pregunté eso?

Frunce el ceño, confuso por la pregunta. –Sí, estaba ella y las demás chicas del grupo, así como habían muchas chicas más.

-Bien. ¿Tienes hambre? –el asiente. –Entonces sirvámonos. –chasqueo la lengua.

-Me parece. –sonríe.

Ambos nos sentamos a comer de lo que había traído, cambiamos el tema de la conversación a uno más agradable, el cual nos sacaba alguna que otra carcajada. Me gusta cuando nuestro tiempo se pasa entre risas, besos y caricias, es una manera increíble de aprovechar nuestro tiempo, cuando estoy con él el tiempo se detiene, pero en nuestro exterior se acelera.

Él se ofrece a limpiar lo que ensuciamos, yo le hago compañía, me fascina verlo, si pudiera tener un pasatiempo sería ese, observarlo, o tal vez ya lo es. Agradezco haber ido a Brighton y que esto sucediera, no hallaba la hora de poder tenerlo mirando a mis ojos nuevamente, acariciarlo, escucharlo.

-¿Qué pasa? –pregunta sonrojado, debe ser porque lo estaba mirando, aunque no me había dado cuenta de eso. –Que linda te ves confundida, también cuando te enojas y cuando estás celosa…

-Te ves lindo lavando platos. –digo graciosa, él ríe.

-Cuando nos casemos seré yo entonces quien los lave. -¿Cuándo nos casemos?, que llegue el cura ahora entonces. –así me veré guapo más seguido.

Río. –Te ves guapo siempre amor –le doy un tierno beso.

Yo seco la loza, y él me canta “you and i”, ojalá esto fuera para siempre, siempre juntos sin importar que. Ya no quiero más peleas, quiero disfrutar de él todo lo que pueda.

Ya habiendo terminado con nuestra tarea, nos quedamos charlando en la cocina hasta que de pronto se queda callado y fija su mirada en mí, de manera intimidante, pero sexy y que me despierta diferentes emociones, no pude evitar esconder la mirada, sus ojos color miel aún están posados en mí, sin previo aviso se acerca a mí colocando ambas manos en cada una de mis mejillas y presiona sus labios con los míos. Se me escapa un gemido entre medio del beso, rodeo su cuello con mis brazos, presionándolo más a mi cuerpo, me presiona contra una pared, envuelvo mis piernas en sus caderas. Sus manos recorren mi cuerpo como si fuera una autopista, aunque mis manos tampoco se quedan atrás, le quito la polera y la lanzo, va subiendo de apoco mi blusa hasta quitármela.

¿You remember me?, Never let me go. (Zayn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora