[CAP 24]

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Comenzemos!

Rubius 

A la mañana siguiente me desperté tendido de espalda, una postura en la que no salía dormir. Tenía algo caliente y pesado sobre el vientre y abrí un ojo para investigar. Su pelo negro y alborotado me hacía cosquillas en la piel cada vez que la cabeza se le elevaba cuando yo inhalaba.

Estaba dormido de lado, con la cabeza apoyada lo bastante abajo de mi cuerpo como para que sintiera su aliento caliente en la sensible carne de ahí abajo. Cerré los ojos y trague saliva por la deliciosa sensación sumamente agradable.

Samuel se revolvió en sueños y me fije en su cálida mano descasando en el interior de mi muslo, peligrosamente cerca de mi entrada. Solté un gemido de placer por la sensación de su respiración unida al contacto de su mano, pero al instante me tape la boca, esperando con toda mi alma que no me hubiera oído.

Samuel farfullo algo y giro la cara pegándola a mi vientre. Movió su mano quedando su gran mano muy cerca de mi entrada. Sentí un escalofrió recorrerme la espalda baja.

El dormía con la mano posada en mi trasero  y la deslizo lo bastante como para que sus dedos descansaran sobre mi entrada y yo instintivamente empuje con las caderas hacia el. No lo hice a aposta, simplemente ocurrió, fue como una especie de reflejo o algo por estilo.

-Mmmm- farfulló Samuel en sueños. Al menos estaba seguro de que seguía dormido.

Y habría sido un tontito si ese sonido, unido con su proximidad a mi tesorito, no me hubieran puesto cachondo. Empecé a hacer una especie de cálculos mentales preguntándome si lo lograría correrme mientras el dormía sin que se de cuenta.

Debo parecer un enfermo por querer hacer este tipo de cosas, después de que me destrozara el culo, pero su gran polla, que mínimo creo que a de medir 23 cm, me calentaba cada vez que la imaginaba dándome duro contra el muro.

Pero de repente recordé las palabras que me dijo en la limusina "Estoy aquí para darte placer, al igual que tu lo estas para dármelo a mi".

De manera que decidí comprobar si era verdad lo que me había dicho, para ver si era alfa de palabra !Eh que conste que lo hice como experimento, o sea que no me mires con esa cara¡.

Le pase los dedos de una mano por entre su cabello, al tiempo que le deslizaba la otra por su ancho hombro y por el brazo hasta llegar a la mano que tenia entre mis muslos. Samuel se movió un poco, escondiendo la cara en mi vientre.

Como no se podía ver, tampoco lo veía los ojos para saber si estaba despierto. Pero aun así, seguí con lo mío.

Entrelace mis dedos con los suyos y le levante la mano para dejarla reposar en mi trasero. El peso de su mano me hizo estremecer, electrizándome de pies a cabeza, y note que mi entrada se me estaba poniendo muy mojada. 

Solté un pequeño gemido de gusto. Cubrí sus dedos con los míos y los moví para que se hundieran como yo quería entre mis húmedos pliegues. Creí oír a Samuel contener el aliento sorprendido, pero para serte sincero al estar inmenso en todas esas sensaciones pensé que tal vez me lo había imaginado.

Presionando su dedo corazón mas abajo, hice que se deslizara alrededor de mi abertura y luego se lo hundí en ella junto con mi propio dedo. Me dolió un chingo por lo de la noche anterior, pero no era mas que un pequeñito dolor. 

Hice que me metiera y sacara su largo dedo en mi siguiendo un cadencioso vaivén. No me excito tanto como cuando era Samuel quien controlaba sus movimientos y me tocaba como el quería, por eso precisamente era el Dios de los dedos folladores.

Me perteneces 💗 [RUBEGUETTA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora