||2|| El Rey del Hielo

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Cuando tienes la mente ocupada con la escuela y las clases del baile, el tiempo pasa demasiado rápido.

Hinata llevaba un mes en la Academia Karasuno tomando clases con su maestro y sus amigos mientras intentaba no enloquecer con todas las cosas que tenía en mente. Sin embargo, el pelirrojo se sentía muy a gusto con su vida actual. La comodidad que ese ambiente le generaba era muy grande: su profesor le tenía paciencia e intentaba ayudarlo todo el tiempo. Mas había algo que le preocupaba: no estaba mejorando demasiado en su técnica y si quería llegar a destacarse en aquel mundo, tenía que apuntar a ser el mejor.

Suga les había hablado de una futura audición que estaba organizando la Federación Japonesa de Baile, en la que elegirían a los mejores bailarines para que participaran en una presentación muy importante. Hinata quería subirse a aquel escenario y bailar junto a los mejores del país. Quería que todo el mundo lo viera, pero si no mejoraba su performance, no tenía oportunidad.

—¡Estoy perdido! —exclamó recostado en el suelo de madera poco después de acabada la clase de ese día— Hoy ni siquiera pude hacer bien los ejercicios de entrelacé.

Yachi y los demás a su alrededor rieron mientras se cambiaban o estiraban. Se habían acostumbrado demasiado rápido a la dualidad de personalidad que poseía el pelirrojo.

—No seas dramático, solo tienes que mejorar piruetas, giros, saltos, postura, flexibilidad...—decía el rubio mientras enumeraba con sus dedos.

—Ya entendí, Eita, gracias —lo interrumpió Hinata con una sonrisa algo molesta, pero aún así sentía que aquel comentario no buscaba lastimarlo. Sus compañeros nunca buscaban hacerle daño.

—Suga está haciendo todo lo posible para que todos tengamos oportunidad en esa audición, Shoyo, no te preocupes por eso —dijo Yaku—. Si seguimos practicando seguro al menos uno de nosotros quedará seleccionado.

El grupo asintió enérgicamente. Yaku no era el que precisamente daba ánimos, pero cuando lo hacía, lograba confortarlos de inmediato. No pasó mucho tiempo para que ambos chicos tuvieran que retirarse, dejando a Yachi y a Hinata solos.

—Estoy perdido, Yachi-san —volvió a quejarse—. Nunca bailaré a nivel nacional.

Hinata tomó su bolso de mala gana mientras su cara reflejaba molestia profunda.

—¡Hinata! —lo regañó la chica— Claro que tienes oportunidad. Solo debes esforzarte. ¿Crees que los grandes bailarines nacieron siendo expertos?

El pelirrojo estuvo a punto de seguir con sus quejas hasta que fue interrumpido por su sensei.

—Chicos, es hora de cerrar —les hizo saber.

Ambos se apuraron en recoger el resto de sus cosas.

—¡Lo sentimos, Suga-sensei! —dijeron al mismo tiempo haciendo una pequeña reverencia.

—Ya, ya, no pasa nada —dijo con una sonrisa. Suga sabía bien que sus estudiantes no estaban del mejor humor, así que se le ocurrió una idea que a su parecer, era maravillosa—. Escuchen, estaba por ir con unos amigos a tomar helado, ¿les gustaría venir conmigo?

Ambos menores abrieron bien los ojos ante aquella propuesta. Como bailarines que eran, debían mantener dietas estrictas para mantener sus cuerpos en la mejor forma posible, por lo que eran pocas las veces en las que comían azúcar, y el hecho de que su sensei les invitara a ello les emocionaba mucho.

—¡¿Hablas en serio?! —volvieron a preguntar al mismo tiempo.

Suga sonrió y revolvió el cabello de ambos.

ʟᴇᴛ'ꜱ ᴅᴀɴᴄᴇ ||Haikyuu AU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora