Lo primero que vio al abrir los ojos fue oscuridad. Luego, una enorme cantidad de luces lo cegaron. Pasó bastante tiempo hasta que pudo ser totalmente consciente de lo que ocurría a su alrededor.
Estaba parado sobre unos escalones color blanco. No quiso hablar, no entendía lo que sucedía y eso lo asustaba. Con su mano levantada sobre su rostro intentaba bloquear los flashes que lo golpeaban. Luego de un rato pudo distinguir a las personas con cámaras y micrófonos apuntando en su dirección.
—¿Qué? —susurró para sí mismo.
Bajó la mirada para descubrir que estaba usando un traje turquesa lleno de brillos y gemas y la chaqueta de la Selección Japonesa colgaba sobre sus hombros. Sobre su pecho descansaba una medalla dorada con un listón color rojo. No dudó en tomarla entre sus manos para examinarla.
La fecha grabada en ella y el traje fueron los elementos que lo hicieron entender: era el día en el que ganó el oro en su primera participación en el Grand Prix Final Junior.
—¿Todo está bien? —la voz a su lado era lejana, casi fantasmal.
A su izquierda pudo ver a su entrenador. Oikawa dio un paso hacia atrás para alejarse del hombre, podía jurar que Yuuri no estaba allí momentos atrás y eso solo consiguió asustarlo más.
—¿Qué pasa? —se atrevió a preguntar mientras no le sacaba los ojos de encima al pelinegro.
—¿De qué hablas? Ganaste. ¿No es eso lo que siempre quisiste? —la sonrisa de Yuuri no se parecía en nada a la que siempre le regalaba. Esta era más irónica o, incluso, sínica.
El joven pestañeó rápidamente intentando no ser consumido por la confusión. No recordaba haber escuchado a su entrenador decir algo así aquel día o cualquier otro.
Debía estar soñando, pero si era así, ¿por qué no despertaba de una buena vez? Aquello no le gustaba ni un poco.
—Pero...
—Anda, Tooru. Responde las preguntas de la prensa —le pidió el mayor con esa sonrisa sin vida.
El castaño asintió confundido y depositó toda su atención a las personas. Aunque no tenía muy en claro qué estaba pasando, pensó que lo mejor sería seguir la corriente y esperar por la primera oportunidad que tuviera para huir de ese extraño lugar.
Su mirada hizo un escaneo de la multitud hasta que finalmente señaló a un hombre que levantaba la mano para darle la palabra. Tragó con fuerza, estaba nervioso.
—¿Qué sientes al haber conseguido el primer lugar en tu debut como Junior?
Tardó un poco en contestar, ya que por alguna razón, no podía ver con claridad la cara del hombre. Ni siquiera estaba seguro de que tuviera una.
—Pues... maravilloso. Me esforcé muchísimo para conseguirlo —fue honesto con su respuesta. Sin embargo, el ambiente a su alrededor se tornaba cada vez más extraño y las ganas de correr se hacían cada vez más intensas.
Más flashes de las cámaras.
—Eres muy joven aún. Dinos, ¿cómo equilibras tu vida deportiva con la cotidiana?
Otra voz sin rostro.
—Es difícil, tengo que entrenar muchas horas y casi no tengo tiempo para nada más, pero estoy bien con eso.
—Oikawa-san, dígame. ¿Qué se siente ser tan solitario?
El joven escuchó otra voz distante, pero aquella vez, la pregunta lo tomó por sorpresa. ¿Quién preguntaba algo así en una entrevista? Frunció el ceño e intentó buscar al dueño de la voz.
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ʟᴇᴛ'ꜱ ᴅᴀɴᴄᴇ ||Haikyuu AU||
FanfictionLa música puede llegar al corazón de las personas con suma facilidad. Aquellos que entregan su cuerpo y alma a ella están condenados a ser sus esclavos de por vida. -¿Bailamos? Disclaimer: AU de Haikyuu en el que algunos chicos se dedicarán a practi...