ʟᴇᴛ'ꜱ ᴅᴀɴᴄᴇ ||Haikyuu AU||

||26|| Bienvenido a casa

[CAPÍTULO LARGO]

El incesante sonido de su celular fue lo que despertó al chico de cabello castaño. 

Con algo de dificultad, el joven abrió los ojos e intentó encontrar esa maldita cosa para poder apagarlo de una vez.

Cuando lo encontró, todo rastro de sueño desapareció de repente. Alguien estaba llamando. 

Oikawa se aclaró la garganta e intentó ignorar el dolor de cabeza insistente. Al menos tenía que aparentar no sentirse de lo peor.

—¡Buenos días, Yuuri! —dijo con la voz más normal que pudo imitar.

—Tooru, son las 2 de la tarde —respondió el otro con diversión en su voz.

—¿A-ah, sí? —preguntó tartamudeando levemente.

—¿Cuánto bebiste anoche? —cuestionó.

—No mucho —mintió.

—Juro que algún día mataré a esos dos por haberte hecho probar el vodka.

Ante aquellas palabras, el chico no pudo evitar reír.

—Escucha, Tooru —siguió hablando el mayor—. Quería hablar contigo sobre la cena de hoy.

Oh, cierto. Había hecho planes con Yuuri para cenar hacía unos días.

—Yuu-chan… —dijo mientras pensaba en alguna excusa para posponerla.

—¿Te duele mucho la cabeza? —lo interrumpió el otro. 

Oikawa pestañeó un par de veces.

—No, no tanto —respondió sin entender porqué Yuuri no lo estaba regañando todavía.

—Llamaba para decirte que no podremos ir a comer hoy —dijo el entrenador—. Victor vendrá de visita pronto y tengo que reorganizar mi agenda. Lo siento, Tooru. Fue repentino. Pero puedes usar el día de hoy para recuperarte. Prometo que iremos a cenar juntos pronto.

—¿Cómo sabes que salí anoche? —quiso saber.

—¿No lo recuerdas? Lo planearon en frente de mí el día en el que Mimami vino a verme—dijo. Oikawa casi podía escuchar la sonrisa en su voz—. Tú y Takahiro saben bien que no me gusta que beban, pero también siento que les hacía falta despejarse un poco. Las competencias están a la vuelta de la esquina. Pronto tendrán que concentrarse solo en la serie Grand Prix.

El castaño suspiró y se acomodó mejor en su cama.

—Tienes razón…

—Anoche llegaste a casa bien, ¿verdad? 

El patinador entonces recordó todo.

Terushima. 

Oikawa se volteó tan fuerte que su cabeza comenzó a dar vueltas de nuevo. 

El rubio estaba allí, junto a él. En su cama. Al parecer, su amigo era de sueño pesado, pues en ningún momento de su conversación se movió.

Tooru tragó con dificultad cuando comenzó a recordar un par de cosas de la noche anterior. 

Su cuerpo estaba cansado y adolorido, pero no sentía como si hubiera hecho algo más. Y solo para estar completamente seguro, el joven levantó con cuidado las mantas que los cubrían.

Ambos estaban vestidos.

Tooru entonces suspiró con alivio. 

—¿Tooru? —Oikawa escuchó la voz de Yuuri del otro lado de la línea.