5

686 126 38
                                    

Ambos estaban en la fila de un autoservicio de hamburguesas, dos autos frente a ellos y mientras esperaban estaban escogiendo lo del menú para recogerlo.

-¿Pagará con efectivo o tarjeta? - Pregunto la voz que salía from el parlante del menú que estaba ahí.

-Efectivo.

-Perfecto, en ventanilla le entregan su pedido.

En cuanto la chica dijo eso, avanzaron ya que un auto salió, Jotaro había contestado tan serio que hasta Kakyoin sintió algo de pena porque se dio cuenta que la voz de quien los atendía pasó de estar completamente animada a hablar con timidez.

-Kakyoin- Lo llamó el contrario impidiendo que se distrajera -¿Podrías pasarme mi cartera? Debe estar en ese cajón frente a ti.

El pelirrojo obedeció y lo abrió, revolvió un poco entre las cosas que tenía hasta encontrarlo, cuando lo hizo la tomó y se la paso pero no se fijo que tomó unos cuantos papeles y estos terminaron al suelo, Jotaro le resto importancia ya que solo agarró la billetera pero Kakyoin lo recogió, solo eran recibos de luz pero entre ellos encontró una foto, era Jotaro con una mujer muy guapa y una pequeña niña de tal vez cinco años, por supuesto esa niña era Jolyne se veía muy tierna e incluso tenía el mismo peinado del día cuando la conoció.

-¿Ella es tu hija? - Aunque ya sabía la respuesta, quería saber un poco más sobre sus reacciones.

Jotaro volteo y vio la foto que tenía Kakyoin en su mano -Sí, se llama Jolyne y no te confundas esa foto ya tiene tiempo, ahora está a poco tiempo para irse a la universidad.

-Vaya, al menos tú te ves igual- Era verdad, en la foto incluso tenía una seriedad monumental pero ahora solo sus ojos se veían más cansados ​​-Me imagino que la mujer a tu lado es tu esposa.

-Ex esposa- Contesto algo más cortante -Y no digas que lo lamentas, hace que suena más deprimente de lo que fue.

-Realmente no pensaba decir nada.

Jotaro no contestó más, pues ya estaban al lado de la ventanilla para recibir el pedido que hicieron hace unos momentos, le paso las bolsas a Kakyoin para que las acomodará bien mientras que pagaba, la chica que le entregó el pedido le sonrió bastante coqueta y el pelirrojo podría jurar que incluso se dio cuenta como desabrocho un botón para que su camisa tuviera más escote ¿Qué diablos tenía el hombre como para llamar la atención de las mujeres? Tal vez contaba con la pinta de tipo malo que le gustan a las chicas cuando son jóvenes, ha sido testigo de eso con varias de sus alumnas.

-¿Y tú? ¿Estás casado? - Preguntó Jotaro para seguir la conversación de hace un rato.

-No, de hecho hace un año rompí mi compromiso- Soltó un suspiro con nostalgia, tal vez si se hubiera casado ahora estaría haciendo los papeles de divorcio -Tampoco digas que lo lamentas, me deprime y ya paso mi temporada de llorar.

El mayor se río, no esperaba que le devolviera lo que él había pedido -No pensaba decir nada, pero, me sorprende ya que eres joven tú ya deberías tener la vida hecha.

-Oh vamos, tú deberías seguir casado y estás tan solo como yo- Menciono mientras iba sacando la hamburguesa que le correspondía -Las hamburguesas son para comer feliz no para comer llorando.

-No estoy solo, tengo a mi hija- Comentó como si eso mejorará su situación -Ni se te ocurra comer ya, no seas impaciente.

-¿Disculpa?

-Mira, no me simpatiza la idea que el auto tenga más olor a comida y además no creo que quieras estar encerrado aquí- Además iría a recoger a su hija y no quería que supiera que compró comida chatarra sin ella.

Cómplices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora