( Cinco ) asesino

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Imagina a Cinco buscando tu consuelo porque ya no quiere asesinar gente nunca más. Le da miedo el hecho de que le tengas miedo.

— ¿Cinco? — llamas al niño al verlo parado en frente de tu puerta, con sangre llenando la mayoría de su cuerpo  — oh, Dios, no pueden verte así. Pasa rápido.

Tomas su mano accediendo su entrada y cierras la puerta enseguida. Lo sientas en el sofá de tu sala, te vas a la cocina buscando un trapo húmedo. Lo conoces hace una semana, lo ayudaste a encontrar a su familia junto con tu hermano Elliot. Se supone que no deberías estar hablándole pero te es inevitable.

Regresas con el chico sentándote a su lado, empezando a dar leves toques en su rostro limpiándolo. Se queda callado. Lo cual es muy extraño porque es muy charlatán contigo sobre muchos temas.

— ¿Estás bien? — preguntas en un susurro.

— Eres la primera persona que me pregunta eso cuando en verdad lo necesito... Y no, no lo estoy. — responde serio— perdí mi orgullo de sicario por culpa de una mujer que no cumplió su promesa.

La Encargada no le había dado el maletín como prometió, a cambio de eso simplemente lo engañó.

— Lo siento, sé lo mucho que significan para tí estas cosas pero no tienes que volver a hacer esto — susurras.

— sí debo ¿y sabes por qué? porque soy un monstruo— interrumpe molesto mirándote— nací para hacer sufrir a otros y matarlos sin compasión, eso hacen los monstruos.

Cierras la boca un rato. Te gusta apoyar a Cinco porque nadie más lo hace, te da lástima el tipo de vida que tiene por su gran corazón.

— Lo eres para tí mismo, pero para otras personas no. ¿Recuerdas cuando me ayudaste? preferiste arriesgar tu vida a que yo perdiera la mía. O cuando me defendiste de unos hombres que intentaron hacerme daño en la cafetería... Para mí no lo eres, Cinco. Y no me importaría que lo seas.

Continúas limpiando la sangre en sus manos hasta que terminas dejándolo que vaya a la ducha, para que así quede limpio por completo. Regresas a la cocina recogiendo algunos platos. El chico se teletransporta a tu frente besándote. Ya lo han hecho antes así que no te sorprendió.

— Gracias _______ — agradece

— Quédate a dormir hoy... — susurras mirándolo a los ojos— quiero estar contigo.

Asiente. Entrelazas tu mano con la suya y caminas lentamente a tu cuarto para pasar la noche con Número 5.

𝗈𝗌, 𝗍𝗒𝗉𝗌, 𝗂𝗆𝗀𝗌 ~ cinco, aidan 《 completa en español✔︎ 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora