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—Entonces, ¿Qué pasó aquí?

Young-Soo se paró frente a los dos muchachos golpeados y llenos de tierra que habían llegado a la enfermería, usaban el uniforme de gimnasia y se miraban como diciéndole al otro que empezara a hablar. Jae-Ho y Dae-Hyun peleaban constantemente y siempre era por motivos idiotas.

—¿Y bien? —preguntó con una ceja alzada.

—Peleamos —dijeron al unísono.

—Eso ya lo sé, quiero saber cuál fue el motivo fue esta vez —dijo frotándose los ojos, cansado.

—¡Me hizo tropezar! —gritó Jae-Ho.

—Tú te caíste solo y luego me golpeaste de la nada —dijo Dae-Hyun con calma.

—¿Qué estaban jugando esta vez? —preguntó algo irritado.

—Basquetball —dijeron al mismo tiempo.

—¿Jae-Ho, cómo sabes que fue Dae-Hyun quien te hizo tropezar? —preguntó Young-Soo— ¡pudo ser cualquiera!

Jae-Ho iba a responder, pero se puso a pensar y al final enrojeció sin abrir la boca. Young-Soo suspiró y los hizo sentarse.

—¿Ki-Jeong, puedes ayudarme aquí?

Un joven castaño salió de la habitación contigua y trajo consigo un botiquín. Cada uno se puso guantes desechables y buscaron el alcohol y pomada antibiótica.

—Ahora escúchenme bien, esta es la tercera vez en menos de una semana que los veo aquí por culpa de sus peleas estúpidas —tomó el rostro de Jae-Ho y aplicó el algodón en su labio partido haciéndolo chillar— así que no quiero volver a verlos por lo menos durante un mes ¿quedó claro?

—Si, señor Ho —murmuraron al mismo tiempo.

—Lo siento, no los oigo —dijo con una sonrisa mientras aplicaba con más fuerza el algodón.

—¡Si, señor Ho!

Luego de desinfectar y vendar cada herida ambos agradecieron y salieron corriendo. Young-Soo se desplomó en la silla y apoyó la cabeza en la mesa.

—¿Por qué aceptamos este trabajo?

—Para pasar desapercibidos y porque la paga es buena —recordó Ki-Jeong entregándole una taza de café.

—Claro que es buena, nadie quiere trabajar en esta escuela —tomó un sorbo sintiendose un poco mejor.

—Excepto nosotros —murmuró Ki-Jeong sentándose a su lado y apoyando su cabeza en su hombro.

Ho Young-Soo era un enfermero y doncel de veintitrés años que trabajaba en la escuela secundaria pública de Ilsan junto a su mejor amigo Ahn Ki-Jeong, también doncel. Ambos habían cometido malas decisiones en su adolescencia y en consecuencia se habían involucrado con las personas equivocadas.

Los padres de Young-Soo murieron en un accidente cuando él tenía veintiún años. En medio de su depresión había conocido a un chico llamado Lee Seung-Ho en la universidad y comenzaron a salir poco tiempo después. 

Al principio era el hombre más dulce y atento, pero con el paso del tiempo Young-Soo se dio cuenta de que estaba metido en drogas y robos a mano armada. Decidió acabar la relación varias veces, pero fue golpeado cada vez que mencionó la palabra. 

Seung-Ho no lo dejaría ir ya que sabía demasiado.

Un día fue obligado a asistir a una de sus fiestas así que trató de mantenerse lo más alejado posible de la gente que se drogaba en el comedor y los que bebían sin parar en otra esquina, por suerte Seung-Ho estaba demasiado intoxicado como para notarlo así que Young-Soo llamó a Ki-Jeong para que fuera por él, sin embargo, cuando iban por su chaqueta ambos fueron testigos de como Seung-Ho le disparaba y mataba a un hombre por deberle dinero. Se horrorizaron y trataron de huir, pero en ese momento oyeron las sirenas de la policía acercarse. Luego que todos fueron arrestados, Young-Soo y Ki-Jeong decidieron confesar todo lo que sabían.

Zero O' Clock | Novela BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora