Los ojos de Luna parecían brillar como estrellas al ver todo a su alrededor.
Ambos se encontraban en la entrada del Gran Comedor. Al igual que todos los demás estudiantes que estaban reunidos esperando pacientemente el inicio del evento.
El baile apenas iba a comenzar pero se podía sentir una diferencia en el aire. Algunos reían, otros lucían nerviosos y muchos otros sólo parecían estar curiosos sobre lo que vendría.
Se podría decir que tenían todo el tiempo del mundo.
Así que por el momento Luna aprovechaba de caminar de un lado a otro y ver todo; arrastrando a Draco como una muñeca de trapo en el proceso.
—Ten cuidado, Luna. Al paso que vas te tropezarás con algo.
—¡Es que hay mucha gente y muchas cosas! Oh, ¿crees que hayan Dinkiblows por aquí?
El muchacho meditó por un segundo.
Tal vez no lo pareciera, pero recordaba perfectamente todos los datos sobre criaturas mágicas que Luna le había dicho, aunque nunca lo admitiría en voz alta.
—Pues no descarto la posibilidad.
La sonrisa de Luna fue la única respuesta que obtuvo.
En ese instante se percató de que frente a ellos había una mesa con distintos aperitivos, postres y bebidas; seguramente para distraer a los estudiantes mientras esperaban la llegada de los campeones.
Luna fue la primera en notar esto y enseguida decidió acercarse.
—¡Brownies de caramelo! —Exclamó ella agarrando algunos postres —. ¿Quieres un poco?
Draco negó con la cabeza.
—No gracias.
—¿Estás seguro? Sé que son tus favoritos.
Él le miró detenidamente por unos segundos, los brownies le recordaban a uno de sus primeros encuentros en el salón abandonado.
No aceptes Draco. Es de mala educación comer tan pronto. Si tu madre te viera...
—Ammm... Mejor más tarde.
—Oh, qué lástima —Dijo Luna con decepción —. Supongo que tendré que comérmelos yo sola...
Acaso... ¿Acaso Luna estaba poniendo cara triste?
Ay no, eso sí que no. Apenas notó aquello el joven se volteó y le arrebató un brownie de la mano para luego comérselo.
Podían decirle lo que sea, pero simplemente no soportaba la cara de cachorrito pateado de Luna, por lo menos no tan temprano en una noche como esta.
Y bueno... Tampoco tenía nada que ver el hecho de que los brownies de caramelo eran sus favoritos, por supuesto que no.
—Sólo lo hago para ayudarte, ¿entendido?
Ella rodó los ojos, aunque aún se le podía ver una pequeña sonrisa en su rostro.
Esas y otras cosas sin relevancia ocurrieron mientras esperaban el inicio del evento.
Lo cierto es que no había mucho más que hacer además de hablar, observar y caminar. Por el momento no había nadie conocido a la vista, así que ambos decidieron que lo mejor era apartarse en un rincón y esperar pacientemente. A fin de cuentas, tenían toda la noche para seguir creando momentos.
Y eso hicieron.
Ambos se quedaron hablando tranquilamente apartados de los demás. A pesar de la ropa ostentosa y el cúmulo de gente se sentían cómodos, como si hubieran nacido para ello.
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Un Último Vals //Draco x Luna//
RomanceDraco encuentra finalmente un lugar en Hogwarts donde puede apartarse de los demás y ser él mismo. Sólo hay un problema: Luna Lovegood está ahí casi siempre. De mala gana, el joven acepta compartir el lugar, sin saber que terminaría acercándose poco...